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El grado de malestar con las noticias generadas por inteligencia artificial es mayor entre las poblaciones más adultas, especialmente si cubren temas serios y relevantes.
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Los ciudadanos más interesados por la actualidad son más críticos con las noticias automatizadas (45%) que los desinteresados (38%).
El uso de la inteligencia artificial en las redacciones de noticias plantea desafíos sobre su aplicación y funcionalidad. La automatización de los procesos de redacción, la difusión de contenidos a gran velocidad y el sesgo pueden plantear dilemas éticos. De modo más concreto, la imparcialidad y la calidad de la información representan un reto frente a la información producida por las máquinas.
En el informe del año pasado, más del 50% de la audiencia manifestó inquietud por la falta de acceso a noticias relevantes, atribuyendo esta situación a los algoritmos que determinan qué se presenta como relevante. Además, los encuestados también describieron la ausencia de exposición a opiniones contrarias a las suyas. Para medir la percepción de los ciudadanos hacia contenidos periodísticos elaborados con inteligencia artificial, en el año 2024 se ha preguntado sobre el grado de comodidad de los internautas cuando leen o consultan noticias creadas de la siguiente manera: noticias creadas en gran medida mediante inteligencia artificial con cierta supervisión humana (noticias automatizadas) y noticias creadas en gran medida por un periodista humano con algo de ayuda por parte de una inteligencia artificial (noticias humanas).
Las noticias creadas en gran medida mediante inteligencia artificial (IA) con cierta supervisión humana generan incomodidad al 44% de los encuestados. No obstante, hay que destacar que más del 30% reconoce cierta indiferencia (ni cómodo, ni incómodo) al exponerse a estos contenidos. Esta actitud puede unirse al desconocimiento de los procesos de creación de noticias y de selección algorítmica de los contenidos informativos. Por otro lado, el 27% de la audiencia afirma sentirse cómoda con las noticias elaboradas por un periodista humano, con cierto respaldo de inteligencia artificial (IA). Esta cifra contrasta con el 14% que percibe alta comodidad con las noticias creadas, en mayor medida, por plataformas o herramientas (por ejemplo, ChatGPT o Gemini). Por lo tanto, el factor humano sigue siendo crucial para la confianza en los contenidos informativos. A pesar de esto, se aprecia cierto conformismo con la autoría de la información. Por ello, la indiferencia frente a contenidos automatizados y humanos (periodísticos) se sitúa por encima del 30% en ambos casos.
La incomodidad con los contenidos creados por periodistas es notablemente inferior a los generados por IA
Los datos abordan una reflexión sobre cómo la IA puede incidir en la optimización de la producción y en la promoción de nuevas estrategias de innovación por parte de los periodistas. Al mismo tiempo, cuestiones como el amplio manejo de datos y la adaptación tecnológica a las necesidades del público suponen un aspecto relevante. Frente a esto, se presenta el riesgo de la manipulación informativa mediante bulos y deepfakes generados y difundidos de forma masiva mediante plataformas y herramientas tecnológicas. La emergencia de canales de desinformación que se posicionan como elementos propagandísticos que compiten con los medios tradicionales cobra importancia en el contexto actual con la implementación nuevas estrategias de IA utilizadas por distintos actores sociales.
Actitudes hacia las noticias automatizadas
Si analizamos de manera detallada el nivel de conformidad de las audiencias con las noticias automatizadas (es decir, creadas por inteligencia artificial con supervisión humana) podemos apreciar diferencias por sexo y edad. Como se ve en la gráfica, los datos señalan que el porcentaje de mujeres que demuestra incomodidad con esta práctica es del 46% (cuatro puntos porcentuales más que los hombres). Aquellos que muestran neutralidad sobre el consumo de noticias generadas por IA se organizan en torno al 30% (hombres y mujeres). En lo que se refiere a la edad de los encuestados, apreciamos que el grado de incomodidad se incrementa a medida que aumenta su rango de edad. Por eso, observamos que el 22% de la audiencia joven (de 18 a 24 años) sintoniza mejor con el consumo de información automatizada frente al 8% de la audiencia más veterana (mayores de 65 años).
Como hemos visto, el malestar respecto al consumo de contenidos propiamente generados por inteligencia artificial se extiende en todas las franjas de edad. Por otro lado, la percepción de la audiencia tiende a ser más favorable respecto a las noticias (humanas) creadas por periodistas. Los altos niveles de conformidad son mayores entre los hombres (29%) que entre las mujeres (26%). A diferencia de lo que ocurre en la valoración de noticias automatizadas, en este caso decrece el nivel de incomodidad. De esta forma, la audiencia asume el uso generalizado de la IA como una herramienta para el periodista y para la corporación de medios. Esto se traduce principalmente en el porcentaje de neutralidad, donde el 38% de los hombres y las mujeres muestra desinterés por el proceso de elaboración.
