La pieza del mes de marzo de 2023
EN TORNO A LA INSCRIPCIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DE IRURITA, OBRA DE JUAN DOMINGO OLIVIERI, DE 1749
Ricardo Fernández Gracia
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro
Universidad de Navarra
Entre las obras que dejaron noticia de su origen, motivación, nombres y fechas, destaca por su valor la Virgen del Rosario de Irurita, obra de Juan Domingo Olivieri (1749), sufragada por los hermanos Goyeneche. La paternidad de la escultura fue dada a conocer por la profesora García Gainza en 1986, que ofreció una primera lectura de la inscripción.
Nuestra Señora del Rosario de la parroquia de Irurita,
por Juan Domingo Olivieri, 1749.
El texto aporta tres aspectos de información: el primero referente a los financiadores, el segundo, a la motivación, y el tercero, a los artistas. Vamos a detenernos en estas materias intentando penetrar más allá del texto propiamente dicho. Para su lectura, proponemos esta ordenación: “JPH YGº, THOMAS Y PEDRO FRANCº DE GOYENECHE, A DEBOZ. DE MARIA MARTIA(RENA). EN MADRID AÑO DE 1749. ECHª Pr OLIVIERI ESCR. PINTO PEÑA”.
En cuanto a los donantes, no son dos –Tomás y Pedro Francisco–, sino tres, ya que también participó el hermano de ambos, José Ignacio de Goyeneche y Martiarena. Todos ellos naturales de Elizondo, eran hijos de Juan de Goyeneche y Erráuriz, dueño de la casa solar de Martiarena de Arizcun, y María de Martiarena, que contrajeron matrimonio en 1704. Los tres alcanzaron altos puestos en la administración borbónica. El primero de ellos, José Ignacio (1705-1776), fue caballero de Santiago y comendador de Villafranca, oficial en la Secretaría del Despacho de Guerra, secretario del rey, secretario de Cruzada y secretario de Nueva España en el Consejo de Indias. Años más tarde, en 1770, desempeñó un importante papel a la hora de elegir diseño para la realización del retablo mayor de Irurita, a través de don Vicente Pignatelli. En 1764 pasó a ocupar la Secretaría de Gracia y Justicia de la Cámara de Castilla, cargo que ocupó hasta su muerte, el 29 de septiembre de 1776. Dejó como heredero a su hermano Pedro Francisco Goyeneche Martiarena.
Tomás, por su parte, fallecido en 1748, fue el primer tesorero de la fábrica del Nuevo Palacio Real desde 1737 hasta su muerte, justamente un año antes en que se data la escultura de Irurita.
Pedro Francisco fue comisario de Guerra, destinado en Italia al servicio del marqués de la Ensenada. Sustituyó a su hermano Tomás al frente de la tesorería del palacio nuevo o palacio real de Madrid, cargo que ocupó hasta que fue destinado a otros menesteres, como la venta de los bienes de los jesuitas en Castilla la Vieja o intendente del ejército en Aragón, Navarra y Guipúzcoa. Acabó como consejero de Guerra.
La segunda parte de la inscripción da cuenta puntual de la razón del encargo, la devoción a la Virgen del Rosario de María de Martiarena, madre de los tres. En este punto nos podemos preguntar las razones de ello, pues María era natural de Arizcun y casó en Elizondo. El motivo no es otro que la mencionada María de Martiarena vino a vivir al palacio de Irurita cuando casó su hija Josefa de Goyeneche con don Felipe Vicente de Narvarte, dueño de aquel solar, en 1736. Las capítulas matrimoniales de ambos fueron bien claras al respecto cuando en una de sus cláusulas se estipuló que María de Martiarena
por el amor y cariño que le tiene y profesa a la dicha señora doña Josefa de Goyeneche su hija, esposa, ha resuelto pasar a vivir al dicho palacio de Irurita en su compañía y la de los señores don Pedro José de Narbarte, donador, y don Felipe Vicente, donatario, manteniéndose todos en una mesa y compañía, y para ello trae la casa que tiene propia suya en el dicho lugar de Arizcun con su huerta y demás propiedades pertenecientes a ella y por excusar prolijidad se dejan de expresar, con calidad de que siempre que quisiere y fuese voluntad de la dicha señora doña María de Martiarena, pueda pasar a vivir a ella y disponer en vida de dicha casa y su pertenecido de bienes a favor de quien bien visto le pareciere, con que si faltare sin disponer de ellos queden para la dicha señora doña María Josefa de Goyeneche, su hija, como dotales y a su libre disposición.
