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Nueva brecha generacional: los jóvenes evitan más las noticias (44%) que los mayores de 35 años (35%).
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El 44% de los que usan redes sociales como canal informativo se desconecta de las noticias, frente a los que usan la TV (33%) o los medios impresos (36%).
Comparada con otros países, España se ubica ligeramente por debajo del promedio en cuanto al porcentaje de individuos que evitan las noticias. En el conjunto de países del DNR, un 39% de los encuestados declara evitar las noticias de manera habitual, dos puntos porcentuales más de lo que declaran los españoles (37%). Esta distancia aumenta respecto a los países de nuestro entorno, que registran una evasión de noticias superior (41%).
Esta situación positiva en comparación con otros países europeos contrasta, no obstante, con la comparación respecto al año anterior. Desde 2023, la evasión de noticias declarada por los españoles ha aumentado ocho puntos porcentuales, pasando del 29% al 37%.
El incremento en la evasión de noticias entre 2023 y 2024 ha tenido efecto en el comportamiento de mujeres y hombres respecto a este fenómeno. A diferencia de 2023, en 2024 es posible establecer diferencias estadísticamente significativas con base en el género. La evasión de noticias es mayor entre ellas (40%) de lo que lo es entre ellos (34%), una tendencia que se mantiene en todas las franjas de edad a excepción de los encuestados entre 18 y 24 años, en el que hay un empate en 43%.
Asimismo, se aprecia una disparidad entre los grupos de edad. El 44% de los españoles menores de 35 años declara evitar las noticias asiduamente frente al 35% de los mayores de 35 años que dice hacerlo. Esta tendencia refleja un cambio respecto a años anteriores, donde no se observaba esta disparidad. La educación parece no influir significativamente en la tendencia a evitar las noticias y apenas se encuentran diferencias relevantes entre grupos.
La mayor diferencia entre dos grupos en relación con la evasión informativa se encuentra entre los encuestados que declaran estar interesados por la actualidad y aquellos que dicen lo contrario. Entre los primeros, la evasión informativa no supera el 33%. Entre los segundos, ese valor aumenta hasta el 56%, 23 puntos porcentuales más, una diferencia que es estadísticamente significativa y que está íntimamente relacionada con la relación que dichos encuestados establecen con la información.
En este mismo sentido, se observan valores más altos de evitación entre quienes utilizan fuentes de información que permiten un mayor grado de interacción por parte de los usuarios. Por ejemplo, aquellos que utilizan medios de comunicación tradicionales, en los que el receptor ejerce una actitud pasiva, los encuestados muestran una menor propensión a evitar las noticias en comparación con quienes utilizan redes sociales o páginas web de medios de comunicación. Entre el primer grupo, la actitud pasiva del receptor hace que los valores de evasión informativa sean escasos. Por ejemplo, solo un 33% de quienes declaran informarse mayoritariamente a través de la televisión evita las noticias, un valor que asciende solo tres puntos porcentuales (hasta el 36%) entre quienes utilizan generalmente los medios impresos. Por el contrario, en las redes sociales (44%) ese valor es hasta once puntos porcentuales superior.
La saturación de noticias lleva a un rechazo o evasión de la información entre muchos ciudadanos
La fatiga informativa, también conocida como sobrecarga de información, es un fenómeno psicológico y cognitivo caracterizado por sentirse abrumado, agotado o desconectado debido a la sobreexposición a una gran cantidad de información. Se manifiesta como una sensación de saturación mental, dificultad para procesar y asimilar nuevos datos, así como una disminución en la capacidad de atención y concentración. Puede ser desencadenado por la constante exposición a noticias, redes sociales, correos electrónicos u otras fuentes de información, lo que puede conducir a una sensación de agotamiento que puede devenir en un desinterés por el flujo constante de datos.
La relación entre la evitación de las noticias y la fatiga informativa es un fenómeno complejo que revela importantes tendencias en el comportamiento de los ciudadanos, especialmente en lo que respecta a su posicionamiento ideológico. En términos generales, los valores de fatiga informativa entre el total de encuestados españoles (44%) son superiores a los de la evasión de noticias (37%). Sin embargo, ambos fenómenos demuestran estar íntimamente relacionados. La sensación de sobreexposición a las noticias aumenta hasta el 58% entre aquellos ciudadanos que dicen evitar las noticias. O lo que es lo mismo, más de la mitad de los españoles que evitan las noticias declaran sentir una fatiga informativa, algo que sugiere una relación estrecha entre ambos fenómenos.
