Santiago Álvarez de Mon, Profesor del IESE, Universidad de Navarra
Futuro, el tiempo de los líderes
El ayer transcurre sobre el fuego, sobre el mar, sobre la tierra. Nada puede borrarlo, porque es hálito, destino. No hay más remedio que meterlo en la bolsa, y cómo pesa. El presente es apenas una línea divisoria, una frontera quede poco sirve. Uno la pisa y la pasa, y el avaro futuro nos recibe con su abrazo implacable", escribe Benedetti. El presente, franja fina y escurridiza, es mi tiempo favorito, el único real y tangible. Bisagra delgada entre dos mastodontes, bien administrada, es de fiar. Sencillo, discreto y breve, ése es su ser natural, cuanto mejor se le trata más sitio hace al pasado y al futuro. Burgenthal, doctor en sabiduría por la trágica Universidad de Auschwitz, sabe algo de esto: "Mi pasado inspiraría mi futuro y lo dotaría de significado". La primera víctima de un presente superficialmente vivido es un futuro hipotecado por los errores de hoy, convertidos mañana en lastre pesaroso. No vemos más allá de nuestras miopes narices. ¿Cuál es la reacción de muchas empresas a la crisis? Meramente defensiva. Sin realizar un diagnóstico objetivo de las causas, se limitan a rebajar costes, cuya primera partida tiene los nombres y apellidos de hombres y mujeres perecederos. Cierto es que algunas morirán de obesidad, pero otras van camino de una galopante anorexia intelectual y afectiva. ¿De qué adolecen muchos sistemas de compensación? De una visión tan cortoplacista que muchos ejecutivos de Wall Street, también por estos pagos sufrimos del mismo mal, sólo actúan cara al inmediato valor de la acción. Ninguna ligazón con criterios cualitativos, con la suerte de una nueva hornada de profesionales. ¿Resultado?, buitres sobrevolando el paisaje empresarial sin reparar en la podredumbre posterior. Ya vendrá papá Estado, ahora sí le necesito, a retirar el cadáver o limpiar la carroña. ¿De qué carece el debate sobre el actual sistema público de pensiones? De una cortedad de miras tal que anula cualquier reflexión sensata y generosa sobre las siguientes generaciones ¿Es sostenible, ante el proceso de envejecimiento de la población española, mantener la actual edad de jubilación? ¿Es de recibo que se mantengan prejubilaciones frisando los 50 años? ¿Cabe hablar de un sistema mixto, sobran ejemplos, Suecia, Chile…, o es tabú para el talibanismo reinante? ¿Qué decir del delirante conflicto sobre la energía nuclear? Sobre un tema que debieran hablar los científicos, es a éstos a los únicos que no se les oye, ahogados en la demagogia de asambleas y ayuntamientos locales, y en el populismo y estulticia de una contradictoria clase política. ¿Cuánto nos ha costado el apagón de la década de los noventa? ¿Cuánto pagamos a Francia, vecino al que se le oyen sus carcajadas? Limpieza, seguridad, costes… factores a considerar en un diálogo de altura.
Medios de comunicación y la tormenta perfecta de Internet. ¿Predomina el rigor, el análisis, la investigación, o la red es un burdel de rumores, de chascarrillos donde algunos calman su ocio, hay personas que tienen muy poco que hacer y otras compran y mueven voluntades? En cualquier caso, siendo una ola gigantesca e imparable, ¿cómo reaccionan los medios convencionales? Integrando redacciones duales, un ojo digital, otro más tradicional, o refugiándose en la costa confiando que no le alcance la marea. ¿Te puedes pelear con el futuro?
Hasta en territorio educativo, su esencia radica en la libertad y autonomía futuras de mentalidades hoy dependientes, se echa de menos una actitud de grandeza e integridad que no perpetúe a la juventud en la adolescencia. El estudiante, incapaz de diferir la gratificación, sestea durante años que no volverán. El profesor también se entrega a los encantos de lo fácil, todos progresan adecuadamente. Incluso la familia claudica. ¿Cómo decir que no, vocablo con vocación de futuro, a la petición de un hijo acostumbrado a los mimos? Atados a un presente que entiendo como regalo, a partir de una lectura honrada del pasado, imaginemos y trabajemos por el futuro. Él nos da las fuerzas para superar las resistencias de un conservadurismo mental asustadizo y egoistón. ¿Resultado?, el liderazgo del que carecemos.
PD. Sugerencia a políticos: miren más allá de las próximas elecciones, y a lo mejor las ganan.