Dr. Ignacio Melero, Investigador en inmunoterapia del cáncer del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) y codirector del Servicio de Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica Universidad de Navarra
Un lanzamiento a la Luna frente al cáncer
En 2015 el actual vicepresidente saliente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, estando en el cargo perdió a su hijo mayor Beau, de 46 años, víctima de un glioblastoma multiforme, uno de los más agresivos tumores cerebrales. Esto ha cambiado posiblemente la historia del mundo puesto que, por ello, Biden decidió no presentarse a las recientes elecciones presidencias para asumir personalmente la coordinación del esfuerzo nacional en la lucha frente al cáncer.
Fruto de su habilidad política y de su prestigio entre senadores y congresistas de ambos partidos, el pasado 13 de diciembre, se aprobó en Washington (EEUU) la financiación del proyecto llamado Moonshot. El nombre de esta iniciativa viene de la intención de aplicar un esfuerzo similar al que puso a Neil Amstrong sobre la superficie de la Luna, en 1969, y lograr realizar avances cruciales en el tratamiento del cáncer. Pero no sólo es astronómico el esfuerzo presupuestario (1.800 millones de dólares el primer año) que van a realizar, si no el trabajo de coordinación y priorización “para conseguir en cinco años décadas de progreso”, según se indica en el informe Cancer Moonshot presentado por Biden al presidente Barack Obama en octubre.
En la última reunión de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés), encuentro de referencia mundial que congrega a más de 30 mil profesionales, Biden explicó el proyecto y animó a los participantes a unir fuerzas en la investigación contra el cáncer:
“Oncólogos e investigadores son conscientes que solos no pueden avanzar contra el cáncer. Lo que actualmente se requiere va más allá de cualquier individuo o única disciplina, va más allá de la medicina en sí misma. Requiere en cierto modo un cambio en la mentalidad. Requiere mucha más apertura: datos abiertos, colaboración abierta y, sobre todo, mentes abiertas" (ASCO, Chicago, 7 de junio).
De estas declaraciones se extrae, los dos ejes más importantes del proyecto Moonshot son la inmunoterapia contra el cáncer, en sus diferentes formas, y el análisis de datos mediantes un desarrollo potente de la informática, las colecciones de muestras y el acceso a los datos. Entre los investigadores se pretende fomentar e incentivar más la colaboración que la competición para alcanzar las grandes metas propuestas.
Además de centrarse en inmunoterapia y en el manejo informático de grandes bases de datos genómicas, el proyecto quiere cambiar la actitud de la investigación aplicada en cáncer infantil. El desarrollo en pacientes pediátricos es más lento por el riesgo de responsabilidad legal que asumen las compañías farmacéuticas en este tipo de tratamientos experimentales con menores. Esta situación indeseable ante el drama del cáncer infantil debe cambiar cuanto antes.
El sentido pragmático de la administración americana incorpora de lleno al sector privado en el esfuerzo, para aprovechar su dinamismo y su capacidad de desarrollo preclínico y clínico de los nuevos tratamientos. En concreto, en inmunoterapia del cáncer el liderazgo de muchas investigaciones está en manos de la industria pero es necesario reforzar las colaboraciones de las compañías farmacéuticas y biotecnológicas con instituciones académicas.
En España no nos faltan investigadores, por eso nos gustaría que nuestros políticos tuviesen la altura de miras de Mister Biden. Nuestro esfuerzo en investigación en cáncer es muy inferior proporcionalmente pese a tener un país que ha formado a investigadores prestigiosos. De hecho, hay al menos media docena de españoles entre los principales asesores del proyecto Moonshot.
En el día a día político español nuestros representantes tienen otras preocupaciones que, seguro, son legítimas. Pero perder el tren ahora va a dejar a España en un lamentable atraso en un campo crucial que debería ser priorizado. Hay noticias, como la firma unánime en el congreso americano del proyecto Moonshot del pasado martes, que pasan desapercibidas en los medios de comunicación españoles pero que representan la verdadera proyección de un pueblo y de sus gobernantes. Un ejemplo de esfuerzo conjunto, de todos los partidos políticos (demócratas y republicanos), en priorizar la investigación en cáncer con los medios, la capacidad y el entusiasmo para vencerlo.
Enhorabuena Mister Biden.
*También publicado en El Diario Vasco (29/12/2016), Hoy Extremadura (31/12/2016) y El Diario Montañés (07/01/2017)