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El Canal Imperial en Navarra.
Litografías de Henri Pierre Léon Pharamond Blanchard

CARMEN JUSUÉ SIMONENA

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Portada de la obra Memoria Histórica del Canal de Aragón: Noticia de las utilidades que produce, y esplicación de lo que contienen las láminas que se publican. BNE.

Henri Pierre Léon Pharamond Blanchard (Lyon, 1805-París, 1873) fue pintor de historia, escenas de género, retratos, paisajes, litógrafo e ilustrador. En 1819 entró en la Escuela de Bellas Artes, donde fue discípulo del grabador C. Chasselat y del pintor A. Gros. En 1825 viajó a Madrid llamado por José de Madrazo para formar parte del grupo de litógrafos extranjeros encargados de realizar la Colección litográfica de cuadros del Rey. Durante su estancia en la capital consiguió clientela como acuarelista y retratista, probablemente debido a la protección del infante Francisco de Paula, pintor y académico de San Fernando. En 1834 presentó en el Salón de París el lienzo Corrida de toros y al año siguiente regresó a España como experto e intérprete del barón Taylor, para conformar una galería de cuadros españoles destinados al Louvre.

Durante su estancia en España llevó a cabo una importante producción en el Real Establecimiento Litográfico, realizando gran número de estampas para la Colección litográfica de cuadros del Rey de España Fernando VII; 38 litografías para la Memoria Histórica del Canal de Aragón; 5 litografías publicadas con motivo de la jura de Isabel II (1833); así como Estampas para El Artista, 1834-1836, o Estampas para Álbum Sevillano por Vicente Mamerto Casajús, 1838, entre otras muchas obras.

La obra del artista y litógrafo francés nos interesa particularmente por las 38 litografías que elaboró para el libro Memoria Histórica del Canal de Aragón: Noticia de las utilidades que produce, y esplicación de lo que contienen las láminas que se publican, editada en Madrid en junio de 1833 en la imprenta de D. J. Palacios. Obra de gran interés, sin mención de su autor, pero que pudo ser él mismo o más probablemente tomado de la obra del conde de Sástago, Vicente Fernández de Córdoba y Alagón, que a la muerte de Pignatelli asumió el cargo de protector del Canal Imperial de Aragón y del Real de Tauste, en el que desarrolló una enorme labor y que había publicado en 1796 su Descripción de los Canales Imperial de Aragón y Real de Tauste, la primera obra de síntesis sobre el Canal, puesto que consultó directamente toda la documentación original desde la época de la Compañía de Badín, así como las memorias que escribió Pignatelli; él mismo se autocalificó como “...fiel recopilador de los escritos de mi antecesor”.

Respecto a la obra que nos ocupa, Memoria Histórica del Canal de Aragón: Noticia de las utilidades que produce, y esplicación de lo que contienen las láminas que se publican, la minuciosa descripción de las obras del Canal y la multitud de detalles y datos precisos, así como la claridad de las láminas que acompañan al texto y su proximidad histórica al desarrollo de los trabajos, hacen de este libro un documento de inestimable valor, tal y como apuntan A. de Las Casas Gómez y A. Vázquez de La Cueva.

Previamente a esta publicación se había editado Paseo pintoresco por el Canal Imperial de Aragón, o colección de vistas del mismo, publicados de orden del Rey Nuestro Señor Don Fernando VII. Se trataba de unos cuadernillos con litografías de buena calidad con diversas vistas del Canal, a las que acompañaba una memoria histórica que se enviaba por suscripción; es decir, en primer lugar se editaron los cuadernillos que después pasaron a formar el libro Memoria Histórica del Canal de Aragón: Noticia de las utilidades que produce, y esplicación de lo que contienen las láminas que se publican.

