Dado que es la primera vez dedicamos un estudio especial sobre la información económica, no es posible ofrecer series temporales, pero los datos sí nos permiten establecer comparaciones entre aquellos países donde se ha analizado esta cuestión. En el caso concreto de España, es preciso recordar que la encuesta tuvo lugar entre la segunda quincena de enero y la primera de febrero de 2023. La inflación interanual de enero crecía un 5,9%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y la inflación subyacente (que elimina los productos con precios más volátiles como los alimentos no elaborados y la energía) subía hasta el 7,5% interanual, la más alta desde diciembre de 1986. Los precios de los productos más habituales en la cesta de la compra de los españoles -alimentos y bebidas alcohólicas- aumentaban el 15,4% respecto al año anterior, alcanzando máximos históricos.
Percepción del incremento del coste de la vida
Según los datos proporcionados por la encuesta, el 80% de los españoles se ha visto muy afectado por los cambios en el coste de la vida en el último año. En concreto, el encarecimiento de los productos ha sido más percibido por las mujeres (83%) que por los hombres (76%), y por los tramos de edad más maduros. Así, mientras que el 66% de los adultos menores de 24 manifestaba haberse visto afectado, esa cifra subía al 85% entre los grupos de 45 a 64 años.
No es sorprendente comprobar que los encuestados con un nivel de ingresos más bajo afirmaron sentirse más afectados por el aumento de la inflación (84%) que aquellos con un nivel de renta más elevado (74%), lo cual es coherente con el hecho de que los hogares con bajos ingresos tienen menos capacidad para absorber los aumentos de precios de los bienes y servicios que necesitan, y además el peso relativo que tienen los alimentos básicos y la energía en su cesta habitual de la compra es mayor que en grupos de renta más elevada. Asimismo, tampoco sorprende que los encuestados con un nivel de educación más bajo sean los más afectados por la inflación (83%) en comparación con el 76% de las personas con nivel de educación alta, dada la relación existente entre nivel de educación y niveles salariales.
El análisis por recuerdo de voto en las elecciones de noviembre de 2019 no muestra grandes diferencias en la percepción del coste de la vida de los encuestados. Si acaso, sorprende que los votantes de un partido de izquierdas como Podemos se declaren menos afectados por la inflación (73%) que los votantes de otras formaciones políticas como PSOE, PP, Ciudadanos o Vox (82% aprox). En la misma línea, los datos muestran que aquellos encuestados autoubicados políticamente en la izquierda se declaran menos afectados por el incremento del coste de la vida (79%) que aquellos que se ubican en el centro (80%) o en la derecha (82%).
Comparativa internacional
La comparación de España con el resto de países (véase gráfica) la sitúa ligeramente por encima de la media (77%). La comparación con otros países europeos deja a España en niveles inferiores al de otros países del sur de Europa, similares a los de la mayoría del centro de Europa y superiores a los países nórdicos como Dinamarca (62%), Noruega (69%), Finlandia (72%) y Suecia (70%).
Fuera del continente europeo, en la mayoría de países de habla inglesa, como Australia, Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos, el porcentaje de encuestados afectados es similar al español. Por ejemplo, en los Estados Unidos y Canadá la cifra es del 79%, mientras que en Irlanda es del 82%. Caso aparte lo constituyen los países asiáticos, que ofrecen las cifras más bajas de afectados por la inflación: India, Japón y Taiwán (67%) y Hong Kong (59%).
Principales fuentes de información económica
Con esta preocupación generalizada por el incremento del coste de la vida, interesaba conocer cuáles son las principales fuentes de información económica de los españoles. Como se puede observar en la gráfica, la mayoría de los encuestados (39%) suele utilizar los medios de comunicación generalistas (no especializados), una cifra muy similar al promedio de países analizados (40%). En segundo lugar, un 32% de los españoles acude a los familiares, amigos o compañeros del trabajo como fuente de información económica. Le siguen el uso de expertos con un perfil público independiente (26%) y los medios especializados en economía, finanzas y empresa (17%). Por último, un 7% se informa de asuntos económicos a través de famosos y creadores en redes sociales, y un relevante 18% declara no prestar atención a las noticias económicas o financieras.
El análisis de los factores sociodemográficos muestra que los hombres utilizan un poco más los medios de comunicación generalistas (38%) y los expertos con perfil público independiente (31%), mientras que las mujeres acuden más a los familiares, amigos o compañeros de trabajo como fuente de información económica (38%). Sin embargo, las diferencias por sexo son bastante pequeñas en general.
