24/10/2022
Publicado en
The Conversation
Bienvenido León |
Investigador del Instituto de Biodiversidad y Medioambiente, y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
Samuel Negredo |
Investigador y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
María Carmen Erviti |
Investigadora y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
El cambio climático, causado fundamentalmente por la acción humana, es probablemente el mayor reto a que se enfrenta la sociedad de nuestro tiempo. Aunque sus efectos son cada vez más evidentes en todo el planeta -subida de las temperaturas, fenómenos meteorológicos extremos, desertificación, subida del nivel del mar, migraciones humanas, etc.-, todavía no figura entre las principales preocupaciones de buena parte la sociedad. Por eso, organismos públicos y privados intentan concienciar a la ciudadanía sobre la gravedad del fenómeno y la importancia de actuar para tratar de mitigar su alcance.
Pero comunicar el cambio climático no es tarea fácil, debido entre otras razones a que se trata de un fenómeno complejo, que muchos perciben como alejado de sus vidas. Además, es un proceso en buena media invisible. Por eso, en la comunicación de cambio climático cobran especial importancia las imágenes que se emplean, ya sean fotografías, gráficos o vídeos. Una investigación desarrollada por el Grupo de Investigación sobre Comunicación de la Ciencia de la Universidad de Navarra, publicada recientemente por la prestigiosa revista científica británica Climate Policy, aporta cuatro principios para comunicar el cambio climático en las redes sociales, a través de imágenes.
Imágenes de personas
Las redes sociales son una de las fuentes de información más populares sobre el cambio climático, especialmente entre la juventud, y las imágenes que se transmiten a través de ellas juegan un papel fundamental para implicar a los ciudadanos. Sin embargo, no todas las imágenes tienen el mismo efecto.
Algunas, como las chimeneas humeantes o un oso polar sobre una placa de hielo flotando sobre el mar, se han convertido en clichés de poca eficacia. Igualmente, las imágenes de políticos, empresarios y personajes famosos, que ilustran con frecuencia las informaciones sobre este asunto, tampoco fomentan la implicación del público.
El estudio ahora publicado analiza 380 imágenes publicadas en Twitter, dentro de los denominados “top tuits” (tuits más destacados), con el objetivo de comprobar qué tipos de imágenes fomentan en mayor medida la interactividad de los usuarios, en forma de likes, retwets y comentarios.
Los resultados indican que las imágenes de personas alcanzan mayores niveles de interacción. Por el contrario, las que muestran las causas del fenómeno (como la emisión de gases a la atmósfera), o los gráficos con información científica, despiertan menos interés.
El primer principio que proponen los autores de este estudio es que, entre las imágenes de personas, resultan especialmente eficaces aquellas que tienen una apariencia espontánea; es decir, de no estar preparadas para la cámara; así como las que muestran emociones que parecen reales. Un ejemplo es la Imagen 1, en la que aparece un grupo de seguidores del Liverpool Football Club en Uganda, participando en una acción cuyo objetivo fue plantar 500 millones de árboles en la región. Esta fotografía obtuvo 4.162 likes y 955 retweets (Fuente: @DaveOCKOP).
Contar historias, conexión local y personas directamente afectadas
El segundo principio que ayuda a fomentar la interacción de los usuarios en las redes sociales es el de contar historias. Aunque una fotografía, por sí misma, es difícil que construya un relato completo, sí puede incluir algunos de los pilares sobre los que se asientan las historias, como un protagonista inmerso en un conflicto.
La imagen 2 muestra a una joven australiana con su caballo. El animal murió como resultado del calor extremo y la exposición al humo originados por los devastadores incendios forestales que sufrió el país a comienzos de 2020. El texto del tuit es el siguiente: “Así se siente el cambio climático: mata”. Obtuvo 2688 likes y 937 retweets. Foto: @JakelinTroy
El tercer principio para fomentar la interactividad con las imágenes de cambio climático publicadas en las redes sociales es el de establecer una conexión local. Tal como ocurre en las imágenes 1 y 2, esa conexión permite acercar el cambio climático a las personas, ayudando a superar la tradicional percepción de que se trata de un fenómeno remoto, sin incidencia en la vida cotidiana.
El cuarto principio al que apuntan las conclusiones de esta investigación es el de mostrar a personas directamente afectadas, en imágenes de impactos del cambio climático o acciones para combatirlo. La imagen 3, publicada en septiembre de 2020, ejemplifica este principio: muestra a siete mujeres protestando por la polución del aire provocada por la ola de incendios forestales en la costa oeste de EEUU.
Fuente: @xnclejessie
Estos cuatro principios prácticos se apoyan en dos principios más generales: significatividad y personificación. Contar el cambio climático a través imágenes de personas y de hechos significativos permite que este fenómeno resulte próximo y relevante para el público, lo que facilita que sean percibidas sus consecuencias en la propia vida.
Estos cuatro principios prácticos, al igual que los dos principios más generales, pueden resultar de gran utilidad para orientar la comunicación visual del cambio climático en las redes sociales, ya que ayudan a comunicar la responsabilidad compartida y facilitan la implicación de los ciudadanos para afrontar este colosal reto al que todos nos enfrentamos.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.