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‘Saudade’, dar voz a la artesanía entre las nuevas generaciones

Inmaculada Osorio, recién graduada en Diseño, une sus raíces andaluzas y portuguesas para diseñar una marca de moda como su Trabajo de Fin de Grado

El pasado 16 de mayo, Inmaculada Osorio, recién graduada de 4º de Diseño de la Mención en Moda, presentó su Trabajo de Fin de Grado en la Escuela, ‘Saudade’. Tras emocionar a los presentes y demostrar un claro trabajo de fondo, Inmaculada fue seleccionada para ser una de las siete alumnas que defendieron el pasado 28 de mayo su TFG para optar a la matrícula de honor, distinción que consiguió. Le hemos pedido que nos cuente más sobre su trabajo y cómo ha vivido este proyecto. 

¿En qué consiste tu TFG?

—Este Trabajo de Fin de Grado surge con el propósito de rescatar, revalorizar y promover las artesanías de mis dos ciudades: Granada (Andalucía, España) y Viseu (Portugal). El objetivo de ‘Saudade’ es mostrar a las generaciones más jóvenes y al público general el significado y la importancia que la artesanía tiene en nuestra identidad cultural, así como las oportunidades que ofrece en el mundo de la moda con unas perspectivas de proyección a futuro. Lo presento como una alternativa que no solo busca preservar y proteger la artesanía, sino también integrarla en el contexto del diseño contemporáneo. La colección se desarrolla en estrecha colaboración con los artesanos, respetando sus técnicas así como el empleo o uso de los materiales tradicionales (tejidos, cerámica, hilos…). En esencia, el proyecto busca fusionar ambas culturas, reflejando mi identidad como diseñadora sin perder de vista el valor intrínseco de la artesanía. El resultado es una colección de prendas de abrigo inspiradas en las vestimentas y el estilo de vida característicos de Granada y Viseu, representando un retorno a las raíces con la combinación de ambas artesanías, algo que puede ser trasladable a otras ciudades y países. Con ‘Saudade’ trato de dar continuidad a la artesanía, darle una nueva vida, pensando también en la mejora del medio ambiente, ya que la mayoría de sus procesos son manuales y los materiales utilizados son naturales, y a la vez realizar una fabricación única de prendas contemporáneas.

¿Cómo se te ocurrió la idea para tu TFG?

—La artesanía en estos tiempos ha perdido mucha relevancia, en algunos casos sobrevive por personas mayores que no han dejado de hacerla, no teniendo interés en las nuevas generaciones. Subsiste, en su mayor parte, gracias al turismo, como souvenir como atractivo turístico y, en menor medida, por las tradiciones que se mantienen en cada región y que los ciudadanos respetan, como puede ser la Semana Santa o las fiestas populares de cada región. El gran problema que subyace para la supervivencia de la artesanía es el aprendizaje o la formación hacia las nuevas generaciones, que son las que verdaderamente pueden continuar con el legado. Uno de los objetivos de mi trabajo es poder incorporar la artesanía a la moda actual devolviéndoles su esplendor, hacerlas atractivas para el consumidor actual y, de esta forma, generar el interés en todos los niveles, haciendo que estas sean productivas, además de mejorar, como he comentado, el medio ambiente, tan importante para la sociedad.

¿Qué ha sido lo más gratificante del proceso?

—Lo más gratificante ha sido conocer a cada una de las personas que están detrás de cada artesanía, escucharlas, ver cómo hacen su trabajo, formarme con ellas, aprender de ellas… Sin duda, ha sido muy gratificante y enriquecedor. Ver en sus ojos la ilusión que les hacía mi interés por su trabajo me ha ayudado mucho para después plasmar con la misma pasión mi colección de prendas de abrigo. Cada uno de los momentos que he vivido con ellos me ha hecho apreciar la necesidad de mostrar cuánto valor tienen e intentar conseguir algo que pueda perdurar. Ha sido muy satisfactorio realizar mi primera colección de moda de ocho prendas de abrigo uniendo artesanía e innovación.

¿Cuáles han sido los obstáculos que te has encontrado por el camino y cómo los has solucionado?

—Como especial dificultad con la que me he encontrado podría destacar el hecho de no vivir, actualmente, cerca de ninguna de las dos ciudades que he tomado como referencia por ser las de mis orígenes, Granada y Viseu. Por tanto, no tener fácil accesibilidad a los artesanos que residen allí lo ha hecho más complicado pero aún más interesante. Su colaboración ha sido muy directa cuando estábamos juntos e indirecta cuando nos teníamos que comunicar por otros medios, por lo que no han podido estar de forma permanente en el proceso. Sin embargo esta limitación la he suplido viajando más veces, contactando con ellos por móvil y por correo electrónico. Este es un claro ejemplo de que los propios artesanos también se adaptan y evolucionan en otros campos, como el de las comunicaciones.

¿Te has encontrado con alguna otra dificultad?

—Otra de las dificultades del proyecto está en los textiles. Cada uno de ellos se elabora de una manera distinta, lo que hace que la confección de las prendas sea más difícil, y debían realizarse adaptándolas en la mayoría de los casos al textil, que, por otra parte, ha hecho que el proceso sea muy creativo. Estos textiles, al no ser industriales y al no estar preparados para confeccionar prendas de vestir, dificultaban la confección. Para solventarlo realicé distintas pruebas en tela retor de los patrones. También repasaba los procesos y las características de cada tejido para que al comenzar la confección final fuera muy precisa, ya que solo tenía un intento.

¿Qué es lo que has aprendido desarrollando tu TFG?

—Este proyecto ha sido un aprendizaje continuo, tanto cultural, emocional, intelectual, como práctico. Me ha llevado a conocer a personas maravillosas que aman lo que hacen. He aprendido técnicas artesanas que llevo toda la vida viviendo y que desconocía. He conocido más sobre mis orígenes y me ha llevado a encontrar mi identidad. Este proyecto me ha empujado a sobrepasar límites y ver de qué soy capaz. Ha sido un proyecto apasionante y muy enriquecedor y he podido ver la riqueza que tenemos y en qué podemos emplearla.

¿Cómo se podría acercar la artesanía a las nuevas generaciones?

—Hay que difundir la importancia y belleza de la artesanía, para que las nuevas generaciones se interesen por ella y quieran formarse y aprender el oficio viéndolo como una oportunidad profesional. Estamos a tiempo para que nuestra generación aprenda de los artesanos que existen como, por ejemplo, los que he conocido realizando este proyecto. Estos están en el final de su etapa profesional y si continúan realizándola es gracias a su pasión por su trabajo. Ellos estarían orgullosos y satisfechos de formar a otros, he tenido la suerte de vivirlo, ver su satisfacción y entusiasmo al enseñar a una chica joven. Estaban sorprendidos por mi interés. Es muy importante mostrar las posibilidades que tiene la artesanía en otras áreas, actividades o disciplinas, buscar otros usos diferentes a los que están en desuso, dándoles el valor y el respeto que merecen y, en definitiva, redirigirlas a otros usos. 

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