En cuanto a la relación entre la edad y el tipo de fuente de información económica utilizada, se observan algunas diferencias significativas. En primer lugar, aunque todos los grupos de edad emplean los medios generalistas como principal fuente de información económica, su uso es más intenso entre los grupos más mayores (45% de los mayores de 55 años las usan frente al 38% de los menores de esa edad). En segundo lugar, el entorno familiar y social es un recurso más habitual entre los grupos más jóvenes (38%) que entre los mayores de 55 años (25%). Además, los jóvenes acuden con más frecuencia a los expertos con un perfil público independiente (34%) que los mayores de 55 años (23%), y también hacen un mayor uso de los medios especializados (23% vs 14%, respectivamente). Por último, los famosos y creadores en redes sociales son una fuente de información económica habitual para un 15% de los menores de 34 años mientras que es prácticamente inexistente para las cohortes más mayores.
En resumen, podemos concluir un uso de fuentes informativas más tradicional por parte de los grupos de edad más avanzada, mientras que los más jóvenes están abiertos a explorar otras vías más novedosas, como los expertos con un perfil público independiente, los famosos y creadores en redes sociales o incluso otras fuentes no estrictamente informativas. Y sí, destaca también que conforme mayor es la edad, mayor es el porcentaje de encuestados que no presta atención a las noticias económicas.
El análisis entre el nivel de ingresos y el uso de fuentes de información económica en España muestra algunas ligeras diferencias. Con excepción del uso que hacen de los medios de comunicación general, prácticamente idéntico en todos los niveles de renta, las personas con ingresos altos tienden a acudir más al resto de fuentes, tanto informativas especializadas (24% vs 14%), expertos (32% vs 21%) o entorno social y familiar (32% vs 21%).
El análisis de la relación entre el nivel educativo y el uso de fuentes de información económica en España ofrece conclusiones similares: salvo en el uso similar de medios de comunicación generales, aquellos encuestados con un mayor nivel de educación tiende a hacer un uso más intensivo de las principales fuentes de información analizadas, tanto informativas especializadas (28% vs 11%), expertos (31% vs 22%), o entorno social y familiar (31% vs 22%). Asimismo, sólo un 13% de los graduados/posgraduados no suele prestar atención a la información económica, frente al 22% de los que tiene educación básica.
Además de los factores sociodemográficos, el análisis de los hábitos de consumo de noticias y su posible relación con el tipo de fuente de información económica empleado depara algunas diferencias notables. Así, los datos sugieren que cuanto mayor es la frecuencia de consumo de noticias, mayor es el uso de fuentes informativas, tanto generalistas (43% de los que se informan varias veces al día las mencionan frente al 34% de los que se informan varias veces a la semana), como expertos (31% vs 27%) o medios especializados (24% vs 9%). No sorprende que aquellos que se informan con menos frecuencia presten menos atención a las noticias económicas (21%) que aquellos que tienen hábitos informativos más consolidados.
En segundo lugar, y analizando el interés informativo, los datos indican que aquellos que muestran un mayor interés en las noticias emplean más fuentes que aquellos que no están muy interesados, tanto informativas generalistas (52% vs 19%), como especializadas (31% vs 7%), de expertos (33% vs 20%) o no informativas (37% vs 27%). Tampoco sorprende que el 31% de los que no están muy interesados en las noticias en general tampoco preste atención a las noticias económicas, porcentaje que se eleva al 51% entre aquellos completamente desinteresados por la información.
El grado de interés en los asuntos políticos también parece condicionar el tipo de fuentes al que se acude para estar informados sobre la actualidad económica, financiera y empresarial. Aunque no existen prácticamente diferencias en el recurso al entorno social y familiar, sí se aprecian en el uso de las fuentes informativas, de tal forma que a mayor interés en la política, mayor porcentaje de uso de fuentes generalistas, especializadas y de expertos.
En cuanto al medio principal para estar informado en general, hay que destacar las fuentes de información económicas empleadas por aquellos que se informan habitualmente a través de redes sociales. Como puede observarse en la gráfica XX, este grupo se informa de la actualidad económica a través de amigos, familiares o compañeros de trabajo (37%), hacen un empleo relativamente bajo de los medios de comunicación generalistas (27%), de los expertos con un perfil público independiente (25%) y de los medios especializados (14%). Asimismo, es el grupo que menos atención presta a las noticias económicas (21%).
Al margen de este grupo concreto, la tendencia general (con matices) es que aquellos que se informan principalmente por formatos digitales tienden a hacer un menor uso relativo de los medios generalistas y de los expertos con perfil público independiente, y un mayor uso de los medios especializados.
ANÁLISIS COMPARATIVO DEL USO DE FUENTES EN DIFERENTES PAÍSES
Medios de comunicación generalistas
Los medios generalistas representan una fuente primordial de información económica y financiera en todos los países. En términos comparativos, el uso de estas fuentes en España (39%) se encuentra en un rango medio-bajo respecto al resto de países donde se ha analizado esta cuestión. Los países nórdicos lideran el uso de este tipo de fuente informativa: Dinamarca (62%), Finlandia (51%) y Noruega (54%), mientras que Italia (21%) y la República Eslovaca (22%) tienen los porcentajes más bajos en Europa.
