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Cumbre de mandatarios de la APEA en la Casa Blanca, en noviembre de 2023 [Casa Blanca]
La Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas (APEA) es la iniciativa puesta en marcha por la Administración Biden para la cooperación con el resto del hemisferio occidental. Con ella, Estados Unidos pretende contribuir a abordar los desafíos económicos de sus vecinos, al tiempo que contrarrestar la influencia china en la región. Sin embargo, la falta de incentivos comerciales concretos, la ausencia de actores clave como Brasil y Argentina, y la falta de definición estratégica en la primera cumbre plantean dudas sobre su efectividad. Aunque podría no alcanzar sus objetivos deseados, la APEA se percibe como un punto de partida valioso que podría sentar las bases para futuras iniciativas lideradas por Estados Unidos que encajen mejor con las aspiraciones de los países latinoamericanos.
La Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas fue anunciada el 8 de junio de 2022 por el presidente Biden en la Cumbre de las Américas, donde la presentó como un paso legítimo en la construcción de una alianza verdadera y sustantiva con socios comerciales de confianza en el hemisferio occidental. El 27 de enero de 2023, los países integrantes firmaron una declaración conjunta para la puesta en marcha de la iniciativa. Además de Estados Unidos, se trata de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay.
Con la creación de la APEA (en inglés se conoce como Americas Partnership for Economic Prosperity, con las siglas APEP), Estados Unidos aspira a desarrollar una plataforma que asiente su influencia en el continente, mediante una colaboración regional capaz de abordar desafíos económicos, entre los cuales destacan la recuperación de la pandemia de COVID-19 y el avance hacia un crecimiento más inclusivo y sostenible, según consta en los documentos oficiales.
Previos intentos estadounidenses de aumentar su influencia en el hemisferio occidental mediante la creación de una amplia zona de libre comercio fracasaron, debido principalmente a la falta de un acuerdo político general en la región (Estados Unidos tiene acuerdos con sus vecinos norteamericanos y con Centroamérica, así como con Chile, Perú y Colombia, pero no existe un acuerdo continental). De esta manera la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas emerge como una solución para fomentar la cooperación económica de Washington con el continente americano, atrayendo de momento a aquellos países dispuestos a una mayor interacción comercial, aunque sin alcanzar el estadio de libre comercio (el gobierno de Uruguay lo ha visto como un paso en esa dirección, al menos de modo bilateral)
Uno de los principales objetivos de la alianza se asienta sobre la pretensión estadounidense de ejercer de contrapeso a la creciente influencia China en Latinoamérica y el Caribe (veintiún estados de la región son miembros de la iniciativa china ‘Un cinturón, una ruta’; cuatro ya han concluido acuerdos de libre comercio con China), donde se ha consolidado como el segundo mayor socio comercial. En esta línea, la APEA pretende ofrecer a los estados caribeños y latinoamericanos razones económicas tangibles para disminuir su dependencia de Pekín. Además, la APEA fomenta la ejecución de múltiples proyectos de infraestructuras y desarrollo, con planteamientos más sostenibles que los impulsados por China.
El propio Joe Biden recientemente afirmó que la alianza pretende asegurar que los vecinos más próximos de Estados Unidos sepan que pueden elegir entre la diplomacia de la ’trampa de la deuda’ (en referencia al endeudamiento que algunos países alcanzan con China quedando a merced de esta potencia) y enfoquestransparentes y de alta calidad en materia de infraestructuras y desarrollo.