Eduardo Martínez Abascal, Profesor del IESE, Universidad de Navarra
El Estado lo paga el trabajador
Es muy frecuente en nuestro país oír la expresión: "El Estado debería ayudar, subvencionar, etc." Ante cualquier problema, el Estado debe dar unos euritos al supuestamente necesitado. Éste puede ser una empresa (por ejemplo RTVE), un sector económico (cine, carbón, etc.), un colectivo, etc. Esta convicción procede del error de pensar que el Estado es un ente hiper rico, con cantidad de dinero, que debe usar en beneficio de cualquier supuestamente necesitado.
Pues bien, esto no es así en absoluto. El dinero del Estado procede en su mayor parte del bolsillo de cada uno de sus ciudadanos. Algunas cifras al respecto. El presupuesto del Estado en 2009 fueron 380 millardos (miles de millones de euros).Los impuestos que salen del bolsillo del español medio son: IRPF (77 millardos), cotizaciones a la Seguridad Social (112), cotizaciones a organismos autónomos (27), IVA e impuestos especiales (77). En total, los trabajadores pagamos casi 300 millardos en impuestos. Es decir, casi un 80% del presupuesto estatal lo paga el trabajador medio del país. No lo pagan las empresas ricas, ni los individuos hiper forrados…
¿Y cuán pudiente es el ciudadano medio español como para permitirse la largueza de las subvenciones? Según el INE, y en números gordos, el coste promedio de un trabajador es de unos 2.350 euros al mes (por 12 pagas). De ellos, unos 680 euros van a la Seguridad Social y otros 260 euros al IRPF. El trabajador recibe, limpios, 1.400 euros al mes. Ojo, esta es la media, pero el50%de los trabajadores cobra, limpios, menos de 1.200 euros al mes. Además, gasta en IVA e impuestos especiales otros 200 euros. La conclusión es clara: el español medio no se forra… en absoluto, se lleva al bolsillo, limpios, 1.200 euros. El español medio es un trabajador, no un alto ejecutivo. Y, además, aporta al Estado la friolera de 1.140 euros al mes.
Si esto es así (y lo es), habría que pensar muy mucho cómo gasta el Estado el dinero que aporta ese trabajador. ¿Tiene sentido que una persona que gana 1.200 euros al mes subvencione a un productor de cine? ¿O a un minero de Hunosa, que gana el doble?, ¿O a los trabajadores de TVE, que también ganan más que él?...y la lista podría seguir, pues son muchas las subvenciones y las ayudas.
Creo que el Gobierno (en todos sus formatos, estatal, autonómico, etc.) debería tener en mente, antes de decidir un gasto, que ese gasto sale del bolsillo de una persona que gana 1.200 euros al mes. Quizá esta consideración le ayudaría a ser más eficiente y prudente en sus gastos.