De las 38 litografías realizadas sobre el Canal Imperial de Aragón, 17 de ellas corresponden a Navarra (números 1 al 16 y número 19). Se trata de las siguientes imágenes: 1. Vista del Palacio llamado de Compuertas, tomado desde el Medio Día. 2. Puente de Formigales visto por la parte del norte y Almenara de San Carlos Borromeo. 3. Puente de Formigales, tomado desde frente a la posada. 4. Vista del Palacio de Carlos V tomada desde el río. 5. Vista de la casa llamada de los Patrones tomada desde el río. 6. Vista del dique tomado desde el río.7. Casas de los empleados, vistas desde la Almenara de San Carlos Borromeo. 8. Sitio donde desembarcaron SS. MM. cerca de la casa de Compuertas. 9. Posada del Bocal tomada desde la orilla derecha del Canal. 10. El almacén viejo y el horno en El Bocal. 11. Casa de Compuertas tomada por la parte del Norte. 12. Embarcadero del Palacio Viejo y Casa del Cura. 13. Vista del Palacio de Carlos V tomada de frente de la iglesia. 14. Vista de la Casa de Compuertas tomada de Poniente. 15. Vista de la Fachada principal del Palacio de Carlos V. 16. Vista de la iglesia del Bocal. 19. Casa de Compuertas del Real Bocal tomada de la parte de Levante.

Al pie de cada lámina, aparece una leyenda a la izquierda que dice, “F. Blanchard lo dibujó y litografió”, y a la derecha en otra leyenda con abreviaturas, “Est. en el Real Establecimiento Litográfico de Madrid”. Probablemente, la razón que llevó a la Compañía del Canal a imprimir su Memoria en Madrid no sería otra que la de que el establecimiento litográfico estaba en dicha capital. Se fundó en 1825 con el fin de publicar la colección de cuadros de Fernando VII y se instaló en el recién fundado Museo Real de Pinturas, actual Museo del Prado. Su director, el pintor José de Madrazo, presentó al rey una nueva técnica de grabado, la litografía, que había conocido durante su estancia en París, y al ser del agrado del rey, el Real Establecimiento Litográfico siguió adelante. En sus inicios contó con grabadores extranjeros, entre ellos Léon Pharamond Blanchard.

En el presente trabajo se ha utilizado la digitalización de la obra Memoria Histórica del Canal de Aragón: Noticia de las utilidades que produce, y esplicación de lo que contienen las láminas que se publican de la Biblioteca Nacional de España (BNE).

1. De la Acequia Imperial al Canal imperial

El Canal Imperial de Aragón constituye una de las más importantes obras de ingeniería hidráulica realizadas en Europa durante el siglo XVIII. Concebido inicialmente como Acequia Imperial impulsada por Carlos V, proyectada y construida entre 1529 y 1539 por Gil de Morlanes, fue empresa de grandes dimensiones. El agua se sacaba de Fontellas y contó con una presa de sillería en dirección diagonal, una casa de compuertas sobre cuatro bocas o Palacio de Carlos V, viviendas, almacenes, un largo canal de dimensiones y nivelación variable, se levantaron puentes, almenaras de desagüe y un sifón de bóveda de sillería para cruzar el gran obstáculo que suponía el río Jalón, por donde el agua cruzaba subterráneamente el río. La Acequia seguía luego por términos de la villa de Alagón, hasta los llanos de Pinseque y parte del término de Garrapinillos, de Zaragoza, y no llegó a pasar de esta zona.

Después de diversos problemas generados en la Acequia como la rotura de la presa por una gran avenida del río Ebro en 1722, dejándola fuera de servicio, dificultades en el arrendamiento de las aguas o fallos técnicos en la construcción, en 1738 la vieja Acequia Imperial paso a convertirse en instrumento de un objetivo mucho más ambicioso: el proyecto de un canal navegable formando parte de un sistema de navegación que uniría la cuenca del Ebro con el Mediterráneo. De esta manera, la tarea de reconstrucción y transformación de la Acequia Imperial en Canal Imperial fue la más importante obra hidráulica y de ingeniería acometida por la monarquía ilustrada en la segunda mitad del siglo XVIII, empresa que responde a la política de obras públicas emprendida por el Estado.


Vista aérea de El Bocal de Fontellas con el río Ebro, el azud y la Casa de Compuertas. Foto Blanca Aldanondo. Diario de Navarra.

