26 de noviembre de 2013
Visita guiada
Artistas navarros en una coleccion pamplonesa
D. José María Muruzábal del Solar.
Doctor en Historia del Arte y comisario de la exposición
La familia Muruzábal se complace en ofrecer al público navarro, amante de las Bellas Artes, una completa selección de obras realizadas por artistas navarros, que forma parte de una amplia colección de arte que esta familia ha ido reuniendo a lo largo de los últimos sesenta años. El origen de la colección surge el ya lejano año de 1955 cuando José Mª Muruzábal del Val, trabajando en la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, recibió el encargo de su director, Miguel Javier Urmeneta, para montar una Sala de Exposiciones en los locales de la institución de la calle de García Castañón. Para la inauguración se contó con uno de los grandes artistas españoles de la época, Benjamín Palencia. Mi padre, José Mª Muruzábal del Val, se encargó de montar la sala y de su gestión desde ese momento, cosa que realizaría durante casi treinta años. Y a esta sala seguirían posteriormente las de Conde Rodezno, Tudela y los Pabellones de Mixtos y Horno de la Ciudadela de Pamplona.
Victoriano Juaristi
Virgen con el Niño, 1930-1935
Esmalte sobre cobre, 45 x 16 cm
José Mª Muruzábal del Val se enamoró de las artes plásticas, y en especial de la pintura. Y de esa manera fue cimentándose una relación estrecha, que acabaría en amistad personal y profunda con lo más granado de los artistas navarros del momento, con Jesús Basiano y sus hijos Jaime y Javier, con Lasterra, Eslava, Muñoz Sola, Martín Caro y Ascunce, con Lozano de Sotes y Francis Bartolozzi, con Gloria Ferrer, Monguilot, Idoate, Retana… la lista sería interminable. Y con ese trabajo y su relación con los artistas navarros fue surgiendo, casi sin querer, una colección de obras que no ha dejado de crecer desde ese año de 1955.
En estos momentos surge también mi relación con el mundo del arte, la de José Mª Muruzábal del Solar. Recuerdo con especial nitidez y cariño, las tardes de fin de semana acompañando a mi padre para montar alguna exposición a García Castañón. Estos recuerdos enlazan con mis estudios de Historia en la Universidad de Navarra, con especial dedicación a la Historia del Arte. Tras los estudios surge la dedicación a la enseñanza, pero sin dejar de lado la investigación de la historia del arte navarro de los siglos XIX-XX. Así se realizan los estudios acerca de Jesús Basiano o de Jesús Lasterra, ambos felizmente publicados, mi tesis doctoral sobre escultura pública en Navarra, aún inédita, o las docenas de artículos acerca de arte navarro. Y no podemos dejar de referirnos al montaje de exposiciones sobre arte y artistas navarros. Desde la década de los noventa, me incorporé también al coleccionismo activo, siempre en estrecha relación y colaboración con mi padre. A partir de ese momento la colección se va ordenando con un criterio riguroso y se va abriendo hacia otras disciplinas como la escultura o el esmalte.
Gerardo Lizarraga
Angustia, 1939
Carboncillo sobre papel
Nuestra colección tiene en la actualidad varios cientos de obras de pintura, escultura, grabado y dibujo, esmalte o forja artística. Más del 90% de la misma se refiere a artistas navarros. Para la exposición que nos honramos en presentar se ha seleccionado, de entre toda la colección, 165 obras de artistas navarros. La misma comienza con una buena obra de Vicente Berdusán y con numerosos grabados religiosos navarros del siglo XVII y XVIII. Es muy importante la presencia de los pintores navarros del siglo XIX, algunos de ellos muy poco conocidos. Se presentan obras de los pintores más conocidos, dos obras de Salustiano Asenjo, de las pocas que hay en navarra, de García Asarta, Zubiri, Larraga, Lorenzo Aguirre, etc. Y se presenta también obra de otros artistas mucho más desconocidos, como son los nombres de Martín Izangorena, Prudencio Pueyo, Natalio Hualde, Prudencio Arrieta o Fermín Lipúzcoa.
José María Ascunce.
Campos de Echauri, 1956
Óleo sobre tabla, 30 x 35 cm
La presencia de obras de los artistas de finales del XIX y principios del XX es numerosa y muy significativa. Aquí están Jesús Basiano, Pérez Torres, Javier Ciga, Lozano de Sotés y Francis Bartolozzi, Muro Urriza, Lizarraga, Cabasés, Crispín Martínez, Francisco Echenique, Karle Garmendia, Gustavo de Maeztu, Zudaire Iriarte, Gutxi, etc. Y comienzan las obras de escultura con Fructuoso Orduna o Rebolé. Tan significativa, o más, es la presencia de los artistas de mediados de siglo XX, la de Ascunce, Lasterra, Eslava, Muñoz Sola, Echauri, Beunza, Apezetxea, Ana Marín, Jaime y Javier Basiano, Martín Caro, Gloria Ferrer, etc.; en esta generación son numerosos los escultores como Ulibarrena, Orella o Loperena. Y junto a todo ello artistas actuales como Aizkorbe, Ciriza, Ilundain Solano, Tomás Sobrino, Morrás, Mikel Okiñena, Pikabea o Alfredo Zubiaur. Somos perfectamente conscientes que esta parte, la de los artistas actuales, se muestra incompleta. Ese es el reto de futuro, ir consiguiendo obras de artistas actuales de cara a completar la colección … en eso estamos.
Alfredo Sada
Abstraccion, 1979
Mármol en base de madera, 24 x 34 x 20 cm