15 de diciembre
Conferencias
CICLO DE NAVIDAD
¿Qué dice el cine? La Navidad en la gran pantalla
Dña. Asuncion Domeño Martínez de Morentin
Cátedra de Patrimonio y Arte navarro
La Natividad de Jesús ha estado muy presente desde las primeras manifestaciones del arte cristiano, formando parte de la iconografía en pinturas murales, portadas, capiteles, retablos, cuadros, etc., e incluso ha generado un modelo de representación propio que ha adquirido una enorme popularidad en algunos países de occidente, como es el Belén.
Pese a que el arte ha ido excluyendo desde el siglo XIX –y muy especialmente en el XX- las escenas de temática religiosa de su producción, en favor de otros géneros, el cine, sin embargo, un medio relativamente joven, ha prestado atención a la figura de Jesucristo y a los temas bíblicos desde sus orígenes, de una manera más o menos continuada.
La industria cinematográfica ha generado dos tipos diferentes de películas en torno a la Navidad. Por un lado, encontramos películas que recrean con mayor o menor fidelidad los relatos evangélicos en torno a la vida de Jesús, de María o de alguno de los otros personajes que rodean este acontecimiento. Por otro lado, el cine nos ha regalado numerosas historias en las que se hace un canto al “espíritu de la Navidad”, entendido éste como ese tiempo en el que junto a las luces de colores y el árbol adornado afloran sentimientos de bondad, fraternidad, solidaridad… A ellas podríamos sumar una tercera categoría, la caracterizada por historias fantásticas en torno a la figura de la Navidad, más frecuentes en el terreno de la animación.
Películas basadas en relatos evangélicos
En el largo siglo de existencia del cine, se calcula que las películas dedicadas a la vida de Jesús rondan las 150. Debido a la parquedad de noticias que los textos evangélicos proporcionan en relación al Nacimiento de Jesús, el cine se ha centrado más en la recreación de aquellos acontecimientos de la vida de Cristo más ilustrados en los libros sagrados, como la Pasión o la propia vida de Cristo en cuyo recorrido se inserta la escena de la Natividad. El Nacimiento de Jesús, como episodio protagonista absoluto de un film, no aparece hasta fechas recientes, concretamente hasta la película Natividad, la historia (2006) de la directora americana Catherine Hardwicke, que realmente recrea la historia que transcurre desde la Anunciación a la Huida a Egipto.
Como en otros géneros cinematográficos, la narratividad de los episodios cristológicos va a experimentar un importante desarrollo desde los primeros films en los que las escenas se conciben como cuadros independientes presentados con un sentido teatralizante y pictórico, y una puesta en escena imbuida de una encantadora ingenuidad -Hermanos Lumière y Georges Hatot, La Vie et la Passion de Jésus-Christ (1898); Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet, Vie et Passion du Christ (1903-1906)-, pasando por la continuidad narrativa que se aprecia ya en la década de 1910 en cintas como Christus (1916) del director Giulio Antamoro –rodada íntegramente en localizaciones reales de Palestina y Egipto-, hasta las grandes superproducciones de Hollywood de los años 50 y 60, donde el cine hace un verdadero alarde de medios con la presencia de grandes estrellas de la cinematografía, la construcción de espectaculares decorados, una ingente cantidad de figurantes y una decidida apuesta por el empleo de la cuatricromía y de las pantallas de gran formato. Nicholas Ray y su película Rey de Reyes (1961) constituye un buen ejemplo de estas superproducciones; basada en el relato de los libros de Tácito, se interesa especialmente por recrear la historia política en torno al momento de la llegada de Jesús al mundo.
Vie et Passion du Christ, de Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet, 1903-1906
Precisamente, en los años 60, el director italiano Pier Paolo Passolini, se atreve a ofrecer una mirada radicalmente diferente a la del cine americano en su Evangelio según San Mateo (1964) en la que utiliza recursos poco convencionales a los que se unen las particulares ambientaciones y la presencia de actores no profesionales que rompen totalmente con los estereotipos de personajes que el cine había proporcionado hasta ese momento.
