José Luis Álvarez, Director del Departamento de Economía, Universidad de Navarra
¿Una señal a los mercados?
¿Es factible la entrada de banca privada para el rescate de Grecia?
Sí. Podría tratarse de una quita parcial de la deuda soberana griega que recaiga, al menos en parte, sobre los acreedores privados (no sólo la banca, sino también otros inversores institucionales). Si se hace bien, de manera ordenada y clara, se lanzaría una potente señal a los mercados que otorgaría credibilidad a la Unión Monetaria, a la vez que alentaría comportamientos prudentes.
¿Cómo afectará a España el rescate?
La clave estará en la fórmula que se aplique. Si se adoptan soluciones tímidas, a la espera de que el mero transcurso del tiempo arregle algunos de los problemas, volveremos a experimentar un deterioro de la situación de los países más amenazados por la desconfianza de los inversores, incluida España. Por el contrario, si la solución demuestra decisión y compromiso, incluida la asunción de los inevitables costes del rescate, los mercados entenderán que la Unión Monetaria goza de solidez política como para alejar la incertidumbre. En este sentido, es necesario que el rescate vaya acompañado de reformas institucionales, como una mayor integración en política fiscal, que eliminen las debilidades estructurales detectadas por los mercados.
¿Qué podría ocurrir si no se rescatase a Grecia?
Grecia no puede hacer frente a los compromisos adquiridos. Su posición hoy por hoy es insostenible, por lo que necesita un rescate, una solución convincente de cara a los inversores. En el caso de no darse este rescate, Grecia incurrirá en impago, desatando una oleada de desconfianza e incertidumbre en los mercados no sólo acerca de la situación en los países periféricos , sino acerca del futuro de la propia Unión Monetaria. Si falta voluntad política para socorrer a Grecia, esta crisis podría llevarse por delante todo el proyecto del Euro.