Francisco Javier Pérez-Latre, Profesor de la Facultad de Comunicación, Universidad de Navarra
Desgaste de Obama
Los demócratas han perdido el escaño que quedó vacante tras la muerte de Ted Kennedy. Algunos comentaristas hablan de humillación. Se acumulan los problemas del Presidente: las fuerzas del cambio, que hace 14 meses le llevaron a la Casa Blanca, se pueden utilizar en su contra. Obama se encuentra ahora sin los votos necesarios para sacar adelante la controvertida reforma sanitaria en el Senado. Se habla de su alejamiento de las preocupaciones cotidianas de los estadounidenses. Los votantes de la patria de los Kennedy le han castigado duramente. Después de Virginia y Nueva Jersey, es su tercera derrota en las urnas.
El senador por Massachusetts ha sido demócrata durante décadas. En las elecciones de 2008, Obama recibió allí el apoyo del 62% de los ciudadanos. Su candidata era Martha Coakley, la fiscal general del estado. Con 31 puntos de ventaja en las encuestas, Coakley era favorita indiscutible y todos los pronunciamientos eran favorables para los demócratas. Pero sus apoyos fueron disminuyendo a pesar del empeño del "establishment" del partido, que detectó el ascenso de Brown. De poco sirvieron los fondos de grupos de presión, o la presencia de Obama en Boston en apoyo de Coakley. En la noche electoral, Brown logró el 52% de los votos.
Brown (Wakefield,. Massachusetts, 1959) ha devuelto la esperanza a los republicanos con una campaña modélica e inteligente, con 13 millones de dólares de inversión publicitaria, y amplio uso de Facebook y Twitter. Como en el caso de Obama, los donativos han llegado sobre todo por Internet. Scott Brown supo advertir que la elección se estaba convirtiendo en un plebiscito sobre la decepcionante situación económica, y quiso ponerse al frente del descontento. El electorado parece haberle escuchado.
El desgaste de Obama parece evidente. En los cálculos de la Administración no entraba la derrota de Martha Coakley. Los moderados e independientes que llevaron a Obama a Washington parecen abandonarle, decepcionados por una economía que no acaba de despegar. ¿Comienza una nueva etapa en la presidencia? ¿Será la reforma de la Sanidad el comienzo del declive para Obama? Algunos demócratas tienen sensación de deja vu.