María Josefa murió sin hijos el 5 de enero de 1754, tras haber dictado testamento el día 2 del mismo mes, ordenando ser enterrada en una fosa de la parroquia de Irurita, propia del palacio Jauregia, en donde se inhumó su padre. Nombró heredero a su marido y menciona en el documento a sus hermanos José Ignacio y Pedro Francisco, a los que nos hemos referido antes, y también a Justo Pastor, capitán de caballería y caballero de Santiago, y Juan Antonio, comisario de Guerra. A su prima Ana Engracia de Goyeneche, que vivía con ella, le dejó 20 ducados, y al padre de esta, que vivía en Elizondo, otra cantidad. También dispuso varias limosnas a diferentes personas y distintas preseas para la imagen de la Virgen del Rosario: sus mejores joyas, el traje de seda de su boda, así como una corona de plata. Esta última pieza se había de hacer, por haberlo acordado con su marido, por su “especial devoción” hacia la imagen. Respecto a su madre afirma:
por el grande respeto y amor que tengo a la dicha señora doña María de Martiarena, mi madre, a que es correspondiente la confianza que tengo con mi marido, le encargo y pido cuide de la asistencia y decencia de mi madre con la ley que lo ha practicado hasta ahora, tan a gusto de su merced y a mi satisfacción, con cuyo consuelo ordeno y mando que cuando fallezca […] se le hagan entierro y honras y sepultura en una de las del palacio, según tiene comunicado con su marido y heredero universal.
La mencionada María, madre de los Goyeneche, murió a los pocos meses de aquel mismo año, el 17 de septiembre de 1754.
Capítulas matrimoniales de don Felipe Vicente de Narvarte, dueño de aquel solar, con Josefa Goyeneche en 1736, en una de cuyas cláusulas figura que la madre de esta última, María de Martiarena, y de sus hermanos mencionados en la inscripción de la escultura viviría en el palacio de Irurita.
Archivo de Jaureguía Irurita.
La tercera parte del texto da cuenta de los autores de la pieza, el escultor Juan Domingo Olivieri y el pintor Juan Bautista de la Peña. Las firmas de los escultores, como es sabido, se hicieron más frecuentes en el siglo XVIII, pero lo que resulta muy infrecuente es que quede constancia también del policromador, Juan Bautista de la Peña. Gian Domenico Olivieri (1708-1762) fue un escultor formado en Carrara y Génova que llegó a Madrid en 1739 para dirigir el proyecto escultórico del Palacio Real, gracias a la fama que adquirieron sus obras en Turín. Entre sus funciones estaba la de la formación de los artistas españoles, para lo que fundó una academia privada que pasaría a ser la futura Real Academia de Bellas Artes, al ser acogida por el monarca. Fue el primer director con ejercicio por la escultura. Su obra se centró en el palacio en adornos, retratos, medallas y bustos. La imagen de Irurita es rarísima por estar trabajada en madera, frente al grueso de su producción que fue obra en piedra.
El pintor Juan Bautista de la Peña (c. 1710-1773) se formó con Miguel Ángel Houasse y obtuvo una pensión para perfeccionar su arte en Italia, en 1730. Tras regresar a Madrid, fue nombrado pintor de Cámara en 1739 y participó activamente en la Junta Preparatoria de la Academia, de la que fue teniente director de pintura. Tuvo mal carácter y fue vanidoso, violento y celoso, lo que le ocasionó enfrentamientos con otros maestros como Mengs y con la propia Academia, de la que fue expulsado al no ser nombrado director de Escultura en 1753. Pérez Sánchez juzga su obra como mediana, fría, lamida y de escasa originalidad.
Sobre la escultura propiamente dicha, la profesora García Gainza hizo un análisis detenido, resaltando su sobresaliente calidad y la dependencia de modelos manieristas.
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
Archivo del Palacio Jauregia de Irurita. Marquesados de Casa Torre y de Santa Rosa de Lima, núm. 18 (12). Capítulas matrimoniales de Felipe Vicente de Narvarte y María Josefa Goyeneche. 1736.
Archivo General de Navarra. Protocolos Notariales. Elizondo, Juan José Elizalde. 1754.
PÉREZ SÁNCHEZ, A. E., Catálogo de Dibujos. II. Dibujos Españoles. Siglo XVIII (C-Z), Madrid, Museo del Prado, 1977.
GARCÍA GAINZA, M.ª C., “Virgen del Rosario, firmada por Olivieri”, Archivo Español de Arte, n.º 235 (1986), pp. 324-329.
CRUZ YABAR, M.ª T., “José de Hermosilla y el retablo de Irurita en Navarra”, Archivo Español de Arte, n.º 290 (2000), pp. 51-65.