2 de noviembre de 2009
Ciclo de conferencias
LOS MUSEOS
El Museo de Navarra: fundación y primeros tiempos
Dª. María Ángeles Mezquiriz
Directora Honoraria del Museo de Navarra
Los antecedentes del Museo de Navara se encuentran en la actividad de la Comisión de Monumentos, que desde 1865 se plantea la necesidad de un Museo, procurando la recogida de restos arqueológicos y artísticos dispersos, especialmente desde que contó con el antiguo edificio de la Cámara de Comptos. Hay que destacar la encomiable labor de algunos miembros de la Comisión como Iturralde, Ansoleaga y Altadil.
La cantidad de objetos reunidos, tanto propiedad de la Comisión como cedidos por otras instituciones, hizo posible la instalación de un primitivo “Museo Arqueológico-Artístico” en la Cámara de Comptos, que fue inaugurado en junio de 1910. Quedan noticias de las dificultades sufridas para el mantenimiento del viejo edificio.
En 1940 la Institución Príncipe de Viana, recién creada, ordena trasladar parte del contenido al Archivo General, a la espera de “mejor destino”. En 1945 el arquitecto de la Institución, Don. José Yarnoz, realiza la Memoria y planos para adecuar como Museo el antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, situado en un extremo de la ciudad y contiguo a sus murallas.
Por otra parte en 1942 se había creado el Servicio de Excavaciones Arqueológicas dirigido por Don. Blas Taracena y Don. Luis Vazquez de Parga, Director y Subdirector del Museo Arqueológico Nacional. Fue una época de gran actividad, con la recuperación de una ingente cantidad de materiales arqueológicos. Paralelamente la Institución consiguió el permiso para rescatar las pinturas murales góticas de la Catedral de Pamplona, San Saturnino de Artajona y San Pedro de Olite que presentaban signos de deterioro a causa de la humedad. El trabajo fue realizado por el taller de Don. Ramón Gudiol. Con todas ellas se logró formar una de las colecciones más importantes de España. También la Catedral cedió los magníficos capiteles románicos que conservaba. Todo ello, junto con piezas procedentes de la Comisión de Monumentos, constituyó los fondos museísticos que habían de ser expuestos.
Las obras dirigidas por Yarnoz terminaron en 1955, encargándose el proyecto museográfico a Don. Joaquín Mª de Navascués, entonces Director del Museo Arqueológico Nacional. Dos años antes se me confió la catalogación de los materiales arqueológicos recogidos dentro del edificio en obras. Mi colaboración con Navascués fue un intenso aprendizaje, realizando materialmente sus proyectos concretos para salas, vitrinas etc. El 24 de Junio de 1956 se inauguró el Museo que la Diputación Foral promovió como una institución cultural propia, incluyendo desde el principio, su mantenimiento y actividades dentro del Presupuesto General. Podemos considerar por tanto, que fue la fecha fundacional del Museo de Navarra.
El Museo siguió incrementando sus fondos, lo que supuso un considerable aumento del espacio expositivo en los años siguientes. También se pusieron en marcha sus tres principales funciones: la Conservación, la Investigación y la Didáctica. Para la Conservación se instaló un taller de Restauración, el fichero de Catalogación y el Archivo fotográfico. Con ello se facilitó la labor de los investigadores, pudiendo decir que la mayor parte de los fondos del Museo están publicados. Con estos medios era posible realizar una rigurosa y correcta actividad Didáctica, reflejada en las numerosas Exposiciones, visitas guiadas, talleres y unidades didácticas.
Todo el trabajo realizado desde 1953 ha sido recogido en las Memorias anuales y se ha publicado periódicamente en la revista “Príncipe de Viana “, detallados resúmenes de ellas, que titulábamos “Labor e Incremento del Museo de Navarra”, para que sus lectores tuvieran información y vieran al Museo como algo vivo que merecía ser visitado con frecuencia.
Salas del Museo de Navarra en sus primeros tiempos
Sala del Museo de Navarra en la que se exponían las pinturas del Palacio de Oriz (siglo XVI)
Exterior del Museo, anteriormente Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia