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El mayor interés por esta tecnología se da entre los jóvenes y entre aquellos que declaran mayor nivel educativo y de ingresos.
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Las causas que explican esta tendencia son la falta de manejo tecnológico, la desconfianza en las plataformas o la necesidad de una mayor alfabetización digital.
El uso normalizado de la inteligencia artificial (IA) a través de plataformas como ChatGPT y Gemini se ha generalizado en los últimos años. La capacidad de estas herramientas para adaptarse a la demanda de contenido personalizado invita a la reflexión sobre su aplicación para fines periodísticos. Resulta de especial interés conocer la relación que establecen las audiencias con el uso de nuevas plataformas, su nivel de conocimiento y las propuestas para integrar inteligencia artificial en el proceso de elaboración de noticias. De este modo, las rutinas periodísticas cobran relevancia y también la visión de la audiencia sobre los valores profesionales, la jerarquización de la información, automatización de noticias y generación de contenidos.
Teniendo en cuenta esto, este año se preguntó en 28 de los 47 países cuánta información han escuchado o leído los encuestados sobre IA. Los datos del conjunto de países, en su mayoría pertenecientes al norte global, demuestran que el 45% afirma haber consultado información sobre inteligencia artificial, frente a un 49% que reconoce haber tenido poco acceso o ninguno a la información sobre este tema.
España, uno de los países con mayor implicación con la inteligencia artificial
Los datos apuntan que un 59% ha escuchado o leído algo o mucho sobre su implementación, frente a un 39% que reconoce su escaso o nulo conocimiento acerca de este tema. Por encima de esta cifra solo se sitúa Brasil. En lo que respecta a los estándares más altos de conocimiento, hay que destacar que en la mayor parte de los países el porcentaje es próximo al 20%. Aquellos que mencionan una consulta moderada (haber escuchado “algo” sobre IA) tienen una mayor visibilidad. Observamos una tendencia similar en audiencias donde el porcentaje de implicación (alto o moderado) sobre inteligencia artificial supera el 50% en países como México, Austria, Polonia, Alemania, Suiza o India. Las razones que explican este alto interés tienen que ver con su aplicación práctica en los distintos ámbitos o la familiaridad con nuevas herramientas que favorecen el aprendizaje automático, la programación y el desarrollo de habilidades específicas.
Sin duda, son relevantes los datos que apuntan la carencia de conocimientos sobre inteligencia artificial. La apreciación de las audiencias varía en función de su contexto y las razones no parecen ligarse a la ausencia de desarrollo tecnológico. Por el contrario, en países como Dinamarca (66%), Países Bajos (59%), Noruega (59%), Finlandia (59%), Francia (58%) y Japón (58%), cerca del 60% de las audiencias reconoce que cuenta con información limitada sobre la IA. Por lo tanto, la complejidad y el rápido desarrollo de técnicas y herramientas pueden ser algunas razones que expliquen esta percepción.
La comparativa entre países muestra diferencias en el grado de entendimiento y cercanía de los ciudadanos con la inteligencia artificial. Mientras en algunos países se percibe mayor solidez, en otros, el nivel de control es limitado. Existen distintos factores (sociales y culturales) que pueden contribuir a esta percepción. Los datos desglosados en España nos permiten apreciar algunas diferencias. Al igual que ocurre en el resto de países, tener un conocimiento moderado sobre la inteligencia artificial es mucho más frecuente (43%) que poseer un alto conocimiento al respecto (16%). Finalmente, un 30% de los encuestados reconoce que ha leído o escuchado poco sobre esta nueva tecnología y menos de un 10% ni siquiera la conocen.
Al analizar los datos por sexo, apreciamos que el porcentaje de hombres que reconocen haber oído o leído mucho sobre IA (20%) supera notablemente al de mujeres (12%). En la distribución por edades, se observa un conocimiento moderado en todas las franjas de edad. Hay que apuntar que existe una mayor implicación con la IA en la población joven (entre 18 y 34 años). En consecuencia, al dirigir nuestra atención hacia grupos de edad más avanzada, se observa un aumento en el nivel de desconocimiento. Por ejemplo, el 47% de las personas mayores de 65 años declara tener escaso o nulo entendimiento sobre este asunto. Las causas que explican esta tendencia pueden incluir la falta de manejo tecnológico entre el público más veterano, la desconfianza en las plataformas o la necesidad de una mayor alfabetización digital.
En lo relativo a la formación y a los recursos económicos, apreciamos que a medida que aumentan el nivel educativo y los ingresos crece el conocimiento de la audiencia sobre IA. Un factor esencial en esta distribución tiene que ver con el pago de algunas herramientas y la capacidad adquisitiva para solicitar suscripciones. Aquellos que cuentan con educación básica (47%) e ingresos bajos (43%) proyectan un mayor desconocimiento de esta tecnología.