En lo que respecta al sur de Europa, España se encuentra en un rango medio-alto. Portugal (49%) y Grecia (44%) muestran un uso más alto de los medios generales, mientras que Italia, como se ha mencionado anteriormente, tiene el porcentaje más bajo.
Medios especializados en economía
En España, el 17% de las personas utiliza los medios especializados como su principal fuente de información económica y financiera. Este porcentaje está por debajo del promedio global, que es del 23%. En comparación con otros países europeos, España se encuentra en el rango medio-bajo en cuanto al uso de medios especializados.
Si comparamos con otros continentes, Asia destaca por su mayor propensión a utilizar medios especializados. En países como Taiwán y Singapur, el 35% y el 24% de las personas, respectivamente, utilizan los medios especializados como fuente de información económica y financiera.
En cuanto a posibles patrones en el uso de medios especializados, se observa que los países con economías más avanzadas y complejas suelen presentar un mayor uso de los medios especializados. Esto puede deberse al hecho de que estos medios están más capacitados para proporcionar información detallada y especializada sobre la economía, los mercados financieros y la gestión empresarial. Por otro lado, en países con economías menos avanzadas, puede ser que las personas no vean la necesidad de recurrir a estos medios, ya que su interés por la economía y las finanzas puede ser menor.
Expertos con perfil público independiente
En España el 26% de las personas utiliza a los expertos con perfil público independiente como fuente de información económica y financiera. Este porcentaje está por encima del promedio global, que es del 22%. Al comparar con otros países europeos, España se encuentra en un rango medio-alto en cuanto al uso de esta fuente. Por ejemplo, Portugal (23%) y Francia (17%) tienen porcentajes de uso más bajos, mientras que Austria (28%) y Rep. de Eslovaquia (25%) tienen porcentajes de uso similares a España.
En general, los países donde más se acude a este tipo de fuentes son India (33%), Turquía y Brasil (29%) y Reino Unido y Finlandia (28%), seguido por España.
Fuentes no informativas: entorno social y familiar
En cuanto al papel de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo como fuentes de información, se observa un uso bastante uniforme en todas los países analizados y aparentemente no existe un patrón de conducta desde el punto de vista geográfico. Si acaso, lo datos indican que es una fuente mucho mas utilizada en los países asiáticos como India (44%), Hong Kong (39%) Taiwan (38%) pero también en otras latitudes como Bulgaria (45%), Croacia (41%), Hungría y Rep. Checa (42%) o Irlanda (42%).
No prestan atención a las noticias económicas
Por último, el número de personas que declaran no prestar atención a las noticias económicas es comparativamente bajo (18%). Sin embargo, los datos pueden sugerir que, en aquellos países con mayor grado de desarrollo económico, tanto en Europa (Italia, España, Francia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido) como en Asia (Japón y Singapur) o América del Norte (EE.UU. y Canadá) se da un mayor porcentaje de desinteresados por las noticias económicas que en otros territorios menos prósperos. Sin duda esta cuestión merece ser analizada con mayor profundidad, pero los datos podrían indicar una menor relevancia percibida de la economía en la vida cotidiana o una sensación de saturación informativa en estos países.
La mayoría de los españoles (40%) no comprende la información económica
En España, solo un 25% de la población considera que la información económica es fácil de comprender, lo cual es notablemente inferior al promedio total del 33%. Esto pone a España entre los países con menor comprensión fácil de la información económica, muy alejado de países como Finlandia (51%), Países Bajos (49%) e India (46%). Por contraste, el 40% de la población en España percibe que la información económica es difícil de comprender. Esto es 10 puntos porcentuales por encima del promedio total, situando a España entre los países con mayor dificultad percibida en la comprensión de la información económica.
Estos datos sugieren que puede haber un margen de mejora en la comunicación y educación económica para hacer la información más accesible y comprensible para el público en general. En segundo lugar, estos datos pueden reflejar la existencia de un número significativo de personas en España que se sienten excluidas o desorientadas por la información económica, lo que puede tener implicaciones para la toma de decisiones económicas y políticas en el país.
El análisis sociodemográfico muestra que el 48% de las mujeres encuestadas considera que la comprensión de noticias sobre finanzas y economía es muy difícil o difícil, en comparación con el 31% de los hombres. Esta diferencia podría estar relacionada con la brecha de género en la educación financiera y en la participación en actividades económicas.
Por otro lado, al analizar los datos según la edad, se observa que, con matices, los encuestados de edades más jóvenes tienen menos dificultades para comprender las noticias económicas, Este resultado podría deberse a la mayor exposición de los jóvenes a las nuevas tecnologías y a la educación financiera que se imparte en la actualidad en las escuelas y universidades.
