Gerardo Castillo Ceballos, , Profesor emérito de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra
¿Ayuda la lectura de tebeos en el aprendizaje de la creatividad?
El actual progreso científico y técnico conlleva un cambio permanente que reclama el aprendizaje de la creatividad.
Hoy es imprescindible adquirir actitudes innovadoras. Pero hay una dificultad mencionada tanto por Paul Guilford como por Ken Robinson: nuestros sistemas escolares reprimen la creatividad por estar centrados en el pensamiento convergente, que se limita a reproducir la información recibida Por ello, proponen cultivar el pensamiento divergente, que busca posibles e inhabituales soluciones más allá de la información poseída.
Para Ricardo Marin, "toda la educación tiene que preparar de alguna manera para la eclosión de la creatividad como una dimensión de la personalidad que ya no puede quedar minusvalorada, dado el ejercicio al que va a ser sometida sin descanso. No es sólo que el sistema tenga que renovarse constantemente; lo decisivo es que ha de contemplar en cada sujeto su faceta creadora, para descubrirla y cultivarla" (Principios de la educación contemporánea, 1972).
El verdadero aprendizaje ha sido siempre creativo, pero actualmente lo es con más motivo. El término "creatividad" surgió con ocasión de una conferencia de Guilford en 1950 para la Sociedad Americana de Psicología.
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o asociaciones de ideas para producir soluciones originales. Es sinónimo de imaginación constructiva, pensamiento original y pensamiento divergente Las personas creativas son capaces de resolver problemas vitales de una forma imaginativa, con flexibilidad de pensamiento y fluidez de ideas.
Tanto para desarrollar la creatividad como para evaluarla se suelen aplicar procedimientos como los siguientes:
Escenificaciones teatrales espontáneas; representaciones ambiguas en las que hay que descubrir figuras escondidas; elaborar figuras originales completando gráficos esquemáticos; construir frases a partir de algunas palabras; escribir sinónimos de una palabra; mejora del producto: indicar todo lo que podría hacerse con un objeto; afrontar situaciones insólitas: por ejemplo, suponer qué ocurriría si el agua de los mares desapareciera; redactar cuentos imaginativos.
Una forma atractiva de afrontar el reto del aprendizaje de la creatividad es utilizar como recurso didáctico la lectura de textos de humor. Las situaciones divertidas nos ayudan a percibir la variedad de posibilidades para resolver un problema. En el humor jugamos con ideas de forma creativa. El humor y la creatividad discurren por caminos idénticos, pero diversos del que sigue el pensamiento lógico. El humor es manifestación de inteligencia e ingenio. La creatividad es la inteligencia divirtiéndose. Y la risa ha sido considerada como un interruptor del pensamiento cognitivo o racional que da paso al pensamiento flexible. El chiste, como la creatividad, se basa en conectar dos ideas aparentemente inconexas.
Una de las lecturas más recomendables para el desarrollo de la creatividad es la de los tebeos. Esa denominación procede de la gran difusión que tuvo el primero de ellos, el TBO, la famosa revista con historietas cómicas fundada en 1917 y que se publicó hasta 1998. La revista arraigó en la cultura y lenguaje popular, con expresiones como "está más visto que el tebeo". Una de sus secciones, "Los grandes inventos del TBO" ha sido muy valorada por la combinación entre humor y diseño industrial. Estos "inventos" expresaban soluciones imaginativas disparatadas para problemas cotidianos.
Uno de los dibujantes de esos "inventos" fue Ramón Sabatés, con su famoso personaje "Profesor Franz de Copenhague". Creó más de un millar de "inventos" empleando elementos mecánicos: poleas, cuerdas, cadenas, pedales, émbolos, engranajes, muelles, pilas y vapor de agua (nada de electrónica, aún por inventarse). Entre los más celebrados estaban los siguientes: el dispositivo anti cabello para que los barbudos puedan tomar la sopa; el procedimiento para evitar las colas; el bastón caza colillas; el instrumento contra los perros vagabundos; la máquina guillotina para cortar la punta de los cigarros puros; el anti mosquitos efectivo pero que no los mata, solo los intoxica y los marea, para que pierdan las ganas de volver a molestar.
Sabatés sostuvo con ironía que todos sus inventos podían ser construidos, pero solamente algunas de sus disparatadas ideas se hicieron realidad.
Entre los muchos testimonios favorables de sus antiguos lectores están los dos siguientes:
-"Los inventos del TBO eran geniales, tanto en dibujo como en imaginación".
-"Me leía los inventos del TBO porque eran puro ejercicio de imaginación creativa. Te enseñaban a buscar soluciones a cualquier problema, independientemente de su realización práctica o de su rentabilidad económica. Sentías el gozo de la libertad de la creación mental. Gracias infinitas a TBO".
En algunas escuelas se está introduciendo ya la lectura recreativa (cuentos, comedias breves, fábulas, adivinanzas, comics, etc.) seguida de actividades en forma de talleres para estimular el pensamiento divergente. Esta experiencia requiere profesores innovadores y crear un ambiente creativo.