Gerardo Castillo Ceballos,, Profesor emérito de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra
Genios que no soportaron la escuela
El caso de los sabios y genios en cuyo currículum vitae figura que fueron "malos alumnos" no es infrecuente. Ante sus malas calificaciones y ausencias de las clases, los profesores los consideraron incapaces y hasta les invitaron a abandonar la escuela.
No es menos frecuente el caso de quienes fueron considerados "buenos alumnos", debido a que no se perdieron una sola clase, y a que obtenían calificaciones elevadas que acabaron siendo profesionales mediocres.
¿Cómo explicar esta aparente paradoja?
Los primeros se aburrían y se rebelaban ante una enseñanza limitada a la transmisión de conocimientos enlatados. Su amplia curiosidad intelectual no era atendida en las clases, lo que les movía a buscar respuestas fuera de los muros de la escuela. En caso de haberse adaptado al cerrado y autosuficiente sistema escolar sus aptitudes potenciales hubieran quedado en barbecho.
Los segundos se adaptaban de forma pasiva y acrítica al sistema. Su objetivo no era aprender y saber, sino obtener buenas calificaciones mediante un estudio de tipo memorístico, basado exclusivamente en los apuntes tomados en las clases. Sabían que la repetición literal de lo trasmitido por los profesores les garantizaba aprobar.
Este último planteamiento es propio de la "Escuela tradicional". En ella fueron considerados "malos alumnos" (entre otros muchos genios) Edison, Hitchcok y Jobs.
¿Cuáles son las características principales de la Escuela tradicional?
-Tiene su origen en la pedagogía tradicional surgida en el siglo XVII con los principios de "Método y Orden". Fue fundada por Comenio y Ratichius;
-Valora mucho el aprendizaje memorístico;
-El protagonista es el maestro, que elabora la materia que debe ser enseñada y usa solamente el método expositivo para transmitirla en forma de saberes acabados.
-Se recurre excesivamente a la disciplina externa, que conlleva castigos corporales.
Thomas Edison
El niño que tuvo que abandonar prematuramente la escuela primaria por ser considerado muy torpe por sus profesores, llegaría a ser uno de los inventores más importantes del siglo XX. Las malas calificaciones de Thomas no se debían a su torpeza, sino al clima de miedo que implantaba el profesor Engle, unido a su nula capacidad para hacer interesante cualquier materia. El niño rechazaba aprender todo de memoria.
Alfred Hitchcock
A los 11 años sus padres le internaron en un colegio con férrea disciplina que incluía castigos humillantes, lo que despertó en él un complejo de culpa que nunca le abandonaría y que sería un tema recurrente en sus geniales películas de intriga y suspense. A los 13 años era un alumno corriente y desmotivado en todas las asignaturas, debido a que no encontraba respuestas en ellas para su amplia curiosidad. En cambio, le apasionaban las lecturas sobre crímenes.
Steve Jobs
El creador de Apple y Macintosh ha contado que se aburría mucho en las clases de primaria porque odiaba "memorizar datos estúpidos". En la secundaria no le atraía el ambiente académico, por considerarlo artificial y fuera de la realidad; prefería el ambiente de trabajo en el taller de mecánica de su padre. Cuando más adelante ingresó en el instituto Homestead se mostró muy interesado por las matemáticas y la electrónica. En uno de los primeros veranos consiguió un trabajo en el departamento instrumental de Hewlett-Packard. En esa empresa vio por primera vez una computadora, quedando muy impactado.
El movimiento pedagógico de la Escuela Nueva, que se desarrolló a fínales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, fue una alternativa a la enseñanza tradicional. Sus valiosas innovaciones nos permiten ser aún más conscientes de las limitaciones de la Escuela Antigua. Dieron lugar a nuevos y valiosos movimientos pedagógicos, como, por ejemplo, Montessori y la Escuela de Decroly, que postulaban adaptar la enseñanza a los intereses del niño. Pero fueron experiencias aisladas que apenas sirvieron para cambiar el método de las escuelas.
Se pretendía convertir al niño en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Para ello se intentaba movilizar su actividad, "hacerlo hacer", con el propósito de que desarrollara sus aptitudes y creatividad. El profesor dejaba de ser un "instructor" para convertirse en un guía del proceso enseñanza-aprendizaje.
Se sustituyó el memorismo por el autoaprendizaje a través de la experiencia.
Esta última innovación tiene grandes posibilidades, pero también riesgos, como se ve en una noticia periodística:
"Una escuela progresista incita a los estudiantes a descubrir por sí mismos el heliocentrismo y el origen del hombre"
"Durante uno de los experimentos uno de los niños ha sufrido quemaduras y otro ha sido acorralado por los demás tras afirmar que los humanos y los gatos podrían tener un ancestro común".
Autoevaluación para responsables de la educación: ¿Los alumnos de hoy están sufriendo en una escuela tradicional o disfrutando en una escuela renovada?
Sería muy interesante incluir esas dos preguntas en una encuesta. Probablemente la mayoría de las respuestas sería similar a los resultados del Informe PISA.