David Soler Crespo, Asistente de investigación del Navarra Center for International Development del Instituto Cultura y Sociedad
Tirar de la cadena puede salvar cientos de vidas cada día
El Día Mundial del Retrete es buen momento para recordar que en el mundo hay gente que muere por no tener un baño. Construirlos y concienciar a la población sobre su uso pueden evitarlo.
Buscar algo de privacidad entre cañas de azúcar, árboles y paredes frías. Se encuentra el sitio, se hace y se limpia con agua, a menudo contaminada. Nada de papel. 524 millones de personas siguen esta rutina diaria a la hora de defecar en India, el país más poblado del sur de Asia, según datos de las Naciones Unidas. Uno de cada dos indios no puede ir al baño, porque no tiene.
El 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Retrete, un motivo para concienciar a la población de los problemas sanitarios a los que se enfrentan millones de personas sin recursos. La defecación al aire libre provoca graves enfermedades, especialmente en el sector más vulnerable de la población: los niños. Cada año la diarrea mata a 120.000 menores de cinco años y causa malnutrición, atrofia e infecciones peligrosas a muchos más. Pero no solo afecta de manera pronunciada a los más pequeños: las mujeres también son vulnerables. Ellas tienen miedo a encontrarse con animales y a ser cazadas por varones sin hombría que les acosen sexualmente.
Pero ¿cómo luchar ante una práctica tan extendida en India? A la falta de recursos se une la falta de conocimiento de los riesgos que entraña para la salud. Por eso hay un doble reto: conseguir retretes y concienciar a la población de sus beneficios para acabar con la defecación al aire libre. Si se instalan, pero no se informa de las ventajas de utilizarlos, la gente seguirá haciéndolo en la calle.
Lo primero requiere mucho dinero y espacio físico, algo difícil de conseguir. Una solución viable es la instalación de baños comunitarios, pero el mayor problema viene cuando se dispone de un retrete y no se utiliza. Debido a la acumulación de suciedad, el mal olor e incluso la falta de una puerta en el habitáculo, muchas personas evitan los baños comunitarios. Sin embargo, varias investigaciones han demostrado que el uso aumenta con unos retretes limpios y con buen mantenimiento.
“El mayor problema viene cuando se dispone de un retrete y no se utiliza”
Ahora, un estudio impulsado por el Institute for Fiscal Studies, de Reino Unido, y en el que participa el investigador del Navarra Center for International Development, Alex Armand, investiga la relación entre la voluntad de pagar por usar un retrete comunitario y la información sanitaria y la calidad de la oferta. El estudio se localiza en India y se implementará en 2018 y los resultados saldrán al año siguiente. Con él, se pretende contribuir al fin de las defecaciones al aire libre y a conocer con mayor profundidad la predisposición de los locales a pagar por baños comunitarios.
Informar a la población de los beneficios de utilizar un retrete es el primer paso para que millones de ciudadanos indios empiecen a usarlos y se pueda prevenir la proliferación de enfermedades. El Día Mundial del Retrete es un momento especial para recordar que en algunos lugares del mundo hay gente que muere porque no tiene un baño. Millones de personas siguen sin saber lo que es tirar de la cadena. Hay que invertir en investigación y trabajar desde el terreno para que se sepa que un simple retrete puede salvar la propia vida, la de los niños especialmente.