La pieza del mes de marzo de 2021
ATRIL DE ALTAR. MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL DE FITERO
José Ignacio Rodríguez
Doctor en medicina y cirugía
La pieza que se presenta este mes, un atril de altar, es una obra algo deteriorada, debido a lo cual dejó de utilizarse y cayó en el olvido. Afortunadamente, el profesor Ricardo Fernández Gracia puso en nuestro conocimiento la existencia de este atril, de gran interés por ser único en su género.
Atril de altar del monasterio de Fitero.
Se trata de un atril de altar que fue realizado para el uso de los monjes cistercienses del monasterio de Santa María la Real de Fitero. Este hecho, y el que esté decorado con un escudo eclesiástico identificado como el de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra, así como el no conocerse otros atriles de altar de los cistercienses peninsulares, ni en España ni en Portugal, lo convierten en único. Así mismo, es de reseñar que esté decorado con el escudo de la Congregación a la que estuvo adscrito el monasterio de Fitero desde 1631, tanto porque se conservan muy pocos ejemplos de ese escudo, como porque es el único de la Congregación cisterciense navarro-aragonesa que existe en Fitero, tal y como se desprende de nuestra reciente revisión de su heráldica.
Atril de altar del monasterio de Fitero.
Elaborado en madera, presenta cuatro patas en tijera; las delanteras, rectas unidas mediante una triple arcada de perfil convexo, y las traseras, curvas. Faldón rectangular con la parte superior lobulada, liso en el anverso y con decoración de retícula romboidal incisa en el reverso, que se continúa en el cuerpo que une las dos patas delanteras, y bisagra a modo de cordón. Respaldo rectangular centrado por el escudo de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra, sin la corona de remate, cuya superficie pulida contrasta con el trabajo picado sobre el que se asienta. Este escudo queda enmarcado por sendas molduras convexas a modo de volutas situadas en los bordes laterales.
Atril de altar del monasterio de Fitero.
El escudo ocupa la totalidad del respaldo, inscrito en un óvalo que tuvo una corona a modo de copete, lo que indicaba la protección real que disfrutaba la Congregación, y tiene una mitra y un báculo en el timbre como símbolos de su alta jerarquía eclesiástica. Además, un detalle muy significativo es que el escudo está acolado sobre una gran cruz flordelisada de la Orden Militar de Calatrava, de la que solo se ven los extremos. El campo del escudo es partido y tiene en la partición superior, en el centro, en jefe, el blasón de la Orden de Cister, tal como lo describió Cocheril, acotado por las cruces de órdenes militares peninsulares: a su diestra una cruz flordelisada (Orden de Alcántara de España) y una cruz patada (Orden de Cristo de Portugal); y a su siniestra una cruz flordelisada sobre dos aves (Orden de Avis de Portugal) y una cruz simple (Orden de Montesa de España). En la partición inferior del escudo están las armas reales de Aragón y de Navarra y, en punta, una flor de lis.
Escudo de la Congregación cisterciense de Navarra y Aragón en el atril.
La formación de la Congregación que agrupó los monasterios cistercienses de Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares y Navarra fue tardía (1631) y forzada tras largas y fuertes presiones de la monarquía y del papado. Se consiguió que los monjes y monasterios navarro-aragoneses aceptaran hacer reformas que ya llevaban dos siglos implantadas en los monasterios cistercienses de la Corona de Castilla, pero no lograron que se desvincularan del control exterior que ejercía desde Francia el capítulo general de la Orden de Cister, ni que dejaran de obedecer al abad general de Citeaux. Conociendo estas circunstancias, es fácil entender lo que quisieron expresar en su escudo y es asombrosa la sencillez con la que mostraron la relación que mantenían con la Orden cisterciense. Para que no hubiera duda de que seguían aceptando la autoridad de la Orden, colocaron el escudo de Citeaux en la parte más noble del escudo (en la zona superior, en jefe) y para especificar que eran cistercienses españoles, colocaron el escudo de la Congregación sobre una gran cruz de la Orden de Calatrava, y al lado del escudo de Citeaux pusieron las cruces de las órdenes militares de la península ibérica dependientes de Calatrava, que también eran de obediencia cisterciense y seguían la Regla de san Benito; además, para especificar que eran monjes y monasterios de diferentes reinos, colocaron el escudo de la Corona de Aragón y del reino de Navarra uno junto al otro.
