Jorge Tárrago Mingo, Arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra
La arquitectura importa
Semana de la Arquitectura 2019
Todos los años por estas fechas los arquitectos celebramos la arquitectura especialmente. E invitamos a todo el que quiera a unirse a nosotros. La celebración es jovencísima. Sobre todo si la comparamos con la longevidad de la disciplina y convenimos en que ha acompañado al hombre desde siempre. Comienza en 1985, cuando la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas acordó que el primer lunes de octubre, por tanto este año el día 7, se dedicaría a el ‘Día Mundial del Hábitat’. Algo después, en 1996, la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) decidió que esa misma fecha fuera el ‘Día Mundial de la Arquitectura’. Y ya en tiempos más recientes se ha extendido a toda una ‘Semana de la Arquitectura’.
Con la inflación de ‘días mundiales de’ quizá uno podría preguntarse ¿tiene algún sentido dedicar un día, toda una semana, a celebrar la arquitectura? Es más, ¿y qué celebramos?
Las dos preguntas son retóricas. La respuesta es afirmativa para la primera. Y además sin ninguna duda. El sentido de la celebración es llamar la atención, reflexionar, quizá alentar soluciones concretas, ante todo divulgar y, cómo no, divertirse todo lo posible compartiendo con la ciudadanía nuestra pasión por la arquitectura y también nuestras inquietudes. Para eso los Colegios de Arquitectos, las Escuelas de Arquitectura y muchas otras instituciones afines, han programado como cada año ciclos de conferencias, visitas guiadas a arquitecturas relevantes que nos abren sus puertas, itinerarios por las ciudades, exposiciones, concursos, debates, cursos. Todo tiene el objetivo de acercar la arquitectura a todos los públicos, mostrar y explicar las razones de lo más destacado, quizá enseñar a mirar la ciudad bajo una mirada más comprensiva y por qué no más crítica.
En la opinión de muchos esto es, de hecho, un tema pendiente y donde cabe todavía hacer mucho más. Y con todo, me atrevería a decir que nunca antes la arquitectura ha estado tan en primer plano o suscitado tanto interés en la opinión pública. No me refiero tanto a las polémicas que regularmente afloran a las noticias –sin ir más lejos, la última acerca de las declaraciones de algún representante político sobre la vivienda–, y ni siquiera a pesar de los contenidos clikbait que solo quieren satisfacer nuestra curiosidad.
Me gustaría destacar –y agradecer a quien corresponda– cómo se ha recuperado en los medios de comunicación el interés por la divulgación de la arquitectura. Es cierto que tradicionalmente los principales medios escritos la han incluido en sus secciones o suplementos culturales. Como todo, esto ha pasado por distintos momentos, mejores y peores. Pero nunca antes ha habido tantos arquitectos colaborando en la prensa escrita, los suplementos, las revistas de opinión, o en medios digitales. Desde apenas un par de semanas, por ejemplo, la nueva temporada del programa de radio de Julia Otero en Onda Cero ha incluido cada viernes una sección sobre temas de arquitectura. En redes sociales lo anunciaba así: “Desde que nos levantamos hasta que volvemos a la cama, todo lo que nos rodea es... #Arquitectura”. Pues así es. Hay que felicitar también a Televisión Española por la emisión este año de Escala humana en La 2, que ha mostrado el impacto que en nuestra vida cotidiana tiene el urbanismo, el diseño, la arquitectura, por medio de capítulos breves. O ahora mismo, en la misma cadena y también en horario central la programación de episodios de la clásica serie británica Grand Designs.
Quizá nunca antes tantos arquitectos se han dedicado a organizar, por ejemplo, talleres infantiles donde despertar a los más pequeños a la arquitectura a través del juego, la colaboración y la experimentación. O quizá nunca antes tantas instituciones, museos y fundaciones se empeñan en transmitir a la sociedad la vocación de servicio de la arquitectura. Y aun así mucho queda por hacer para que todos percibamos la importancia que tiene para la vida diaria, hasta en sus más pequeños detalles, desde que nos levantamos hasta que volvemos a la cama.
¿Y qué celebramos? Este año el lema es Arquitectura… ¡Vivienda para todos! Y se nos propone reflexionar sobre el modo de planificar el acceso universal a una vivienda digna, asequible y respetuosa con el medio ambiente. No hay aquí espacio para entrar en materia. Estos próximos días estará muy presente en los medios. Dos simples datos que hablan por sí solos muestran lo apremiante del asunto. Según ONU-Hábitat unos 3.000 millones de personas necesitarán acceso a la vivienda hacia 2030. Un 40% de la población mundial. El segundo: si la industria cementera mundial fuera un país, sería el tercer emisor de CO2 por detrás de China y EEUU. El reto es más importante de lo que parece. No afecta solo cuantitativamente, significa además abordar correctamente nuestras ciudades y bajo nuevos paradigmas para hacer una arquitectura mejor, más segura, más inclusiva y más sostenible.