«La semana del 3 al 7 de junio, los alumnos del Máster de Arquitectura y Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MDGAE) participamos en la Semana Internacional junto a otros estudiantes de la Universidad Nacional de Singapur (NUS), acompañados por el profesor Nirmal Kishnani. El encuentro, que tuvo lugar en la sede de posgrado de la Universidad de Navarra en Madrid, estuvo coordinado por Purificación González, directora del máster; Ana Sánchez-Ostiz, responsable de estrategia internacional del máster; y Aurora Monge, profesora del MDGAE; y se complementó con visitas y sesiones teóricas y prácticas impartidas por profesores y profesionales internacionales.
El primer día, tras una presentación de Ana Sánchez-Ostiz, recibimos una clase de Mayka García Hípola sobre la historia de Madrid y su desarrollo urbano, así como las políticas de desarrollo sostenible que se están implantando y que condicionarán este crecimiento, especialmente el de Madrid Nuevo Norte.
Seguidamente, Felipe Pich-Aguilera, socio fundador de Pich-Aguilera Architects, impartió una sesión sobre algunos proyectos de arquitectura sostenible llevados a cabo en su estudio. En esta sesión, Felipe hizo especial hincapié en la importancia de la artesanía y la tecnología en la arquitectura a lo largo del tiempo, y en el valor cultural y social de la técnica. “Tan pronto como la arquitectura se tecnifica, la sociedad se ordena”, afirmó. Habló de conceptos como la porosidad en la arquitectura y la refrigeración natural, los materiales, la prefabricación y la economía circular, bajo la idea de una arquitectura capaz de adaptarse a los cambios y necesidades.
A partir del martes, asistimos a clases teórico-prácticas sobre arquitectura regenerativa impartidas por Bill Reed, arquitecto, consultor de planificación, facilitador de procesos de diseño y autor en materia de sostenibilidad y regeneración. Bill es director de Regenesis Group, una asociación originaria de Estados Unidos que busca entender cómo funciona la complejidad de situaciones específicas, especialmente en la arquitectura. Su objetivo es comprender que el ser humano puede ser un signo de evolución, no de degradación, y aprender a armonizar la actividad humana con la evolución del planeta, logrando un valor exponencial de las cualidades de vida dentro de los proyectos, las comunidades y su ecosistema.
Una de las ideas más importantes que Bill quiso transmitir durante estos tres días es que no podemos tratar a las comunidades de manera genérica. Experimentar y sentir los lugares que se habitan y conocer su contexto es esencial para entender a las personas que consideran esos lugares como suyos. Analizar los problemas desde una perspectiva holística y tener una visión general facilita el trabajo.
Las sesiones teóricas se intercalaban con ejercicios prácticos que debíamos resolver en grupos. Con estas actividades, intercambiamos distintos puntos de vista y nos enriquecimos con la forma de trabajar y pensar de los demás. Responder a las preguntas planteadas por Bill en sus clases fue esencial para desarrollar un pensamiento crítico que, como arquitectos, deberíamos convertir en una forma de vida.
En definitiva, esta semana estuvo repleta de actividades y trabajo en equipo cada día. La convivencia entre estudiantes y profesores fue muy enriquecedora. Tuvimos la oportunidad de aprender mucho de profesionales que trabajan en diferentes contextos y culturas, mejorando su sentido crítico y cuestionando numerosos temas».
Texto escrito por: Pilar Vilarrubí Moracho, alumna del Máster de Arquitectura y Diseño y Gestión Ambiental de Edificios