Gracias a De Pascual, sabemos que el último vicario general de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra, don Bruno Lafuente y Moreno (1813-1887), conservó tras la desamortización una serie de objetos que se guardaron en el monasterio cántabro de Viaceli, y que tras su recuperación y puesta en valor se depositaron en Poblet, uno de los monasterios todavía habitado por cistercienses. Entre estos materiales hay un impreso firmado por el vicario general en 1875 que está timbrado con un escudo de la Congregación, y también cuatro sellos con el escudo oficial (dos de ellos en bronce y otros dos de escayola). Es seguro que el escudo que hay en esos sellos es el que identificaba a la Congregación navarro-aragonesa, porque tienen una leyenda alrededor que lo especifica y que no deja lugar a la duda:
SIGIL*CONGRE*CISTER*ORDINI*CORONA*ARAGONUM*E*NAVAR*
El escudo del atril de Fitero es en todo idéntico al que timbra el impreso citado y prácticamente igual al que tienen los sellos conservados de la Congregación.
Izq.: escudo de la Congregación cisterciense de Navarra y Aragón en un impreso oficial. Der.: escudo de la Congregación cisterciense de Navarra y Aragón
en un sello en bronce.
Los dos escudos anteriores, salvando las obvias desigualdades de los adornos externos (corona real y demás) en uno y la leyenda de alrededor en el otro, son cuasi iguales, pero no idénticos. Las diferencias no están en los blasones de Citeaux, Aragón y Navarra, que son los canónicos, ni en la mitra y el báculo que llevan el timbre, y tampoco en la cruz flordelisada de la Orden de Calatrava sobre las que están acolados. Las divergencias se encuentran en las cuatro cruces de las órdenes militares junto al blasón de Citeaux; son variaciones sutiles, pero trascendentes en el simbolismo e interpretación de las figuras. Así, coinciden en que hay una cruz flordelisada sin símbolos específicos (Orden de Alcántara) a la diestra de Citeaux y en que hay una cruz simple de la Orden de Montesa abajo a la siniestra; sin embargo, las otras dos cruces no son iguales en ambos escudos. En el escudo del impreso, la cruz flordelisada siniestra es seguro la cruz de la portuguesa Orden de Avis por tener dos aves (como en el atril), pero en el escudo del sello esa cruz no tiene símbolos específicos; la otra diferencia está en la también portuguesa cruz de la Orden de Cristo, que es triangular en uno y patada en el otro. En nuestra revisión de las cruces de órdenes militares hemos encontrado que esas son formas frecuentes de representar a la Orden de Cristo de manera atípica, pues esa cruz debía ser potenzada.
Esas sutiles variaciones condujeron a interpretaciones inexactas del escudo por parte de los dos monjes heraldistas cistercienses españoles que han tratado el tema. En 1936, fray Amadeo García Rodríguez, monje de Viaceli, hizo un extraordinario dibujo a plumilla del Mapa de la España Cisterciense en el que incluyó, en la orla que lo rodea, el escudo de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra. Este autor, que debía de conocer sin duda los documentos del vicario general guardados en su monasterio, dibujó el escudo de esa Congregación como el de los sellos, porque no incluyó los dos pajaritos en la cruz flordelisada siniestra. Fray Alberto Gómez González, monje de San Isidro de Dueñas (Palencia), tuvo el enorme mérito de hacer 20 años después, en 1956, la primera revisión de la heráldica cisterciense, en la que incluyó un dibujo coloreado del escudo de la Congregación navarro-aragonesa, haciendo constar que el dibujo era copia de un sello de la Congregación que pudo ver en una visita a Viaceli; lo describió así:
cortado y medio partido: el 1º de plata, sobre el todo el del Cister, acantonado por las cruces militares de Calatrava, Alcántara, Temple (¡ ?) y Montesa, el 2º palado de oro y gules, que es de Aragón, el 3º de gules, a la cadena de oro, que es de Navarra; en punta, lis dorada sobre azur.
Es decir, que fray Alberto en su copia obvió no solo los adornos externos que tiene el escudo del sello, sino que también, y eso es lo más trascendente, eliminó la gran cruz de Calatrava (igual que hizo el otro monje) sobre la que está acolado el escudo de la Congregación. Como solo dibujó las figuras que están dentro del campo y como la cruz de Calatrava era obligatoria, consideró que era una de las dos cruces flordelisadas era la de Calatrava (y, consecuentemente, la dibujó en color rojo), mientras que la otra cruz flordelisada la asignó a Alcántara (y la dibujó en verde), quedando de esta forma excluida la cruz de la Orden de Avis. Además, la cruz triangular no la identificó como de la Orden de Cristo, sino que la asignó al Temple, aunque con sorpresa (“¡”) y duda (“?”), porque no fue una orden de obediencia cisterciense.
