Víctor Pou,, profesor del IESE de la Universidad de Navarra
OMC y pactos multilaterales
La Organización Mundial del Comercio (OMC) se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Trabaja en forma de rondas negociadoras, la última es conocida como la Ronda para el Desarrollo, iniciada en Doha (Qatar) en el 2001 y todavía no concluida. Su objetivo era ocuparse de la agricultura y de la mejora de las perspectivas comerciales de los países en desarrollo. Era la niña de los ojos del anterior director general, el francés Pascal Lamy, que acaba de dejar el puesto sin ver realizado el sueño de completarla. El nuevo director general, el brasileño Roberto Azevedo, tampoco lo tiene fácil.
Así las cosas, no es de extrañar que surjan nuevos proyectos de acuerdos comerciales multilaterales al margen de la OMC. Los más relevantes son el Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (TPP) (Trans-Pacific Partnership) yelAcuerdo de Zona de Libre Comercio Transatlántica (Tafta) (Trans-Atlantic Free Trade Area) entre EE.UU. y la UE.
El TPP tiene por objeto crear una plataforma para la integración económica de la región más dinámica del planeta: Asia-Pacífico. Está formada, de momento, por doce países que suman un 30% del PIB mundial: EE.UU., Japón, Canadá, México, Brunei, Nueva Zelanda, Vietnam, Australia, Singapur, Chile y Perú. La ausencia de China, el coloso de la región, es un dato muy significativo.
El segundo proyecto, el Tafta, surgió en la década de los noventa del siglo pasado, pero cobró un nuevo impulso a partir del 2007 debido a la recesión. Obama y Merkel se muestran entusiasmados con esta iniciativa. La delegación de la Comisión Europea está presidida por el español García Berceiro. Se estima que el acuerdo podría aumentar el comercio en más de 120.000 millones de dólares en cinco años, además de suponer un aumento de 180.000 millones en el PIB de cada una de las partes negociadoras.
Estados Unidos es país impulsor clave de ambas iniciativas, cuyos integrantes suman dos tercios del PIB mundial. De gira por Alemania con motivo de la cumbre de seguridad de Munich, el vicepresidente Joe Biden declaró que se trata efectivamente de dos prioridades de la Administración Obama.
Desde la OMC miran con recelo todos estos acontecimientos, al igual que ocurre en China, India o Rusia. Se preguntan si otros países de la región Asia-Pacífico acabarán sumándose al TPP y si la Tafta se extenderá hacia América Latina. En cualquier caso, parece que ha sonado la hora de los grandes acuerdos comerciales multilaterales al margen de la OMC, desprestigiada por el fracaso de la Ronda Doha para el Desarrollo.