La obra arranca de la margen derecha del Ebro, en El Bocal, situado en término de Fontellas, unos 7 km aguas abajo de Tudela. Desde allí sigue trayectoria prácticamente paralela al río por los términos de Fontellas, Ribaforada, Buñuel y Cortes; y ya dentro de Aragón, llega hasta Fuentes de Ebro, donde acaba su recorrido de 110 km, tras haber salvado un desnivel de 125 m y encauzado un caudal que oscila entre los 25 y 30 m³/s, que permite el riego de más de 25 000 hectáreas y abastecimiento de agua.

Las acciones encaminadas a su rehabilitación culminaron en la construcción del nuevo canal de tal manera que el proyecto que en 1745 habían presentado B. Lana y S. Rodolphe para la reconstrucción de la acequia como canal de riego y navegación volvió a retomarse en 1757. Tras diversos proyectos como el de A. Badin y C. J. Krayenhoff, el nombramiento del canónigo zaragozano Ramón de Pignatelli como protector del Canal en 1772, con el apoyo del conde de Aranda, imprimió un giro radical al proyecto. Hombre enérgico y gestor eficiente, contrató al ingeniero francés Gil Pin, director del Canal del Languedoc, para que supervisara la obra.

A su regreso a Francia, quedó como director técnico el ingeniero militar Julián Sánchez Bort, autor del proyecto definitivo del acueducto sobre el Jalón, y el también ingeniero Joaquín Villanova, hombre de confianza de Pignatelli que sustituía a Sánchez Bort en sus ausencias. Pignatelli adquirió grandes conocimientos de ingeniería hidráulica y formó un equipo de técnicos que cumplieron sus ideas y proyectos, que ejecutaron los planos de detalle y edificaciones. En ese equipo destacaron el arquitecto Gregorio Sevilla y Fernando Martínez Corcín, que sucedería desde 1782 al anterior.

Tal y como menciona J. M. Torres Pérez a Julián Sánchez Bort (1725-1781), debemos considerarlo como el ingeniero que supo retomar las mejores soluciones y elementos aportados por los ingenieros que le precedieron en esta empresa. De A. Badin incorporó la idea del acueducto; el proyecto de Lana y Rodolphe le sirvió para conducir el cauce por el trayecto de la antigua Acequia Imperial; el azud construido por Gil de Morlanes fue pensado para apoyar su presa; y el proyecto de Kraijenhoff le valió de orientación para trazar la prolongación del Canal.

Las obras del Canal Imperial son una magna realización de la ingeniería hidráulica española durante el reinado de Carlos III y constituyeron un magnífico ejemplo de la intervención de los ingenieros militares que tomaron modelo del Canal de Languedoc.


El Bocal de Fontellas. Casa de Compuertas.
 

2. Edificios e instalaciones hidráulicas en Navarra

En el espacio denominado El Bocal Real en término de Fontellas, donde tiene su origen el Canal Imperial, destacan un conjunto de importantes construcciones emplazadas dentro de los límites de Navarra, entre ellas la Presa de Pignatelli o presa principal, perpendicular al río Ebro con el fin de derivar sus aguas al cauce del Canal. Más de 1 500 personas trabajaron en la construcción de la presa, que tiene una longitud de 233’88 m, una anchura de 34’1 m y una altura de 4’62 m. Se trata de una presa de gravedad con un emparrillado de pilotes de madera, que forman una cuadrícula, y un relleno de mortero; sobre esta cimentación se levanta el cuerpo de la presa, realizado en hormigón con mortero de cal y revestido con sillares.

Destaca asimismo la Casa de Compuertas, proyectada por Gregorio Sevilla y Pignatelli en 1778 y ejecutada entre 1780 y 1787, situada en un extremo de la presa. Bajo ella pasan las aguas del Ebro al Canal a través de once bocas de 1’67 m de anchura y 2’22 de altura, cada una de ellas con su correspondiente compuerta. Pignatelli levantó esta casa utilizando además planos de L. Chimioni y F. Martínez Corcín, aunque realizó importantes modificaciones, como la de añadir una tercera planta.

