Guillermo López García, Profesor de Obstetricia y Ginecología, Universidad de Navarra
Ley de muerte digna, eutanasia y cuidados paliativos
El portavoz del gobierno anuncia para marzo la ley de muerte digna, con el fin de regular los derechos de los enfermos terminales, y afirma "que no tiene nada que ver con la eutanasia". La ley será similar a la de otros países y cita la legislación francesa como una "excelente regulación".
Es este un tema discutido desde hace siglos y que despierta un gran interés en la sociedad y, sobre todo, entre los médicos, que en una grandísima mayoría rechazan la eutanasia como "acción deliberada para eliminar una vida humana con medios de apariencia médica" (Asociación Médica Mundial) y el ensañamiento terapéutico como "error escandaloso".
Encontraste con la eutanasia y el ensañamiento terapéutico, los cuidados paliativos, en los que se recurre a la sedación y a los analgésicos, ayudan a humanizar la muerte, rechazando los medios extraordinarios y aceptando las limitaciones humanas y técnicas.
La interferencia de legisladores y jueces en la práctica de la Medicina es un fenómeno universal y se va observando un progresivo "sometimiento institucional" de algunos médicos a criterios no profesionales. Se constata, con frecuencia, una sumisión al "consenso político", lo que inhabilita al médico como profesional y lo convierte en auxiliar de intereses políticos.
Como la ley que se prepara será "similar a la de Francia" es de suponer que el Sr. Pérez Rubalcaba y la ministra de Sanidad, Sra. Pajín, conocerán el debate que hace 2 años hubo en Francia sobre este tema, y que tendrán en cuenta el "informe Leonetti" que fue presentado al primer ministro francés el 2- XII-08 por una comisión presidida por Jean Leonetti (UMP) y de la que formaban parte Gaetan Gorce (socialista), Michelle Baxes (comunista) y Olivier Jardé (centrista). Esta comisión visitó Bélgica, Países Bajos, Suiza e Inglaterra, estudió la situación en Francia y constató que los criterios para obtener el derecho a la muerte (eutanasia) son poco claros. Confirmaron que en los Países Bajos el número de eutanasias clandestinas es elevado y en los hospitales donde se habían potenciado los cuidados paliativos la eutanasia había disminuido. Afirman que en Suiza un tercio de las personas que piden el suicidio no están aquejadas de una enfermedad grave o incurable.
En Bélgica se practica la eutanasia en enfermos psiquiátricos y en ellos es posible obtener órganos para trasplantes. La comisión abordó también la sedación terminal y propusieron la creación de cátedras universitarias de cuidados paliativos.
La comisión Leonetti aconsejó rechazar la legalización de la eutanasia y la "ayuda a morir", afirmando que "la única certeza para el autor del acto de la eutanasia es la de que su gesto implicará la muerte" y que "nunca los valedores de la eutanasia han sido tenidos en cuenta en los programas de cuidados paliativos".
El amplio informe de la "comisión Leonetti" causó un gran impacto en Francia y ningún partido político intentó modificar la ley francesa que potencia la medicina paliativa y no autoriza la eutanasia. Es posible que el debate abierto por el gobierno en España sea oportunista y pretenda ocupar y entretener a la opinión pública, distrayéndola de otras preocupaciones. Sería un gran error.