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Casa GS es una vivienda que resuelve un programa habitacional altamente social sin comprometer en ningún momento la privacidad de la vida íntima de los residentes, sino optando por usar este elemento como concepto rector para el desarrollo del proyecto. Todos los espacios se abren hacia el patio posterior, aprovechando al máximo las vistas del terreno hacia el oriente, mientras que los volúmenes materialmente bien definidos dejan una fachada prácticamente ciega hacia el poniente, en donde la proporción y disposición de estos volúmenes juegan un papel primordial para enmarcar el acceso principal y el de diario y el núcleo de circulaciones verticales.

La volumetría, muy celosa hacia la calle principal, es muy abierta y honesta hacia el patio trasero. Se entiende de manera indiscutible la razón de ser de cada volumen, cada uno de los cuales guarda una proporción especial para el programa al que alberga. La planta se articula radialmente alrededor de la parte más pública del programa íntimo: la cocina. Así se da una clara definición entre lo público y lo privado y, a su vez, una estrecha relación a través de los patios techados que conectan ambas partes del programa. Esta organización del programa logra reducir al máximo los metros cuadrados destinados a circulaciones, creando espacios de dimensiones generosamente justas. Girar la planta baja cuarenta y cinco grados permite maximizar las vistas al patio trasero y hacerlas disfrutables desde todas las áreas habitables, sin comprometer sus dimensiones. El programa de la planta alta consiste en dos habitaciones gemelas, separadas por un espacio multiusos que recibe al visitante que sube por una escalera escultórica, volada entre muros sobre un espejo de agua que conecta interior con exterior. En síntesis, Casa GS es una vivienda de momentos, en donde las texturas y la luz son los dos elementos que logran definir y acentuar todas las cualidades teóricas de los espacios.