7 de abril de 2009
Salida interdisciplinar
UNA TARDE EN LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DE OTEIZA
Arte, música y literatura en torno a la Semana Santa.
La integración de las artes
CONFERENCIA:
El paso procesional de Semana Santa: Empatía, devoción y arte
D. Ricardo Fernández Gracia
En el contexto de la Reforma Católica y del auge de las cofradías se desarrolló este tema, a través de los tres hilos conductores del subtítulo. En primer lugar aquellas escenas de la Pasión hay que entenderlas a la luz de la empatía -capacidad o proceso de penetrar profundamente, a través de la imaginación, dentro de los sentimientos del otro y a la se refiere Alberti, en el siglo XV, así: “Una “historia” conmoverá los ánimos de los espectadores cuando los hombres pintados allí expresen sus emociones con claridad. Y, como la naturaleza hace que no pueda haber nada más deseoso que las cosas semejantes a sí, lloramos con los que lloran, reímos con los que ríen y nos dolemos con los que se duelen”.
En segundo lugar fue la devoción en torno a las imágenes, auspiciada por la propia Iglesia, al amparo de la denominada “devotio moderna”, movimiento que constituye un vehículo de renovación de laicos y religiosos y la apertura de nuevas formas de apostolado, dando acogida a los sentimientos religiosos de piedad. Todos aquellos desfiles han constituido, hasta tiempos recientes, un vehículo de suma importancia, desde el punto de vista catequético y propagandístico, para visualizar los grandes dogmas.
El arte de los pasos procesionales desde distintos puntos de vista, como escuelas, técnicas y materiales, composición… etc. centraron el resto de la intervención. Se trató de contemplar todas aquellas esculturas desde una amplia óptica, leyéndolas en clave cultural y desde un punto de vista multidisciplinar, tratando de sus promotores, artífices, iconografías y uso y función.
Macarena, por La Roldana. Segunda mitad del siglo XVII
Con textos de escritores influyentes en el siglo XVII como fray Luis de Granada se trató de aunar literatura y escultura en este caso. El citado autor al tratar de devociones afirma: “Pues entre los afectos de devoción, unos corazones hay inclinados a compasión, otros a amor, otros a temor, otros a esperanza, otros a dolor de los pecados, otros a admiración de las obras divinas, otros a menosprecio del mundo, otros al aborrecimiento del pecado, y otros a otras maneras de afectos semejantes…”. También se utilizaron otras fuentes textuales menos conocidas como los diarios de misiones del P. Tirso González, jesuita y futuro prepósito general de la Compañía que afirma en 1671 al contraponer el carácter andaluz y castellano: “La moción que ha habido en los sermones no ha sido inferior, sino al parecer mayor que otros años. Al sacar el Santo Cristo eran tantos los llantos, alaridos y bofetadas que no podía oírse lo que decía el predicador, especialmente en Andalucía, donde la devoción de la gente es más tierna, y más fácil de prorrumpir en semejantes demostraciones de dolor y penitencia. Era muy ordinario desmayarse las mujeres, con la vehemencia del afecto, y tal vez la curiosidad de algunos contó hasta veinte, que perdieron los sentidos del cuerpo, con el sentimiento del alma. En Castilla son los naturales menos blandos y la devoción más seria; y no obstante esto, fue en todas partes la moción extraordinaria y sensible, aún en Salamanca, donde la calidad del auditorio, si era fácil en desengañarse por lo entendido, era, por lo grave, difícil de rendirse a exteriores demostraciones de dolor y arrepentimiento”.
Cristo del Perdón de Nava del Rey, por Luis Salvador Carmona. 1756
Con testimonios como el citado y numerosas imágenes de los imagineros castellanos, andaluces y Salzillo, espejo de unas circunstancias históricas y de unas formas artísticas determinadas, se profundizó en una de las páginas más destacadas de la plástica hispana de los siglos del Barroco.
La iglesia parroquial de Oteiza durante la celebración del acto