El posicionamiento ideológico influye también en la fatiga informativa experimentada por los españoles. Los valores más elevados de fatiga informativa se registran precisamente entre quienes se encuentran más cerca del centro ideológico, encuestados que también experimentan niveles de evitación informativa elevados.
Es interesante anotar que, si bien el grupo que declara sentir una mayor fatiga informativa es el de aquellos españoles que se sitúan en el centro-derecha (49%), este fenómeno está presente con intensidad en todos los grupos ideológicos que van desde la izquierda a la derecha, con especial intensidad en el centro.
La intensidad de la fatiga informativa se modera conforme la ubicación ideológica de los encuestados más se aleja del centro. Entre los españoles situados en los extremos ideológicos se produce una dinámica entre este fenómeno y la evasión informativa que resulta relevante. Así, a pesar de que los votantes extremos son los que más evitan las noticias, con un marcado 46% tanto entre los encuestados de extrema izquierda como los de extrema derecha, sorprende que solo un reducido 25% de los votantes de extrema izquierda y un 35% de los de extrema derecha declaren sentir fatiga informativa. Ambos son valores muy bajos si se comparan con los registrados por los grupos más moderados y suponen una diferencia estadísticamente significativa. Esto podría responder a un comportamiento basado en la homofilia y el endogrupo, según el cual los encuestados de los extremos evitarían el contenido que disiente o desafía sus posiciones y apostarían por aquel que confirma sus posiciones. Así, los usuarios evitarían información que desafía sus posiciones y buscarían información que confirma sus sesgos, algo que reduce el estrés que sienten al exponerse a las informaciones.
En términos generales, la fatiga informativa reconocida por los usuarios españoles se sitúa entre las diez más elevadas a nivel mundial, en línea con la que sienten los encuestados de países de nuestro entorno como Portugal o Francia. Con un considerable 44% de los encuestados en España afirmando experimentar esta fatiga, el dato sugiere una saturación significativa de información que podría estar influyendo en las actitudes de los ciudadanos hacia las noticias y su consumo.
Los usuarios que muestran un elevado interés por las noticias tienden a admitir una fatiga informativa menor, con un porcentaje del 38%. En contraste, aquellos que demuestran un interés escaso por las noticias muestran un nivel más alto de fatiga (58%), confirmando la hipótesis planteada anteriormente y que vinculaba evasión y fatiga informativa: los españoles que más fatiga sienten son también aquellos para los que la información no es relevante.
Otro aspecto destacado es la marcada diferencia entre hombres y mujeres en cuanto a la fatiga informativa. Esta brecha supera los 10 puntos porcentuales, siendo especialmente notable. Mientras que el 38% de los hombres encuestados admite padecer esta fatiga, este porcentaje aumenta significativamente al 51% entre las mujeres. Esta disparidad es estadísticamente significativa y sugiere diferencias en la forma en que ambos géneros perciben y gestionan la sobrecarga de información.
El elevado nivel de fatiga informativa experimentado por los españoles está inversamente relacionado, además, con la frecuencia con la que los usuarios consultan las noticias. Este fenómeno parece ser más intenso entre aquellos que acceden a la información en menos ocasiones (58%), que entre aquellos encuestados que consultan las noticias con mayor asiduidad (38%).
La fatiga informativa es más elevada entre los encuestados que en menos ocasiones acceden a la información. Concretamente, un 67% de quienes dicen acceder a las noticias al menos una vez al mes, aunque no varias veces por semana, dicen experimentar esta fatiga. El fenómeno se mantiene en valores similares entre quienes consultan las noticias al menos una vez al mes (65%) y entre quienes casi nunca acceden a la información (60%). En contraste, este porcentaje disminuye significativamente entre quienes consumen información con mayor frecuencia. El promedio de entre quienes consultan la información con mayor asiduidad que dicen sentir fatiga informativa está en el 44%, dieciséis puntos porcentuales menos que aquellos que espacian más la consulta de noticias. Entre quienes consultan las noticias en múltiples ocasiones al día (más de 6), un tercio asegura no sentir fatiga informativa.
Curiosamente, la edad no parece ser un factor influyente en la experiencia de fatiga informativa, al menos según los datos recopilados en esta investigación. Esto podría indicar que otros factores, como el nivel de interés y la frecuencia de consumo de información, pueden tener un impacto más significativo en la percepción de fatiga y desinterés por las noticias.