Miren Idoia Pardavila Belio y Navidad Canga Armayor, Expertas del departamento de Enfermería Comunitaria de la Universidad de Navarra
Aumentar un 50% el impuesto del tabaco podría duplicar la inversión en sanidad
El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. El tabaquismo es una enfermedad que tiene consecuencias devastadoras para la salud del fumador y de las personas expuestas al humo del tabaco ambiental. Es la principal causa de muerte prevenible por cáncer, afecciones cardiovasculares, respiratorias y diabetes. Al año mata a casi 6 millones de personas, de las que más de 600 mil son no fumadores y mueren por respirar humo ajeno.
Pese a la crisis económica actual, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere acabar con esta epidemia pidiendo a los países que aumenten sus impuestos sobre el tabaco. Con su lema, "Más impuestos sobre el tabaco, menos muertes y enfermedades" acierta en la diana de la filosofía de la "Promoción para la Salud" donde los ciudadanos somos sujetos activos. Por eso la OMS anima a los ciudadanos a alentar a sus gobiernos a que tomen esta medida hasta niveles que reduzcan el consumo. Debemos ser motores de las decisiones políticas en materia de sanidad, velando por una salud individual y colectiva, y promoviendo entornos de vida saludables.
Incrementar los impuestos, que a priori puede parecer una medida antisocial, se convierte en una de las acciones más eficaces sobre el control del tabaco. La OMS indica en su "Informe sobre la Salud en el Mundo 2010" que un aumento del 50% en los impuestos al consumo del tabaco generaría más de 1.400 millones de dólares de fondos adicionales en 22 países de ingresos bajos. Si ese dinero se destinase a la salud, la OMS señala que la partida del gasto sanitario de esos países podría hasta duplicarse.
En España el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo justifica el aumento de los impuestos. Afirma que los costes sanitarios y sociales derivados del tabaquismo son "una formidable hipoteca" que no pagan sólo los fumadores, sino todos los españoles vía impuestos. Además, el aumento de recaudación con esta medida podría emplearse en la mejora de la salud, "incluyendo políticas de prevención y control del tabaquismo, y ayudando al fumador que quiera abandonar el tabaco", acciones actualmente no cubiertas por el Sistema Nacional de Salud. Si a esto se suma que la subida del precio del tabaco reduce el consumo en los grupos poblacionales de menos ingresos y, sobre todo, previene que los jóvenes comiencen a fumar, estaremos protegiendo a las generaciones presentes y futuras de las demoledoras consecuencias del tabaco.
Lógicamente la subida de impuestos debe ir acompañada de otras medidas que prevengan y reduzcan el consumo de tabaco entre los jóvenes. Una de ellas es la creación de entornos educativos saludables. El Proyecto Universidad Saludable de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Navarra lleva más de una década desarrollando iniciativas dirigidas a toda la comunidad universitaria, en especial a los jóvenes. De ahí salió en 2001 un estudio que convirtió al centro académico en un "Espacio Libre de Humo de Tabaco", avalado por el Plan Foral de Acción sobre el tabaco (2001-2005). Este reconocimiento la erigió en una de las universidades pioneras en nuestro país en llevar a cabo una iniciativa de estas características.
En la actualidad y bajo el lema "Hacia un nuevo horizonte" pretendemos llegar más cerca y mejor a nuestros jóvenes universitarios, para promover que abandonen el tabaco, evitar que se inicien en su consumo y sensibilizar su conciencia para ejercitar un liderazgo transformacional en materia de salud, con el fin de promover sociedades, cada día, más saludables.