Presentación
Fuente: Pablo Orduna, Victoria Portús, Pablo Álvarez
La mitología vasca localiza en el monte Auñamendi (Anie) -al extremo oriental del Pirineo-, el Olimpo de sus dioses. En concreto, ubica allí la morada de Jaungorri, quien controlaba no sólo las tormentas sino también multitud de plantas sanadoras e incluso portadoras del don de la inmortalidad. A día de hoy, con esta actividad etnobotánica se abre la puerta para acceder a los conocimientos florales del pueblo que se asentó junto a esta cordillera. Hemos de tener en cuenta que, según don José Miguel de Barandiarán, “la humanización del Pirineo es un hecho antiguo”. Por lo tanto, en un mundo cambiante, con la actividad se ofrece al alumno comprender y analizar parte de su patrimonio cultural y natural mediante un acercamiento directo del medio, a su paisaje. Serafín Barrón (1915), médico titular de la villa de Roncal, afirmaba que: “muy poco es lo que se sabe acerca de las relaciones entre el reino vegetal y animal, pero los hechos de la naturaleza hablan tan claro y tan alto que de no ser ciegos no puede uno menos de comprender su existencia”