Cerca de seiscientos terremotos en tres días, de los cuales más de treinta sobrepasan la magnitud 3 en la escala de Richter, se han detectado a unos veinte kilómetros de profundidad. Una vez más la isla de El Hierro entra en riesgo amarillo de prealerta según el PEVOLCA. La presión magmática empuja y parece no dar tregua; ha hecho que la zona más vigilada sísmicamente de nuestra geografía se hinche unos tres o cuatro centímetros a ritmo de un terremoto fuerte cada ocho horas.

Otra vez, y es que no hay dos sin tres, la espada de Damocles y muchas oportunidades científicas, técnicas y turísticas se cierne sobre la isla. La directora del IGN en Canarias, María José Blanco, ha afirmado que es probable que en los próximos días se den más terremotos, y que aumenten su intensidad y magnitud. La fuente de tanta presión se sitúa con su actividad sísmica anómala a esa profundidad de veinte kilómetros y se restringe a un área de unos tres kilómetros alrededor de El Julan.

Lo que ha dejado boquiabiertos tanto a los geólogos como a los vulcanólogos y estudiosos del peculiar proceso telúrico, que empezó hace más de un año en El Hierro, es que esta vez, el desarrollo sísmico ha sido muy acelerado; el anterior que provocó la erupción submarina del Mar de las Calmas durante tres meses, tuvo una deformación horizontal que alcanzó los cinco centímetros, en este nuevo proceso, tan solo en tres días, ha sido de tres a cuatro centímetros.

No debemos equivocarnos pensando en una reactivación del anterior, en el que aquella décima isla canaria que incluso llegó a tener nombre en las redes sociales no emergió en ese mar, ahora es otro proceso independiente. El anterior aún no ha concluido. Nos tranquiliza que la zona de El Julan está prácticamente deshabitada.

Alpidio Armas, presidente del Cabildo de El Hierro confía en que "este nuevo proceso no incida de forma negativa en la economía de la isla" y ha pedido a la población que se mantenga tranquila, está localizado y no tiene implicaciones para los habitantes. Ha pedido que se informe con seriedad, "hay muchas implicaciones para la sociedad y afecta a su economía y su forma de vida".

Ya en la anterior crisis, El Hierro dio una lección en la gestión, aprendimos muchas lecciones, no solamente científicas o geológicas; en cuanto a organización, el flujo de comunicación interna y hacia el exterior fue ejemplar, como ahora. Por primera vez vimos a niños europeos, practicando una pedagogía sísmica, una cultura que salva vidas. En varias ferias europeas de carácter turístico como Madrid, Londres o Berlín, la responsable de turismo, Verónica Montero, presentó toda una oferta turística científica relacionada con el fenómeno, dio su resultado sobre todo en Alemania, además actualizada, apoyada en aplicaciones para smartphones, seguimiento en directo por internet, tristemente sin un apoyo institucional explícito como el que sí se da a iniciativas que fomentan el juego y otros vicios. Los primeros esbozos del estudio del comportamiento animal ante las sacudidas, coincidió con la publicación por la NASA de un estudio del comportamiento de sapos días antes del terremoto de l'Aquila.

Animamos a nuestros dirigentes a que apoyen con toda la fuerza estas iniciativas científicas, culturales y turísticas sostenibles, ejemplares y con una proyección futura garantizada. Una fuente de riqueza que cuenta con el patrimonio material, inmaterial y humano que transmuta una original situación natural en una inversión cuyos frutos sí serán prestigiosos y seductores. Si los franceses, y me muero de envidia al afirmarlo, han sido capaces de realizar una película científica en 3D llena de belleza, ética y pedagogía como "la cueva de los sueños olvidados" haciendo gala del amor por su tierra, ¿por qué nosotros no exaltamos y elevamos nuestra naturaleza a esos niveles? Al ser humano se le permite ser partícipe de la creación con el arte en la mirada, nuestra perspectiva es creadora, los franceses no son mejores que nosotros, tan solo se han puesto a ello.