Fernando Pérez de Gracia , Profesor de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales, Universidad de Navarra
Crecimiento económico sostenible
La Comunidad Foral de Navarra se encuentra entre las regiones españolas y europeas con un mayor nivel de renta per capita. Según los últimos datos facilitados por la Contabilidad Regional de España del Instituto Nacional de Estadística, el Producto Interior Bruto por habitante en Navarra fue de 30.402 euros (medidos en euros del año 2008), muy por encima de la media de España, que alcanzó los 23.874 euros, y la media de la Unión Europea - 27,que fue de 25.100 euros. En el año 2008 el PIB per capita de Navarra tan sólo era superado por los del País Vasco y Madrid. Sin embargo, la actual situación de bienestar no es algo novedoso, ya que los primeros registros estadísticos a nivel regional correspondientes al ejercicio de 1955 reflejan una superioridad de la renta per capita en Navarra frente a la media de España. El excelente nivel de bienestar económico se ha mantenido durante algo más de cinco décadas, y le ha permitido estar entre las primeras regiones de España en cuanto a Producto Interior Bruto per capita.
Un reciente estudio titulado Claves de la economía y la empresa de Navarra (Centro para la Competitividad de Navarra e Institución Futuro, nº 4, 2010) analiza en su primer capítulo cuáles han sido los principales determinantes del crecimiento sostenido de la economía navarra en las últimas cinco décadas, identificando los factores clave que le han permitido situarse entre las tres regiones españolas con un mayor nivel de renta por habitante.
El crecimiento económico de la Comunidad foral durante las últimas décadas se ha fundamentado sobre tres pilares: la sostenida acumulación de capital físico, tecnológico y humano. En primer lugar, hay que destacar el efecto significativo y positivo del stock de capital físico en la economía navarra. Un análisis más detallado de la contribución de cada uno de los componentes de este capital físico nos indica que es la inversión en bienes de equipo (y no tanto la inversión en viviendas ni en infraestructura) lo que ha constituido el motor del crecimiento económico en la región. En segundo lugar, hay que señalar el notable esfuerzo innovador realizado tanto por el sector privado como el sector público, que ha situado a Navarra entre las primeras regiones españolas en cuanto a inversión en I+D. Los indicadores analizados señalan que el impacto de la inversión en I+D sobre el crecimiento económico se refuerza gracias a su interacción con el stock de capital físico invertido en bienes de equipo.
Finalmente, la acumulación de capital humano (aproximado en el citado informe por la tasa de crecimiento del porcentaje de la población con estudios medios y superiores) ha tenido un efecto significativo y doble sobre la tasa de crecimiento de la economía navarra: además del efecto directo sobre el crecimiento, se ha encontrado también un efecto interacción positivo con la inversión de capital físico, es decir, la inversión en capital humano hace que la inversión realizada en bienes de equipo sea más productiva.
En resumen, la inversión es un elemento determinante del bienestar económico futuro y la inversión de hoy es el crecimiento del mañana. La lección que nos muestra la historia de las últimas cinco décadas en Navarra es la siguiente: la mejor inversión para potenciar el crecimiento es tanto la inversión productiva en bien es de equipo como la inversión en capital humano. En un momento como el actual, no debemos olvidar esta importante lección que nos deja la historia: el crecimiento sostenido de Navarra depende de la "inversión" y no tanto de otros componentes.