En 1873, una gran riada provocó la rotura de la presa y causó graves daños en el edificio, lo que obligó a una reparación de envergadura que llevó a cabo M. Royo y Urieta, director del Canal durante años, introduciendo cambios como la supresión de la escalera del testero sur y la construcción de una torre de ladrillo que ocultaba un nuevo depósito de agua.

Ubicada aguas abajo de la presa de Pignatelli, se encuentra la Presa de Carlos V, comienzo de la primitiva Acequia Imperial construida por Gil Morlanes hacia 1530. Emplazada en dirección oblicua al cauce del Ebro, tiene planta recta con 3,50 m de altura y 338 de longitud. Con un sistema constructivo semejante a la de Pignatelli, actualmente solo se conservan algunos restos, como el cuerpo de la presa de hormigón de cal y algunos sillares de la coronación. Entre ambas presas, por la margen izquierda del río, hay una distancia de apenas 500 m. Cuando Pignatelli se hizo cargo de las obras del Canal, la opinión generalizada de los ingenieros era la de destruir esta antigua presa y utilizar su material en la construcción de la nueva, lo cual no se realizó y supuso un acierto.

El Palacio de Carlos V fue también realizado por Gil Morlanes en el siglo XVI, aunque ha sufrido sucesivas reformas. Es posible que la última de ellas fuera hecha por M. Royo tras los desperfectos ocasionados por la gran riada de 1873, con la construcción de una nueva fachada, con porche en la planta baja y galería acristalada en la principal. Actualmente está rodeado de un jardín con curiosas especies botánicas y junto a él se encuentra la iglesia de San Carlos Borromeo del siglo XVIII. Además, entre el Palacio y el Canal se construyó un poblado que servía para albergar a los operarios encargados del mantenimiento, contando también con una posada para los viajeros que utilizaban el canal.


Imagen actual de la capilla Neoclásica de San Carlos Borromeo.

Estructuras de gran interés, además de elementos importantes y necesarios en el canal, son los puentes que cruzan su cauce y que fueron levantados al mismo tiempo que la obra. Uno de ellos, emplazado en Navarra a la entrada de El Bocal es el Puente de Formigales, de buena factura y bien conservado. Se construyó totalmente en piedra caliza y tiene bóveda rebajada, rasante horizontal y planta en forma de “Y” para salvar, en uno de sus extremos, el desagüe de la almenara de San Carlos que se encuentra adosada a él. Tal y como apuntan A. de Las Casas y A. Vázquez, decía el conde de Sástago que “desde el Puente de Formigales, tendiendo la vista hasta la Casa de Compuertas llamada San Carlos, resulta el punto de óptica más hermoso de todo el Canal”.

El segundo de los puentes navarros, recientemente restaurado por el Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, es el Puente de Cortes, aunque hubo otros como el de Ribaforada y el de Buñuel ya desaparecidos. Esta obra hidráulica, fechada alrededor de 1796 cuando se terminaban los trabajos del Canal Imperial, es la única que queda en pie de su tipología –con un arco, de ladrillo y con pretiles de piedra sillar–. Solamente otros cinco más, de tipología diferente, se conservan íntegros en el canal. Se trata del Puente Formigales, en Fontellas; Valverde, en Mallén; Acequia de Pedrola, en la Ribera de Jalón; Clavería en Garrapinillos; y el de la Almenara de Casablanca, en Zaragoza.

Respecto a las obras que se construyeron a lo largo de todo el trazado, es interesante señalar, tal y como mencionan De Las Casas y Vázquez, que fueron de una gran variedad y complejidad, atendiendo a los diversos usos y necesidades que generaba una empresa de estas características. En el Canal se pueden encontrar presas, casas de compuertas, esclusas, almenaras, puentes, acueductos, alcantarillas, caminos, molinos, batanes, norias, dársenas, embarcaderos, posadas, almacenes, viviendas, hospitales, escuelas, la bonita iglesia neoclásica dedicada a San Carlos Borromeo y hasta un pequeño teatro para diversión de los que allí trabajaban; es decir, incluía todos los elementos para facilitar la vida de sus habitantes.

