14 de mayo de 2010
Mesa redonda
Restauración de la parroquia de Santa María Valtierra
D. José Luis Astiz Díaz. Arquitecto
La Iglesia Parroquial de Santa María de Valtierra presentaba un estado de conservación bastante deficiente. Los daños más alarmantes se observaban en la torre-campanario y las fachadas, cuya fabrica ejecutada en ladrillo, se encontraba agrietada, erosionada y en alguna zona con riesgo de desprendimiento. La construcción en el siglo pasado del volumen que alojaba el reloj, situado entre la torre y el frontón de la fachada principal, había provocado la rotura de la cornisa sobre la que se situaba, además de desvirtuar la imagen original del edificio.
La cubierta de la nave, realizada en teja árabe, se encontraba bastante deteriorada, especialmente en la zona de la cabecera con numerosas tejas rotas y desplazadas que provocaban la entrada de agua al interior del bajocubierta y desde este al interior del templo. La ausencia de remates en los encuentros de faldones y entre estos y los muros de la torre, ocasionaba también la entrada de agua en estos puntos. La existencia en la torre de varios nidos de cigüeña aceleraron el deterioro de las cornisas y del chapitel de cinc que remata la misma.
La estructura de la cubierta de la nave, ejecutada en madera de roble, se encontraba en un estado bastante aceptable, excepto en aquellas zonas descritas en el apartado anterior en las que la entrada de agua la había dañado. Por el contrario, la tabla de madera de roble se encontraba tan deteriorada que hacía imposible su recuperación.
En el interior del templo, el principal problema era la presencia de humedades. Por una parte, las que provenían de la incorrecta impermeabilización de la cubierta y que afectaba a las bóvedas del templo y por otra las que desde el terreno ascendían por capilaridad y que afectaba tanto al pavimento de madera como al arranque de los muros. La existencia de un zócalo de mármol impedía la transpiración de los muros y potenciaba el ascenso de la humedad por los mismos. El pavimento de madera se encontraba igualmente afectado por las humedades procedentes del terreno.
Las dos sacristías presentaban problemas similares a los descritos en la nave, deficiente impermeabilización en cubiertas y encuentros, correcto estado de la estructura y presencia de humedades por infiltración desde cubierta en bóvedas y por capilaridad en muros. La obra de restauración del templo, realizada a lo largo de los años 2008-2009, corrió a cargo de los arquitectos José Astiz Díaz, Roberto García Valentín y Jesús Goñi, y del aparejador Ángel Remacha Ruiz
SOLUCIONES ADOPTADAS
-TORRE:
Se restaura la fábrica de ladrillo, recomponiendo los elementos decorativos, cornisas, etc., utilizando materiales similares a los existentes. Se limpian los muros y se consolida las grietas existentes. Por su estado de deterioro se sustituye completamente el chapitel. Se cierran los huecos existentes con malla de acero para evitar el paso de aves al interior. Se coloca un sistema para el alejamiento de las aves. Se lleva a cabo una puesta a punto de las campanas. Se ejecuta un nuevo forjado al nivel de las campanas, modificando los accesos desde este nivel hasta el interior del chapitel.
-FACHADAS:
Consiste básicamente en la limpieza de los muros de ladrillo y la consolidación de grietas y fisuras existentes utilizando siempre morteros de cal. Se cierran los huecos existentes con malla de acero para evitar el paso de aves al interior. Se coloca el sistema humi-stop que equilibra la diferencia electromagnética entre terreno y muros evitando el ascenso de humedades por capilaridad en muros y pavimentos.
-CUBIERTAS:
En la nave se levanta toda la cubierta de teja cerámica, el entablamento y las piezas de estructura que se encuentren en estado deteriorado sustituyéndolas por piezas similares. Se aplica un tratamiento insecticida fungicida a toda la madera y se coloca nueva cubrición de teja sobre rastreles y membrana de polietileno transpirable como doble impermeabilización. Se solucionan los encuentros con los muros mediante bateaguas y se colocará plomo en los canales de las limahoyas.
-INTERIOR:
Se levanta el pavimento y el zócalo de mármol. Se ejecuta un forjado sanitario formado por lecho de grava, bovedillas de hormigón, capa de compresión y se ejecuta una ventilación permanente al exterior. Se coloca un nuevo pavimento de baldosa de barro cocido acabado a la cera. Se consolidan las grietas existentes. Nueva pintura decorativa y nueva instalación eléctrica e iluminación. En la sacristía vieja se habilita el espacio situado en el bajocubierta como sala de apoyo a la sacristía.
Estado de la torre y fachada de la iglesia antes y después de la restauración