Autores

El proyecto surge del desafío de incorporar una gran superficie construida dentro de un entorno natural caracterizado por un denso bosque de quebrachos. La vocación de calibrar el impacto de la arquitectura en este contexto natural deriva en una estrategia de fragmentación en superficies reducidas que permiten acomodarse naturalmente en los escasos claros del bosque. 

Esta implantación se traduce en una sucesión de volúmenes articulados que distribuyen naturalmente el programa ubicando los espacios de carácter social en el centro y los de carácter privado en los extremos que, a su vez, aprovechan la suave pendiente del terreno para desarrollarse en dos niveles. El proyecto redefine, incorpora y forma parte de un nuevo paisaje donde los límites entre arquitectura y naturaleza se diluyen. La propia casa compone un patio exterior donde todos los espacios interiores encuentran un vínculo común sobre el cual relacionarse. Por otro lado, esta configuración propone un escenario construido donde el movimiento y las continuidades espaciales invitan a recorrer los distintos ámbitos de la casa bajo diversas atmosferas. La lógica constructiva, tanto en los muros como en la cubierta, permite tomar todas las decisiones proyectuales en conjunto y coherencia. Los muros son de hormigón armado visto, ejecutados en fajas de 1,20m de altura que permiten un mayor control en su construcción y ordenan todas las decisiones dimensionales de la obra. La cubierta de estructura de madera responde a una rigurosa modulación que se apoya tanto en los muros perimetrales como en columnas cuya descomposición, junto con las diagonales, permiten reducir y unificar las secciones de las vigas, así como imprimir una expresión arbórea de cierta levedad.