15 de junio de 2005
Ciclo de conferencias
SAN FERMÍN: FIESTA, ARTE Y CARTELISMO
Arte y Devoción: La Capilla de San Fermín
D. José Luis Molins Mugueta.
Archivero Municipal de Pamplona.
El profesor Molins realizó un análisis y valoración de uno de los monumentos más señeros de la capital navarra, durante la época del Barroco: la capilla del patrón San Fermín, que hay que relacionar con una tipología arquitectónica debida a la iniciativa y la colaboración de instituciones oficiales y particulares (gremios, indianos y parroquias) para custodiar dignamente las imágenes de los patronos de pueblos y ciudades. Así se levantaron o reconstruyeron las capillas de San Sebastián en Sangüesa (1602) la Magdalena en Viana (1693-1698), San Fermín de Pamplona ( 1696- 1717), San Andrés de Estella ( 1699), Santa Ana de Tudela (1713-1725) o del Cristo de la Columna en Cascante (1779-1799).
Para la construcción de la San Fermín llegaron a Pamplona un fraile dominico de Zaragoza, fray Juan de Alegría, el afamado Santiago Raón desde Calahorra y el arquitecto guipuzcoano Martín de Zaldúa desde el colegio de Loyola. Se dieron cita, por tanto, en este proyecto maestros de las tres regiones limítrofes con Navarra: Guipúzcoa, Zaragoza y La Rioja, las tres con un rico arte barroco, tras desechar otro plan anterior elaborado por el ingeniero militar Hércules Torelli y Juan Antonio San Juan. Las obras duraron desde 1696 hasta 1717. Como planta se adoptó el modelo muy barroquizante de cruz griega inscrita en un cuadrado con enorme cúpula en la intersección de espacios.
Su ámbito interior, especialmente en las grandes solemnidades, lucía notables piezas de artes suntuarias, regalo de otros tantos devotos y benefactores, frecuentemente de origen indiano.
Al exterior juegan los volúmenes de ambas figuras geométricas en alzado y destacan los pórticos pétreos así como los muros de ladrillo rojizo salpicados de azulejos con el emblema heráldico de la capital del reino. El interior actual, fruto de la remodelación neoclásica no tiene que ver nada con el que mostraba en el siglo XVIII, descrito por algunos viajeros y documentos como las frases lapidarias de don Antonio Ponz que al visitar la capilla y desde su gusto academicista y neoclásico escribió "Tocante a otras iglesias, siento haber visto en la parroquial de San Lorenzo el Monstruoso ornato de la capilla de San Fermín".