María del Mar Larraza, Directora de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca de la Universidad de Navarra
Día Internacional de la Lengua Materna
Una honda convicción llevó a la UNESCO en 1999 a declarar el 21 de febrero como el Día Internacional de la Lengua Materna: la necesidad de defender y promover "la diversidad lingüística y cultural junto al multilingüismo como factor para la paz y el desarrollo sostenible". Así lo expresaba el secretario general Ban Ki-moon en su mensaje del año pasado: la diversidad, añadía, fomenta ¿el diálogo, la comprensión mutua, la innovación y la creatividad", y ello ayuda a construir ¿sociedades más justas e inclusivas".
El objetivo principal de la política lingüística de la organización mundial es llegar a proponer el trilingüismo en todas las sociedades, lo que supone el uso en la educación de al menos tres idiomas: la lengua materna, una lengua regional o nacional y un idioma internacional. La primera de ellas, la que recibimos en el hogar en los primeros años de vida, es aquella en la que se encuentran los conocimientos, valores y saberes de nuestra comunidad que deseamos compartir en el diálogo intercultural. Es esencial para nuestra identidad; su reconocimiento -como recuerda a su vez en su mensaje la directora general, Irina Bokova- "permite a un mayor número de personas hacer oír su voz y participar activamente en el destino colectivo". Si al respeto a la lengua originaria unimos el conocimiento y habla de una lengua "de vecindad" y de un idioma internacional, estaremos construyendo una ciudadanía mundial que haga posible un acercamiento real de los pueblos a
partir de la comprensión y del diálogo entre sus distintas culturas.
partir de la comprensión y del diálogo entre sus distintas culturas.
El día en que todo esto se celebra queremos sumar nuestra voz a la de otras miles de instituciones y personas que comparten el proyecto de la UNESCO. De hecho, vivimos en una tierra de diversidad lingüística y cultural, históricamente ya constatable desde los primeros testimonios escritos dejados aquí por la presencia romana, lo cual nos ha hecho tomar conciencia de la riqueza de nuestro patrimonio y de la pluralidad de raíces culturales de nuestra comunidad. En estos tiempos de internacionalización de la enseñanza, en los que se hace más necesario que nunca velar por lo propio desde una opción no excluyente sino integradora, ha de renovarse el esfuerzo por encontrar fórmulas imaginativas que aseguren un espacio equilibrado a las lenguas maternas en el ámbito docente, incluido el universitario, tal y como la máxima organización mundial para la educación y la cultura proclama y conmemora en este día. La institución universitaria vive en un mundo global en el que el inglés se va consolidando como la lengua internacional, pero en este espacio debemos encontrar cauces para que el euskera y su cultura no dejen de estar presentes en la docencia, en la investigación y en la proyección de actividades dentro y fuera de las aulas. Es un compromiso que parte de la idea de que la convivencia de lenguas trae el enriquecimiento mutuo, y además es decisiva para la normalización de entornos caracterizados por la diversidad cultural.