Me parece que las medidas llegan tarde, que faltan muchas y que el presidente ha perdido una gran ocasión: hace pocos días tuvo una reunión con el líder del principal partido de la oposición. Hubiera sido un buen momento para presentar un paquete ambicioso y completo de medidas para salir del hoyo. No lo hizo entonces, no lo ha hecho en los últimos dos años cuando se las reclamaban desde distintas instituciones, entre ellas y por huir del partido de la oposición, que se había ofrecido en multitud de ocasiones, citaré sólo una que es poco sospechosa de apoyar la tesis populares, el Banco de España. Pero el presidente ha perdido dos años y ahora nos va a costar más a todos, quizá también a él, enfrentarnos a la realidad.

Faltan reformas estructurales de calado, que también tendrían que tomarse de forma conjunta, como hicieron en Portugal, y el presidente debería estar interesado en ello, porque son impopulares y tendría que procurarse el mayor respaldo posible. No lo hace, claro. Son reformas del mercado laboral, del sistema financiero, del sistema educativo, una revisión del Pacto de Toledo, que tiene que estar muy bien estudiada para que quienes hoy tienen entre 25 y 45 años puedan adoptar las decisiones que les permitan llegar a la edad de jubilación sin sobresaltos. Y algunas más, incluyendo alguna privatización (¿RTVE, por ejemplo?). Bienvenido el acuerdo para desbloquear fusiones de Cajas. Y mucha más transparencia en todo. Positiva es la decisión de reducir el sueldo de los miembros del Gobierno, por el efecto educador que tiene, aunque también llega tarde y debería acompañarse de la supresión de cargos prescindibles y de ministerios y Vicepresidencia también poco útiles. Dicho esto, creo inevitable la congelación de sueldos de los funcionarios. Quizá la reducción prevista para este año podría evitarse suprimiendo las duplicidades que se dan entre los distintos niveles administrativos. La congelación de las pensiones me parece más dura, sobre todo teniendo en cuenta que la subida de impuestos se va a traducir en una subida del IPC y va a reducir el poder de compra de los más vulnerables.