Izq.: dibujo a plumilla del escudo de la Congregación de la Corona de Aragón y Navarra en el Mapa de la España Cisterciense de fray García Rodríguez (1936). Der.: dibujo coloreado del escudo de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra, según fray Gómez González (1956).
Izq.: cruz de la Orden de Calatrava rodeada de las cruces de Alcántara (en verde) y Avis, Montesa y Cristo en rojo, como la madre de las otras órdenes militares cistercienses. Pintura en la biblioteca del monasterio de Fitero. Der.: portada de las Diffiniciones de la Orden y Caballeria de Calatrava (1660). Detalle.
La heráldica que se conserva en la biblioteca nueva de Fitero no sustenta la interpretación de los monjes anteriores y sí apoya que el escudo de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra tiene las cruces de las cinco principales órdenes militares cistercienses.
En la biblioteca, que está situada en el claustro alto, hay dos escudos pintados que son iguales y que están uno frente a otro en los extremos de la sala; están fechados en 1614, por lo que son anteriores a la formación de la Congregación. Los escudos tienen 5 cruces. En el centro hay una gran cruz flordelisada de color rojo (Calatrava) que está cantonada por otras cuatro cruces más pequeñas: las dos de arriba son flordelisadas, una de color verde (Alcántara) y otra roja con dos pajaritos (Avis); y las dos de abajo son una potenzada roja cargada con una simple de plata (Cristo típica) y la otra es una cruz simple roja (Montesa). Cada uno de los escudos tiene debajo un lema con claros mensajes; uno recuerda que en Fitero se originó la Orden de Calatrava y que esta fue la madre de las otras órdenes (calatravae militiae mater. fitero) y el otro rememora que san Raimundo fue el primer abad y fundador de Fitero y de Calatrava en el año 1158 (Huius fundator S. Raymundus. Primus Abbas Fiterii et Militiae Calatravae. A 1158).
La lectura e interpretación de estas cinco cruces parece sencilla, pero se complica al advertir que hay dos cruces flordelisadas de color rojo. Como por lógica no hay duda de que la cruz de mayor tamaño es la de Calatrava, la pequeña no puede ser también Calatrava y menos aún si tiene dos pajaritos que son impropios de esa Orden; por lo tanto, la flordelisada de color rojo pequeña corresponde a la cruz de Avis que, en vez de tener su color verde habitual, es roja como lo fue en los comienzos de la Orden, tal como refiere Olival.
La iconografía de la portada de las Diffiniciones de la Orden y Caballeria de Calatrava (Madrid, 1660) también apoya que el escudo de la Congregación cisterciense de la Corona de Aragón y Navarra incluye las cruces de las cinco principales órdenes militares cistercienses con Calatrava en posición preeminente. En esa portada se pone de manifiesto que debajo y unidos al escudo de Calatrava hay otros dos escudos iguales de menor tamaño (Alcántara y Avis) y, de estos, los de Montesa y Cristo; el escudo de Calatrava tiene, además, corona real y por encima un lema tomado de Cant. 4,1: Mille clypei pendent ex ea omnis armatura fortium (“de la torre están pendientes mil escudos, todos de valientes”).
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
COCHERIL, M., “Sceaux et blasons”, Collectanea Ordinis Cisterciensium Reformatorum, t. XIV, 1952, pp. 161-177. El escudo de Cister tiene “las antiguas armas de Borgoña puestas sobre las de Francia. En un primer plano están las armas de Francia: de azur sembrado de flores de lis; en el segundo están las bandas de oro y de azur del escudo de Borgoña; el tercer plano es la bordura de gules que tiene el anterior”.
DE PASCUAL, F. R., “A propósito de un sello, archivos y memoria: nota aclaratoria”, Cistercium, 275, 2020, pp. 123-129.
GÓMEZ GONZÁLEZ, M. A., “Heráldica Cisterciense Hispano-Lusitana”, Hidalguía, 19, 1956, p. 873.
OLIVAL, F., “Cister e as Ordens Militares de Avis e Cristo (séculos XVI-XVIII)”, en FERNANDES MARQUES, M. A. y AMARAL, L. C. (coords.), Monasticon (II): nos caminos de Cister. Livro do VII Encontro Cultural de São Cristóvão de Lafões, 2013, pp. 61-74.
RODRÍGUEZ, J. I., “Heráldica cisterciense en los monasterios de la Corona de Aragón y Navarra”, Cistercium, 275, 2020, pp. 85-121.
RODRÍGUEZ, J. I., Cruces de órdenes militares usadas por cistercienses y benedictinos de España y Portugal. Catálogo-guía. Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, Madrid, 2020, pp. 52-55.