El Evangelio según San Mateo, de Pier Paolo Passolini, 1964
Franco Zeffierelli rebatirá esta interpretación en 1977 -y otras como el que Norman Jewison presentó con Jesucristo Superstar (1973) en las que el director italiano consideraba que se ofrecía una imagen distorsionada de Jesús- llevando a cabo una producción para la pequeña pantalla titulada Jesús de Nazareth, en la que con una cuidada puesta en escena nos ofrece la narración más completa de la vida de Jesús hasta el presente, prestando un importante atención a todo el ciclo de la Natividad-Infancia.
Jesús de Nazareth, de Franco Zeffirelli, 1977
Los años 90 despiertan el interés de la cinematografía por el personaje de María y en torno a la Madre de Jesús se van a rodar algunas películas comenzando por María de Nazareth(1995) del francés Jean Delannoy, a la que siguen otras como Mary, Mother of Jesus (1999) de Kevin Connor, Maria, figlia del suo figlio (2000) de Fabrizio Costa, la anteriormente citada Natividad, la historia (2006) o la producción italiana de televisión María de Nazaret (2012) de Giacomo Campiotti, que deja una muy bella estampa del alumbramiento en el Portal de Belén. Todas ellas recrean con detenimiento y un especial interés la ambientación de la Palestina del siglo I, sus paisajes, arquitecturas, costumbres, indumentarias… y ponen especial atención al episodio del Nacimiento, aunque obtendrán diferentes resultados en la definición de los personajes evangélicos. María sigue estando presente en un nuevo proyecto que se encuentra en fase de producción bajo el título Mary, Mother of Christ de Alister Grierson que se espera sea estrenado en 2016; con un enfoque netamente católico, la película ha contado con los mismos guionistas que versionaron La Pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson.
María de Nazaret, de Giacomo Campiotti, 2012
El cine entorno al “Espíritu de la Navidad”
La Navidad ha inspirado también otro tipo de películas que, alejadas del acontecimiento histórico de la ciudad de Belén, nos cuentan historias que transcurren en torno a la celebración de esta festividad en época contemporánea. Hollywood ha sido una de las industrias que más films ha producido, la mayor parte de ellos de escasa calidad y de carácter eminentemente comercial. En ellas se repiten algunos tópicos como calles cubiertas de nieve, las fachadas de las casas profusamente adornadas con luces, el personaje de Santa Claus llamando con su campana y, por supuesto, el “espíritu de la Navidad” que parece despertaren todos los personajes valores humanos, solidarios o de amor fraternal -Navidades blancas(1954), Historias de Navidad (1983), Los fantasmas atacan al jefe (1988)-.
Sin embargo, Hollywood también cuenta con algunos trabajos muy meritorios entre este tipo de películas. Posiblemente, la más conocida de todas ellas sea ¡Qué bello es vivir! (1946) de Frank Capra, un melodrama que ofrece una visión esperanzadora de la vida. Otros títulos que se pueden sumar a esta cinta son las comedias La mujer del obispo (1947) de Henry Koster y De ilusión también se vive (1947) de George Seaton.
¡Qué bello es vivir!, de Frank Capra, 1946
En Europa, esta vertiente del cine navideño se afronta, en general, desde una dimensión menos comercial. Tal es el caso de la cinta francesa Feliz Navidad (2005) que dirige Christian Carion, basada en una historia real sucedida en la Navidad de 1914, en plena Primera Guerra Mundial o de la española Plácido(1961), en la que Luis García Berlanga vierte una ácida crítica hacia la burguesía provinciana de los años 50. Tampoco podemos olvidar en la filmografía de nuestro país comedias como la de Juan Antonio Bardem titulada Felices Pascuas (1954) de marcados tintes costumbristas y nerorrealistas o la sempiterna Se armó el belén (1970) del director José Luis Sáenz de Heredia, protagonizada por el inefable Paco Martínez Soria, que sigue año tras año acompañándonos en la Navidad aunque sea desde la pequeña pantalla.
Feliz Navidad, de Christian Carion, 2005