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La pieza del mes de abril de 2025

LA BANDERA DE LOS ARCOS

Víctor Pastor Abaigar
Historiador

No podemos señalar una fecha fija sobre cuándo comenzó a usarse este símbolo de la villa de Los Arcos. Es seguro que no se empleaba la bandera actual desde 1463 a 1756 porque, Los Arcos y las cuatro villas de su partido, estaban incorporadas a Castilla. La fachada de la casa consistorial tiene un escudo que nos acerca a esa última fecha, porque lleva esta inscripción de la fecha en que se hizo: 1769

Por estas fechas, en torno a 1769, creemos que se habría hecho la bandera de la villa. Nos apoyamos en un texto redactado por el vicario don Juan Antonio de Santo Domingo. Lo hace al inicio del Libro de Privilegios, que, por disposición del Ayuntamiento, recopiló este vicario ilustrado, natural arqueño. La introducción al citado Libro de Privilegios (todo manuscrito) lleva este título: Arcos y Flechas, sin duda referidas al escudo de la villa, arriba citado. Con lenguaje barroco y contenido erudito, va ensalzando las glorias de su pueblo.


Bandera Oficial de la Villa de Los Arcos (Navarra)

Ofrecemos a continuación unos parágrafos de por qué el vicario se comprometió a recopilar la documentación más granada de la villa y así evitar que se perdiera. Dice textualmente: Dos motivos descubre mi atención para que, acertadamente discreta, me haya empeñado V. S. a sacar de las oscuras sombras del olvido la antigüedad de sus instrumentos, a la luz verdadera de la memoria de todos sus individuos.

El primero para que, a vista de tantos méritos de sus progenitores (como lo suponen tan ilustres privilegios) sepan sus afamados hijos, con gloriosa emulación, imitar lo insigne de sus mayores virtudes (tan quam in speculo ornare et comparare vitam tuam ad alienas virtutes: Plutarco). Porque los elogios que en las urnas de la fama se escriben no hablan con los que fueron sino es con los que son y serán porque, estos sumarios acuerdos de sus hechos, dejan los antecesores a los que les suceden para infundir verdadero valor a sus alientos.

El segundo motivo es ofrecer dilatada campaña a sus ingeniosos discursos porque, para discurrir en defensa de sus derechos, es necesario (como dijeron los emperadores Diocleciano y Maximiano, L.5. C. De transact.) desentrañar el hecho que comprenden tantos instrumentos, porque mal podrá salir a la campaña a quien le faltan armas para la pelea, porque importará que ingeniosamente se discurra si faltan noticias del hecho para la defensa….

Y, dejando el discurso del vicario, continuamos nuestra exposición ofreciendo momentos en los que la bandera municipal salía, con participación oficial del Ayuntamiento, como cuerpo de ciudad. Las celebraciones de Semana Santa eran días en que se sacaban los pendones.  Veamos cómo quedó constancia en el Protocolo municipal, fijado el año 1815.


Inicio de una procesión, en la portalada de la parroquia, con miembros de Ayuntamiento, portando la bandera.

Sábado Santo. En este día, da aviso la villa por sus Regidores a cuatro caballeros que lleven la imagen de Nuestra Señora del Rosario en la procesión que se hace este mismo día por la noche, para depositar dicha Nuestra Señora en los Padres Capuchinos. En esta procesión lleva el Regidor del Estado Noble el PENDÓN DE LA VILLA y traban de las borlas, el Regidor del Estado de Francos y el Procurador General, éste a la izquierda y aquél a la derecha.

Por auto de Villa del 27 de marzo de 1815, se acordó sobre la bandera y demás de entrar a la iglesia, el Alcalde de Nobles el primero, a excepción de cuando se sale y entra con procesión.

Domingo de Pascua de Resurrección. En este día, a las nueve de la mañana, sale la procesión de la parroquia con el Sacramento, a la que irán los Alcaldes, y se dirige al Convento. Y llegando a la plazoleta del, van saliendo de dicho Convento los pendones que quedaron la noche antes, y las cruces y las imágenes. Y hacen las tres cortesías correspondientes y se van incorporando en la procesión, haciéndolo con el PENDÓN DE VILLA dicho Regidor de Nobles, en la forma expresada. Igualmente, cuando hay rogativa a Santa María de Los Arcos para la Misa y Salbe.

Para que asista la Comunidad de los Padres Capuchinos a la procesión, pasa la villa recado con el secretario al Prelado, suplicándoles la asistencia. Y, lo mismo, en las demás procesiones del año.

A los alguaciles se les suele dar en este día para dos libras de carnero, por asistir a sacar el PENDÓN y servir a la villa.