Por último, hay una clara relación entre el grado de comprensión de la información económica y las variables nivel de ingresos y nivel educativo. La gráfica muestra que las personas con ingresos más bajos y niveles educativos más bajos tienen más dificultades para comprender las noticias económicas, mientras que las personas con ingresos y niveles educativos más altos encuentran más fácil comprenderlas.
Además, las diferencias entre los grupos son bastante pronunciadas. Por ejemplo, el porcentaje de personas que encuentran muy difícil o difícil comprender las noticias económicas varía desde el 43% entre aquellos con ingresos bajos hasta el 32% entre aquellos con ingresos altos. De manera similar, el porcentaje de personas que encuentran las noticias económicas muy fáciles o fáciles de comprender varía desde el 16% entre aquellos con niveles educativos bajos hasta el 37% entre aquellos con niveles educativos altos.
Y tampoco les resulta fácil aplicar las noticias económicas a su vida diaria
En España, solo el 20% de la población considera que aplicar la información económica a su vida diaria es fácil, lo cual es notablemente inferior al promedio total del resto de países analizados (28%). Por el contrario, España tiene un porcentaje muy elevado de encuestados (38%) que considera difícil aplicar las noticias económicas en su día a día, notablemente por encima del promedio del resto de países analizados (29%).
Cuando comparamos España con el resto de Europa, observamos que el porcentaje de españoles que considera fácil aplicar la información económica a su vida diaria es uno de los más bajos. Solo Francia, Hungría y la República Eslovaca tienen porcentajes más bajos en esta categoría. Por el contrario, como puede verse en la gráfica, España se encuentra en el extremo superior junto a Turquía, Hungría y Francia de países donde los ciudadanos perciben como difícil aplicar la información económica. Es notable que España tiene un porcentaje más alto que muchos de sus vecinos europeos, incluyendo Portugal, Italia y Alemania.
Estas cifras sugieren que, en comparación con otros países europeos, una mayor proporción de españoles encuentra desafiante aplicar la información económica a su vida diaria. Esto puede reflejar diferencias en la educación económica, la presentación de la información económica en los medios, o incluso diferencias culturales y socioeconómicas en la percepción de la economía. En definitiva, los datos muestran que puede haber margen para mejorar la comunicación y educación económica en España. Esto podría implicar hacer la información económica más accesible y relevante para la vida diaria de las personas, o trabajar para eliminar barreras a la comprensión y aplicación de la información económica. De esta manera, los ciudadanos españoles podrían sentirse más empoderados para tomar decisiones informadas en su vida cotidiana.
¿Quiénes necesitan más apoyo para poder aplicar la información económica en su día a día?
El análisis por sexo muestra diferencias notables entre hombres y mujeres. Así, una mayor proporción de mujeres calificó como muy difícil/difícil aplicar la información económica en comparación con los hombres (42% frente a 34%). Por el contrario, una mayor proporción de hombres consideró como muy fácil/fácil aplicar las noticias económicas (26% frente a 15%). En cuanto a las diferencias por tramos de edad, los datos muestran diferencias significativas entre los menores de 44 años y los mayores de esta edad. Los más jóvenes perciben menos dificultades a la hora de aplicar las noticias económicas (35%) que los mayores de 45 años (39%).
En cuanto a los niveles de ingresos, la categoría muy fácil/fácil es significativamente más popular entre los encuestados con ingresos altos (31%) que entre las rentas más bajas (17%). Y al examinar los niveles de educación, se observa una tendencia similar. La categoría muy fácil/fácil fue seleccionada con mayor frecuencia por aquellos con un grado o posgrado (30%) en comparación con el grupo con un nivel más bajo de educación (15%). Esto sugiere que una mayor educación puede facilitar la comprensión y aplicación de la información económica, posiblemente debido al desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, alfabetización numérica y conocimiento de conceptos económicos.
Estos datos sugieren que tanto el nivel de ingresos como el nivel de educación pueden jugar un papel significativo en la percepción de la aplicabilidad de la información económica. Es probable que las personas con mayores ingresos y niveles de educación tengan una mayor capacidad para comprender y aplicar esta información, lo que tiene implicaciones importantes para la divulgación de información económica y para las políticas de educación económica. Este análisis también resalta la necesidad de mejorar el acceso a la educación económica y de proporcionar recursos adicionales para aquellos con ingresos y niveles de educación más bajos para nivelar el campo de juego.
Por ejemplo, podrían desarrollarse programas de educación financiera que se dirijan específicamente a estos grupos, utilizando lenguaje y conceptos más accesibles y proporcionando recursos de aprendizaje adicionales. Esto podría ayudar a mejorar su comprensión y aplicación de la información económica, permitiéndoles tomar decisiones financieras más informadas y potencialmente mejorar su bienestar económico.