En 1985 se integró, con todo su patrimonio, en la Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo encargado actualmente de su gestión. Actualmente, el Palacio de Carlos V está rodeado de bellos jardines que incluyen el llamado “laberinto Carlos”, que supera los 1700 m², y un gran roble de más de 30 m de altura, posible testigo del nacimiento del Canal Imperial, de tal manera que el poblado de El Bocal es un entorno interesante desde diversos puntos de vista tales como paisajístico, arquitectónico, histórico, hidráulico…, lo que desde 2004 le ha valido la declaración de Bien de Interés Cultural.

En esta visita virtual se presentan 18 litografías del Canal Imperial de Aragón en su tramo navarro. Los textos que las acompañan son los realizados por el propio autor que las dibujó en la obra Memoria Histórica del Canal de Aragón: Noticia de las utilidades que produce, y esplicación de lo que contienen las láminas que se publican, dado que son lo suficientemente claras y explicativas del contenido. Otros detalles de los diversos edificios se ofrecen en el apartado inicial de esta presentación: “El Canal Imperial. Construcción e instalaciones hidráulicas en Navarra”.
 

Lámina I. Vista del Palacio llamado de Compuertas, tomado desde el Medio Día. La vista del costado del Palacio nuevo, llamado de Compuertas, por debajo del cual entran las aguas del río Ebro en el Canal. Se presenta una magnífica escalinata para subir al dicho Palacio, cuya vista está tornada desde el mediodía, teniendo a su derecha al río Ebro y a su izquierda, la margen del Canal, toda cercada de grandes arboledas.
 

Lamina II. Puente de Formigales visto por la parte del norte y Almenara de San Carlos Borromeo. Vista de un trozo de muralla contiguo al Puente llamado de Formigales, tomada por la parte del Norte, debajo de la Almenara de San Carlos Borromeo, que es la que forma el primer desagüe o escorredor que tiene el Canal al río Ebro, por el arco que se describe debajo de la dicha muralla. A derecha e izquierda de este sitio se ven muchas arboledas, que forman una perspectiva agradable.
 

Lámina III. Puente de Formigales, tomado desde frente a la posada. La vista del Puente de Formigales tomada desde la posada de El Bocal. Este puente es el primero que tiene el Canal en todo su curso: está construido de piedra sillería y por él pasa el camino real para Tudela y los demás pueblos de Aragón y Navarra. Se ve todo el curso del Canal y a su izquierda, la Almenara de San Carlos y el arco del puente por el que pasan las caballerías que conducen los barcos.
 

Lámina IV. Vista del Palacio de Carlos V tomada desde el río. Vista del Palacio llamado de Carlos V, tomada desde el río por la parte del Norte. Su fachada representa ser una obra agregada al edificio antiguo, hecho todo de cantería, siendo esta última de ladrillo.
 

Lámina V. Vista de la Casa llamada de los Patrones tomada desde el río. Vista del río Ebro y de su orilla derecha; a espaldas del Canal; y en el intermedio de ambas se representan las casas llamadas de los Patrones, las que se construyeron cuando se hacían las obras de El Bocal y de la Presa, y sirvieron para habitación de los patrones de los barcos, y de otros operarios que trabajaban en dichas obras; y en el día las habitan los pescadores que tienen arrendada la pesca del río.
 

Lámina VI. Vista del dique tomado desde el río. Vista de la gran muralla construida en la orilla izquierda del río Ebro, en la parte superior de la presa, con la que forma un ángulo recto. Se hizo esta obra para contener las aguas del río, las que, con motivo de una furiosa avenida de este, sucedida cuando se estaba haciendo la presa, rompieron por aquel punto, desviándose de su cauce natural; para que volvieran a este la hizo el señor Pignatelli de piedra sillería, a todo coste, asegurándola por su espalda con unos machones y estribos terribles para su mayor firmeza y seguridad.
 