Atendiendo los tramos de edad, es oportuno destacar que el 40% de los jóvenes menores de 24 años reconoce sentirse muy cómodo o algo cómodo con las noticias humanas que cuentan con la ayuda de la IA. En el resto de franjas de edad, un mayor grado de conformidad (personas cómodas o muy cómodas con las noticias creadas por periodistas) se sitúa por encima del 25%.
Las noticias automatizadas sobre temas serios y relevantes se toleran menos que las generadas sobre entretenimiento o interés humano
El uso generalizado de la Inteligencia artificial (IA) también tiene presencia en las redacciones de noticias. A medida que los editores y los periodistas incorporan las distintas herramientas en los procesos de redacción, transcripción o traducción se establecen cuestiones sobre cómo podrían aplicarse en la información. La distinción entre noticias duras (hard news) y noticias blandas (soft news) no solo está delimitada por el tema, el tratamiento del contenido también es sustancial. Las noticias duras incluyen hechos relevantes (política, conflictos internacionales o economía), mientras que las blandas presentan otra modalidad de contenidos menos urgentes cuya temática está vinculada al ámbito del entretenimiento.
El 60% de la audiencia española se muestra más preocupada por el uso de noticias automatizadas en los temas serios o críticos (política, internacional o sucesos) que cuando se emplea en temas más blandos o triviales (45%). En este segundo tipo de temas, al 34% le resulta indiferente el uso o no de noticias automatizadas y a otro 34% no le incomoda.
Hay que destacar que todavía nos situamos en las primeras etapas del desarrollo de la IA en el ámbito periodístico. Su potencial aplicación en los distintos procedimientos dependerá de las decisiones de los editores. Un incremento de la alfabetización mediática de la ciudadanía puede definir un criterio más preciso sobre sus fórmulas de consumo informativo y garantizar la identificación de desinformación. Existe ambivalencia en el uso de la tecnología para fines de información y entretenimiento por lo que el enfoque periodístico es relevante.
Un análisis más detallado sobre la tolerancia de los encuestados hacia las noticias automatizadas muestra que al 40% le produce indiferencia su uso en la selección de hechos de entretenimiento o del corazón, deportes y negocios. Por el contrario, la generación de noticias automatizadas sobre política y sucesos molesta a más del 40% de los encuestados. Por último, el uso de IA es bastante aceptado en las noticias sobre ciencia y tecnología (25%), en la información local (20%) y de arte y cultura (21%).
El análisis sociodemográfico de los datos revela importantes diferencias por sexo y edad. En general, los hombres tienden a aceptar mejor la inclusión de noticias automatizadas que las mujeres, tanto si se refieren a noticias duras o blandas: el 41% de los hombres tolera la difusión de noticias duras automatizadas sobre temas relevantes o críticos, diez puntos porcentuales más que las mujeres.
Si observamos en detalle las diferentes tendencias por franjas de edad, podemos afirmar que el nivel de comodidad con las noticias duras y las blandas creadas por IA decrece a medida que aumenta la edad de los encuestados. Hay diversos factores que pueden explicar esta tendencia, uno de ellos puede ser el acceso de los jóvenes a dispositivos móviles y redes sociales que refuerzan la capacidad de difusión viral. Además, una mayor conciencia de los medios tradicionales por parte de audiencias veteranas puede ser otro factor a tener en cuenta.
Los más interesados por la actualidad son más críticos con las noticias automatizadas (45%) que los desinteresados (38%)
La implicación de la inteligencia artificial en las rutinas periodísticas también puede tener un impacto en el interés de la audiencia por las noticias. La IA puede definir de forma significativa la relación con el público y modificar el modo de satisfacer su demanda informativa. Si nos centramos en los resultados obtenidos, podemos establecer una comparativa entre la conformidad y el interés con las noticias automatizadas y humanas.
Entre los participantes que manifiestan un alto grado de interés por las noticias, la posibilidad de informarse mediante contenidos automatizados genera incomodidad al 45%, frente al 38% de aquellos que manifiestan poca implicación informativa. Independientemente al grado de interés por las noticias, apreciamos porcentajes superiores de conformidad con los contenidos que han sido elaborados mayoritariamente por periodistas. Por ejemplo, el 28% de los encuestados demostraron alto interés y alto grado de conformidad con la información creada por profesionales que utilizan plataformas de IA para fines periodísticos.
Las organizaciones periodísticas están adoptando e informando sobre el uso de las tecnologías de IA por dos razones principales: la automatización de procesos internos (transcripción o maquetación para reducir costos) y la personalización de contenidos para atraer nuevas audiencias. Al mismo tiempo, se busca mantener la confianza en un entorno de saturación informativa en el que la tecnología asume un rol fundamental.
