29 de febrero de 2012
Ciclo de conferencias
PAMPLONA Y SAN SATURNINO
Un notable gremio en la parroquia: Los plateros de Pamplona
Dª. María Concepción García Gainza.
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro
La parroquia de San Cernin fue una iglesia gremial, pues tenían asiento en ella las hermandades de algunos gremios que desarrollaban sus oficios en las distintas calles del Burgo, y tenían allí el altar de sus patronos al que rendían culto. Uno de estos gremios o hermandades era el de los argenteros o plateros que se constituye como tal en las Ordenanzas de 1587. La hermandad de San Eloy era una asociación de carácter religioso, asistencial y también laboral, pues reglamentaba el trabajo de los plateros de oro y de plata, maestros examinados, mancebos y aprendices. El patrono de la cofradía era San Eloy, obispo de Noyons, cuyo titular es una escultura romanista que ha conservado una cuidada policromía y que puede fecharse en torno a 1587, fecha de la constitución de la hermandad.
San Eloy
Las fiestas que se celebraban en la iglesia de San Cernin eran el 25 de junio y el 1 de diciembre, nacimiento y muerte de San Eloy, y también se festejaba la candelaria, además de los funerales de los artífices. Los cargos de la hermandad eran los de mayordomo mayor, mayordomo menor o segundo, y luminero. Cada uno guardaba la llave del arca que contenía la marca de la ciudad y otros útiles que se custodiaban en casa del mayordomo mayor.
La platería era considerada un arte liberal pues los artífices necesitaban dominar el dibujo y amplios conocimientos teóricos y técnicos. Gozaron siempre de una gran consideración social a partir de la Pragmática de 1552 dada por el emperador Carlos V en la que se autorizaba a los plateros a llevar trajes de seda. Esta Pragmática se imprime en Pamplona en el “Crisol” con las Ordenanzas de 1743.
Crisol Histórico-Político de la Antiguedad, nobleza y estimación liberal del arte insigne de plateros. 1744
El proceso de formación en la hermandad se iniciaba con el aprendizaje con un maestro durante cinco o seis años, finalizado el cual se pasaba a la condición de mancebo y finalmente tras el examen se convertía en maestro platero. El examen estaba perfectamente reglamentado en las ordenanzas de Pamplona y se componía de un dibujo de una pieza elegida por el aprendiz entre tres que le ofrecían sus examinadores; después venía labrar la pieza de acuerdo con el dibujo diseñado y finalmente se procedía al examen teórico sobre la ley de los metales, aleaciones, piedras preciosas y otras cuestiones técnicas. Si era aprobado se procedía al juramento de las ordenanzas y pragmáticas y era reconocido como maestro con la facultad de abrir tienda o botiga.
En Navarra se ha conservado en el Archivo Municipal de la capital el Libro de exámenes de Pamplona, un material raro, casi siempre desaparecido, que únicamente se conserva en Barcelona y en Valencia y algunos dibujos sueltos en Orense y en Granada. Su contenido comprende 128 exámenes con sus correspondientes dibujos que se inician en 1691 y finaliza en 1832, fecha esta última que viene a señalar el declive de la hermandad de plateros de Pamplona y probablemente el abandono de la prueba en consonancia con el resto de las platerías del país. Estos exámenes nos ofrecen además de bellos dibujos numerosos datos de cada uno de los examinados como nombre, apellido, origen, fecha en la que el examen tiene lugar, referencia a las distintas pruebas del examen y validez territorial del título obtenido.
En lo que respecta a los dibujos, algunos muy precisos y bellos son una buena representación de la joyería dieciochesca cuyos principales tipos muestran: lazo, cruz, sortija y peto. En los dibujos de plata figuran piezas de culto y otras de uso doméstico con predominio de la plata civil sobre la religiosa, lo que resulta interesante dada la considerable desaparición de este tipo de piezas, como hermosos dibujos de saleros, pimentero y palillero, pilas de agua bendita, despabiladeras, vacías de barbero, salvillas y una interesante colección de azafates que incluye 19 dibujos.
Si resulta interesante el estudio de los dibujos desde el punto de vista tipológico, no lo es menos si consideramos la evolución estilística que se aprecia en la evolución de los mismos a través del tiempo. En efecto, a lo largo de siglo y un tercio que abarca el Libro de exámenes, lógico es que se aprecien los cambios de gustos y la introducción de nuevas modas y estilos y ello a pesar de que la platería de Pamplona muestra cierta conservadurismo aunque a ella lleguen las novedades de la Corte y de las platerías vecinas, Aragón y de la propia Francia.
Dibujo del Libro de exámenes de Pamplona, conservado en el Archivo Municipal de Pamplona