11 de marzo
Ciclo de conferencias
DIFUSIÓN Y COMUNICACION DEL PATRIMONIO CULTURAL
El Patrimonio desde un museo universitario
D. Jaime García del Barrio
Director general del Museo Universidad de Navarra
El proyecto del Museo nace en el contexto del objetivo de impulso de las Humanidades en la Universidad de Navarra.
En el año 2008, la donación de una importante colección de arte de María Josefa Huarte Beaumont lanza el proyecto museístico. Desde su generosidad dona a la Universidad medio centenar de obras pictóricas y escultóricas de artistas renombrados, como Rothko, Picasso, Kandinsky, Oteiza o Tàpies. La hija del empresario y político navarro Félix Huarte acuerda con la Universidad que su donación se ponga al servicio de la sociedad en un edificio construido por Rafael Moneo y ubicado en el campus de la Universidad de Navarra.
Mark Rothko, Sin título, 1969
Museo Universidad de Navarra
Antoni Tàpies, L´Esperit català, 1971
Museo Universidad de Navarra
Pablo Palazuelo, El número y las aguas, 1978
Museo Universidad de Navarra
Asimismo, el fondo fotográfico que se venía desarrollando desde la donación en 1992 de la obra y colección del fotógrafo José Ortiz-Echagüe, es el primer legado que la Universidad de Navarra comienza a gestionar y que a lo largo de los años ha ido creciendo. Hoy, la colección cuenta con más de 14.000 fotografías y de 100.000 negativos desde el siglo XIX hasta la actualidad, constituyéndose así posiblemente como la colección más relevante de fotografía realizada en España. Con autores como Clifford, Laurent, Lecrerq, Capa, Beaucorps, y contemporáneos como Cohen, Bleda, Rosa y Fontcuberta, entre otros. Abarca la fotografía primitiva del siglo XIX hasta nuestros días, con artistas de procedencia nacional e internacional, pero centrados en España.
José Ortiz-Echagüe, Siroco el Sahara, 1965
Museo Universidad de Navarra
Jean Laurent, Puente sobre el Guadalete, Ferrocarril de Sevilla a Cádiz, 1867
Museo Universidad de Navarra
Joan Fontcuberta, Orogénesis, 2004
Museo Universidad de Navarra
El modelo de museo se inspira en otros de universidades americanas e inglesas exitosas, como Yale, Oxford, Harvard o Princeton. Estas instituciones buscan poner al servicio de la sociedad sus legados y colecciones con la finalidad de acercar el arte y provocar intercambios culturales e interdisciplinares entre su comunidad universitaria y el público en general.
El Museo Universidad de Navarra se suma a este modelo educativo y cultural y basa su misión en la investigación, la docencia y la difusión. Estos tres pilares son los que constituyen el programa educativo de la Universidad de Navarra desde su fundación. Y la creación de un centro artístico que integre estas notas constituye uno de los proyectos más ambiciosos que una institución académica puede desarrollar.
A través de la investigación, el Museo se caracterizará por un acercamiento multidisciplinar al arte en acompañamiento al artista. Al nacer en el corazón de un centro académico, estará rodeado de multitud de áreas de conocimiento, dando lugar a la investigación basada en sinergias. El Museo Universidad de Navarra busca puntos de encuentro entre el arte y las diferentes facultades, departamentos y escuelas, y representa un nuevo centro de referencia para la Universidad y su entorno.
Su vocación docente permite forjar un nuevo canal de formación de la comunidad universitaria, pues mejorará la calidad educativa en las aulas y ayudará a expandir el arte en todas las facultades y en la vida universitaria de los alumnos. Como centro de cultura visual contemporánea, perfeccionará y ampliará los horizontes culturales, artísticos y académicos de la Universidad de Navarra.
Además, con sus exposiciones, programas públicos, talleres educativos y una amplia programación de artes escénicas, el Museo participará en un diálogo entre su propia actividad artística y la vida cultural y creativa de Navarra, España y el resto del mundo.
Se concibe como un espacio aglutinador, una plataforma artística que debe impulsar el papel del arte en la vida universitaria y en la ciudad de Pamplona para convertirse en un espacio emblemático de comunicación con el ciudadano.
Estos objetivos se dan cita en un espacio diseñado por el arquitecto tudelano Rafael Moneo, único español Premio Pritzker. Definido por él mismo como su edificio más abstracto, dispone de 11.000 m2 útiles, distribuido en tres plantas. El edificio concede un gran protagonismo al hormigón, la madera y el alabastro. Además, el edificio alberga un Teatro con 700 localidades con el propósito de acoger la programación de artes escénicas –siempre conectada con el resto-, donde tienen cabida la música, la danza o el teatro. La unión de las artes plásticas y escénicas, en sintonía con toda la programación y actividad, será también una de las notas distintivas de esta iniciativa.