Como se puede ver en las gráficas, los encuestados que adoptan una posición neutral manifiestan cierta indiferencia respecto al modo en que se elaboran los contenidos noticiosos. Por ejemplo, el 38% de las personas con alto interés en las noticias no manifiesta objeciones con el uso de las herramientas de IA por parte de los periodistas. Entre los encuestados con bajo interés informativo, apreciamos una inclinación ligeramente mayor (40%) en ambas modalidades, tanto noticias automatizadas como humanas.
Además de conocer el grado de conformidad y el interés noticioso, es oportuno comparar las variaciones a partir del medio favorito de las audiencias para informarse (medios tradicionales, medios digitales y redes sociales). Como se puede ver en la gráfica, independiente de la preferencia por medio informativo, más del 40% de los usuarios experimenta malestar con la distribución de contenidos automatizados. El porcentaje es ligeramente superior entre aquellos cuyo medio favorito son las redes sociales. En el proceso de alta exposición a través de las plataformas, la selección de algoritmos puede tener un peso relevante en la organización de los temas noticiosos. Además, las noticias automatizadas generan una postura neutra en un porcentaje que supera el 30%, este dato coincide con las apreciaciones de aquellos que muestran conformidad con las noticias humanas.
La alta conformidad con las noticias humanas se manifiesta de forma clara en el 30% de la audiencia española. Hay que destacar que la cifra es ligeramente superior entre aquellos que se informan mediante medios de comunicación digitales. Por su parte, los niveles de desinterés hacia la integración de IA en las noticias humanas cuentan con porcentajes superiores al 35% en las tres modalidades. En el caso de los que prefieren los medios tradicionales para estar informados (prensa, radio o televisión), el porcentaje alcanza el 38%. Este valor se encuentra tres puntos porcentuales por debajo de los espectadores que no se sienten ni cómodos, ni incómodos con las noticias automatizadas.
Como hemos apuntado previamente, a medida que el factor humano se mantiene en la elaboración de contenidos, disminuye el malestar con la adecuación de nuevas estrategias que incorporan inteligencia artificial.
Conformidad con las noticias que integran IA y confianza en las plataformas
Una vez examinada la conformidad con la IA y los medios de información preferidos por la audiencia, es importante considerar cómo esta interacción afecta la confianza de los usuarios en las distintas plataformas. En la encuesta del 2024, los internautas indicaron en qué medida les resulta fácil o difícil diferenciar entre noticias fiables y no fiables en ocho plataformas. Para establecer una comparativa entre noticias automatizadas y humanas, hemos seleccionado las respuestas de aquellos que consideran que es relativamente sencillo distinguir la información fiable y no fiable a través de redes sociales y búsquedas en Google.
En términos generales, se puede observar un comportamiento distinto de las audiencias en cada tipología de noticias. En primer lugar, la creación de noticias automatizadas provoca un malestar sostenido en los usuarios de las ocho plataformas. Los valores se sitúan por encima del 40% y el mayor nivel de inconformidad se encuentra entre los internautas que confían en X (Twitter) (46%) para el consumo informativo. El porcentaje de comodidad ante este tipo de noticias se posiciona en un 20% y es ligeramente superior en el caso de aquellos confían en TikTok para la consulta informativa.
En segundo lugar, las noticias creadas por periodistas generan mayor comodidad entre los encuestados. Por ejemplo, el 37% de las personas que confían en LinkedIn para el consumo de noticias se sienten muy cómodos o algo cómodos con la presencia de contenidos periodísticos. Finalmente, hay que apuntar que la indiferencia sobre el modo de elaborar los contenidos noticiosos se sitúa en torno al 30%, tanto en noticias humanas como en las generadas por IA. Una vez más, esta tendencia muestra cierta conformidad con la inclusión de técnicas y herramientas IA en las rutinas periodísticas.
Como hemos visto, la IA desempeña un papel cada vez más importante en el proceso de producción de noticias, ofreciendo oportunidades para la eficiencia y la innovación, a la vez que plantea nuevos desafíos. Además, las redes sociales juegan un papel crucial en la viralización y distribución de la información, amplificando tanto el alcance como el impacto de las noticias generadas.
Un fenómeno significativo asociado al consumo de noticias a través de redes sociales es conocido como "Las Noticias Me Encuentran" (News Finds Me, NFM). Este concepto refleja un cambio significativo en la forma en que las personas acceden a la información. Tradicionalmente, estar bien informado requería una búsqueda activa de noticias, especialmente sobre asuntos públicos. Sin embargo, en el contexto actual, muchos individuos perciben que no necesitan buscar noticias deliberadamente, ya que confían en que recibirán información importante y relevante directamente a través de sus conexiones en redes sociales.