Lámina VII. Casas de los empleados, vistas desde la Almenara de San Carlos Borromeo. Vista de las casas de los Empleados que habitan en El Bocal, de la posada pública, y de los almacenes que hay en este recinto, tomada desde la almenara de San Carlos Borromeo.
 

Lámina VIII. Sitio donde desembarcaron SS. MM. cerca de la Casa de Compuertas. Vista del desembarco de los Reyes Nuestros Señores Don Fernando y Doña María Josefa Amalia, en el mes de mayo de 1828, cuando pasaron a ver las obras de El Bocal, en el sitio contiguo al Palacio nuevo de Compuertas, el cual no se llega a descubrir en la lámina. Se trata del rey Fernando VII y María Josefa Amalia de Sajonia, hija del príncipe Maximiliano de Sajonia y la princesa Carolina de Borbón-Parma, tercera esposa de Fernando VII, que contrajeron matrimonio el 20 de octubre de 1819.
 

Lámina IX. Posada de El Bocal tomada desde la orilla derecha del Canal. Vista de la posada de El Bocal, y de la llegada del barco ordinario al desembarcadero de este sitio. Se ven los carruajes que esperan a los pasajeros que vienen en el barco para conducirlos a Tudela.
 

Lámina X. El almacén viejo y el horno en El Bocal. Vista del Almacen de paja y del Horno situados en la plaza de la Iglesia de El Bocal, inmediatos a la orilla del río Ebro y al Palacio de Carlos V.
 

Lámina XI. Casa de Compuertas tomada por la parte del Norte. Vista del costado del Palacio nuevo de Compuertas, por la parte del Norte, opuesto al de la Lámina I. Al lado izquierdo se describe un arco de cantería, que forma un pequeño puente con su escalinata para el paso, debajo del cual está la Esclusa que tiene el Canal para su comunicación con el río. Más atrás se descubren las ruedas de la máquina que se usa para la limpia de la playa del río delante de las bocas del Canal.
 

Lámina XII. Embarcadero del Palacio Viejo y Casa del Cura. Vista de un trozo del Canal antiguo de Carlos V y de su embarcadero junto al Palacio del mismo. La casa que se ve de costado es la destinada para el Cura de El Bocal, y los demás edificios que se descubren son para otros dependientes.
 

Lámina XIII. Vista del Palacio de Carlos V tomada de frente de la Iglesia. Vista por un costado del Palacio de Carlos V y del puente de madera para el paso del Canal. A su lado están las ruedas de las esclusas antiguas que hay en este Canal, según el uso de aquellos tiempos.
 

Lámina XIV. Vista de la Casa de Compuertas tomada de Poniente. Vista del Palacio nuevo de Compuertas, en el que se ven parte de las bocas por las que el agua del río sale al Canal, tomada por la parte de Poniente desde el mismo Canal.
 

Lámina XV. Vista de la fachada principal del Palacio de Carlos V. Vista de la fachada principal del Palacio de Carlos V que da frente a este Canal, y en la parte baja del edificio se designan las cuatro bocas por las que entraba el agua del río, las que en el día están tabicadas por no hacerse uso de ese canal. En la puerta principal hay una cadena que demuestra el haberse aposentado los Reyes Nuestros Señores en este Palacio en el año de 1828.
 

Lámina XVI. Vista de la iglesia de El Bocal. Vista de la Capilla del Bocal en el acto de salir de ella una procesión.
 

Lámina XIX. Casa de Compuertas del Real Bocal tomada de la parte de Levante. Vista del Palacio nuevo de Compuertas del Bocal, tomado su frente desde el río Ebro, por la parte de Levante, y se designan las bocas por donde entra el agua del río al Canal; a la mano izquierda se manifiesta la presa y una escalinata para bajar a esta; a la derecha, el arco de la Esclusa de comunicación del río con el Canal y delante está colocada la máquina que se usa para limpiar la playa del río, colocada dentro de un pontón o barco para moverla a todos lados, según es necesario.

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