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Aumenta la preocupación por los bulos: el 70% de los encuestados duda de la veracidad del contenido online

Imagen de WOKANDAPIX en Pixabay

España se sitúa entre los diez países con mayor nivel de preocupación por los desinformación en internet, notablemente por encima del promedio observado en los 47 países analizados (59%).

  • La desinformación inquieta más a los ciudadanos más interesados y confiados en las noticias (87%) que a los desinteresados y escépticos (59%). 

  • Los suscriptores de noticias digitales perciben menor riesgo de bulos (59%) que los que optan por las noticias gratuitas (72%).

La difusión de los bulos ejerce una influencia notable en la opinión pública y en los procesos de decisión de los ciudadanos. Su amplia circulación, especialmente en eventos como las elecciones, conduce al incremento de la desconfianza de los ciudadanos hacia la información que reciben. La credibilidad que pueda otorgarse a los bulos pueden provocar consecuencias adversas tanto para los ciudadanos como para la sociedad. Por un lado, intoxica el debate público; por otro, deteriora la credibilidad en las principales instituciones políticas y sociales, incluidos los medios de información. Por último, fomenta actitudes polarizadas en la medida en que los sesgos cognitivos hacen que los ciudadanos tiendan a leer y confiar en aquellas informaciones (verdaderas o no) más cercanas a su ideología. 

Por todo ello, nuestro estudio vuelve a prestar atención a la preocupación que los encuestados españoles tienen por la desinformación y los bulos. Los datos de 2024 muestran que remonta notablemente la preocupación de los encuestados por los bulos en Internet: el 70% se siente preocupado sobre lo que es real y falso en Internet. Son 6 puntos más que en 2023 (64%) y es la mayor subida interanual desde que existen registros. Asimismo, es el porcentaje más elevado desde que comenzó a formularse esta pregunta en 2018. 


 

Comparativa internacional

En comparación con el resto de países analizados en el informe, España se sitúa entre los diez países que muestran un nivel de preocupación superior por los bulos, notablemente por encima del promedio observado en los 47 países encuestados, donde el 59% de los participantes expresó preocupación por la desinformación. Kenia (84%), Nigeria (81%) y Sudáfrica (81%) encabezan la lista de naciones más preocupadas por la desinformación. Por el contrario, en la República Eslovaca (33%), Austria (39%) y Polonia (40%), los niveles de preocupación son significativamente menores. En términos de comparación regional, España, junto con Portugal, Irlanda y el Reino Unido —todos con más del 70% de preocupación—, destaca por su alta alerta respecto a la desinformación. 



 Volviendo a España, el análisis por variables sociodemográficas muestra, al igual que en años anteriores, que existe una relación entre edad, nivel de ingresos y nivel educativo y la preocupación por los bulos. En general, cuanto mayor es la edad, el nivel de ingresos y la formación, mayor es la preocupación por este problema. Así, el 64% de los menores de 35 años se manifiesta preocupado frente al 75% de los mayores de 55 años. 



 Lo mismo ocurre con el nivel de ingresos y de educación. Los bulos preocupan al 65% de los encuestados de nivel de ingresos más bajo, frente al 77% de nivel más alto. Porcentajes similares se encuentran entre aquellos grupos de nivel educativo más bajo (67%) y más alto (76%). 



 El nivel de preocupación sobre los bulos en Internet muestra una correlación directa con el grado de interés y confianza en las noticias. Específicamente, aquellos que demuestran un alto interés y una gran confianza en la información son más propensos a expresar preocupación sobre la presencia de bulos. El 87% de las personas que se encuentran altamente interesadas y confían en las noticias manifiesta estar preocupadas por los bulos, en comparación con el 59% de aquellos que tienen poco interés ni confianza en las fuentes de información. Esta relación sugiere que un mayor compromiso con el consumo de noticias y una confianza en las fuentes de información pueden incrementar la sensibilidad hacia la calidad y veracidad de la información recibida. Las personas más informadas y críticas tienden a ser más conscientes de la presencia y los efectos potenciales de los bulos, y por lo tanto, muestran mayor preocupación. Por el contrario, aquellos que muestran desinterés o desconfianza hacia las noticias parecen menos alerta sobre los riesgos asociados con los bulos, posiblemente debido a una menor exposición o un escepticismo generalizado hacia la información que reciben.

Adicionalmente, se observa una interesante dinámica respecto al pago por noticias digitales. El 59% de los que pagan por noticias digitales expresa preocupación por los bulos, mientras que esta preocupación aumenta al 72% entre los que no pagan por noticias. Esto podría sugerir que quienes invierten en noticias digitales de pago podrían percibir que están accediendo a información de mayor calidad y más confiable, lo cual podría disminuir su preocupación general sobre los bulos. Por otro lado, quienes no pagan por noticias pueden estar más expuestos a fuentes de información gratuita, que frecuentemente incluyen un mayor volumen de contenido no verificado y potencialmente falso, elevando así su nivel de preocupación.


 

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