Víctor Pou,, profesor del IESE de la Universidad de Navarra
Hace cien años
De la vida feliz que llevaban los europeos en 1913, un año antes del estallido de la Primera Guerra Mundial se ocupa un libro de reciente aparición escrito por un joven periodista alemán, Florian Illies. El libro, 1913: Un año hace cien años, lleva varias semanas número uno de las listas de libros más vendidos en Alemania. Trata de escenas cotidianas protagonizadas por personas ajenas a la gran catástrofe que se avecinaba.
En 1913 Europa estaba en el cenit de su poder y vivía en una atmósfera de seguridad. París, Londres, Berlín, Munich o Viena eran las grandes capitales del momento que se enorgullecían de ser adalides de la modernidad. Europa entera era un hervidero de nuevas ideas y tendencias que surgían por doquier. Reinaba el optimismo, los avances de la ciencia y de la técnica parecían imparables, las gentes mejor informadas pensaban que jamás podría volver a estallar una guerra. Desde el final de las guerras napoleónicas, Europa había conocido el periodo de paz más largo de su historia. El británico Norman Angell defendía en 1911 en su libro La gran ilusión que la internacionalización impedía que estallaran guerras mundiales. Las relaciones internacionales, hacían, según Angell, que una guerra fuera absurda. Pero a los pocos meses, Europa se precipitaría en el abismo de la Primera Guerra Mundial.
Ninguno de los protagonistas de la obra de Florian Illies podía prever lo que ocurriría en 1914: el asesinato del archiduque de Austria en Sarajevo, el inicio de la Gran Guerra en la que lucharon más de 60 millones de soldados y murieron 9 millones de ellos, el derrumbamiento de cuatro imperios y el principio del fin de la supremacía de Europa en el mundo. ¿Cómo se pudo llegar a semejante catástrofe Cinco elementos empujaron hacia el abismo: las alianzas establecidas entre países, la degeneración de los años dorados, los resentimientos producidos como consecuencia de pequeñas crisis, el nacionalismo rampante y el código de honor predominante en las diferentes cancillerías. ¿Quiénes fueron los principales responsables Los historiadores reparten culpas entre la irresponsabilidad de Serbia, el afán de venganza de Austria, el cheque en blanco de Alemania a Austria y la exacerbación de la crisis por Gran Bretaña, Francia y Rusia.
Los protagonistas del libro de Florian Illies vivían sin saberlo el fin de una época. Estamos a las puertas del centenario del inicio de la época más trágica de la historia de Europa, la que va de 1914 a 1945. Los europeos que hoy gozamos de una paz y una prosperidad de más de medio siglo gracias esencialmente a la UE hemos de conocer y reflexionar sobre los albores de aquella tragedia para evitar que jamás se repita.