Así, en estas Pascuas como en las demás del año, ha acostumbrado la villa a dar, por vía de regalo, al Convento de los Padres Capuchinos un carnero y un robo de pan y dos cántaros de vino.

Se ha de avisar, de parte de la villa, al campanero para que toque a bando las campanas a las horas de Misa y Salbe, en tiempos de rogativas y en los demás casos que no sean ordinarios.

Cada individuo de villa deberá buscar un sujeto que lleve el hacha para dichas procesiones de Jueves Santo, Viernes Santo, en la de esta noche y anterior, y no se debe mirar aunque sea de mayor esfera.

Hasta aquí lo que marca el Protocolo municipal. Pero merece la pena destacar que, lo señalado en ese auto de 1815, en la actualidad se conserva en la mayor parte. El sitio donde se desenvuelve es el mismo: la plaza de San Francisco, donde se ubicó el desaparecido convento de los Frailes Menores Capuchinos. Allí se juntan el día de Pascua de Resurrección para celebrar la procesión del Encuentro de la Virgen Dolorosa con el Resucitado, presente en la hostia consagrada transportada en la custodia en su carroza. Van las cofradías de la Vera Cruz, de San Isidro, de San Sebastián, San Lorenzo y San Blas, portando éstas sus pendones de tela, de distintos colores, y las banderas de la Adoración Nocturna Española, masculina y femenina, junto con la bandera de la villa. Se le suma la imagen pequeña de La Dolorosa, propiedad particular de la familia Pérez Goñi. La imagen es transportada por niños que acompasan el paso para hacer sus reverencias.

Todos esos cinco pendones y las tres banderas hacen la reverencia a la custodia (la denominada cortesía en el Protocolo municipal). Terminada esta ceremonia la procesión se dirige a la parroquia para la celebración de la misa solemne.


Balcón del Ayuntamiento con las banderas oficiales de la Villa, de Navarra, de España y de la Comunidad Europea.

Los datos anteriores, los completo con esta anécdota. Siendo chico, recuerdo haber visto el pendón morado de Castilla, con sus borlas colgantes, en la capilla de Santa Ana del claustro parroquial de Los Arcos. Aunque tal pendón ya no era oficial tras la reincorporación de Los Arcos a Navarra, pienso que se guardaría por respeto y recuerdo tras casi trescientos años de convivencia con Castilla. Este dato viene abalado por documentación de Felipe IIl dirigida al regidor de la villa, en el que, entre otros detalles del texto, le señala: “Y que, por razón de ser regidor, se da y lleva y saquéis y llevéis y alçéis el pendón de la dicha villa al tiempo que se alçare por mí o por los reyes que después de mí suçedieren y en los otros días que suelen y acostumbran sacar. Y tengáis en vuestro poder los atambores y banderas y pendones y otras insignias que se suelen y acostumbran traer”

Una referencia al pendón, figura en el traslado que, el 20 de julio de 1795, se hizo de las alhajas y ornamentos de la parroquia a Tudela para que no cayeran en mano de los franceses: “Una cruz pequeña del pendón de la villa”. Sin duda, la cruz sería de plata, enroscada en el mástil. 

Recordamos que, el último servicio de la bandera primitiva, fue cubrir el féretro del alcalde José María Blasco Galdiano, fallecido el 31 de diciembre del 2000. El escudo de la villa estaba pintado al óleo en la tela; ese escudo se reprodujo, pero bordado, en la actual. También se conservaron de esa bandera: los cordones, las borlas y el mástil metálico, terminado en punta lanza.

La bandera preside el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Cuando se saca en procesión corporativa, el protocolo indica que, el portaestandarte sea el concejal más joven. Las borlas pendientes las llevan el siguiente concejal más joven y el concejal mayor en edad. Cuando la corporación acude a la parroquia en cuerpo de ciudad para celebrar la misa, el portaestandarte, en el momento de la consagración, pasa de su asiento al centro de la barandilla del presbiterio y, rodilla en tierra, baja la bandera inclinándola ante la hostia y el cáliz.


Miembros de Ayuntamiento, con la bandera, junto al presbiterio, antes de comenzar una procesión.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

A.M.A. (Archivo Municipal de Los Arcos). Registro de Libros Manuscritos. Libro Nº 1, Privilegios de la Villa (1176 – 1698).
A.M.A. (Archivo Municipal de Los Arcos). Legajo 209.
PASTOR ABÁIGAR, V., Un rincón de la historia de Los Arcos. Tercio de Voluntarios Realistas (1822 – 1833), Pamplona, Ulzama Ediciones, 2019, pp.16 y 17