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La Habana [flunkey0]
Cuba atraviesa la mayor ola migratoria de su historia. Más de un millón de personas han abandonado la isla desde que el régimen castrista acentuó su represión a mediados de 2021 para acallar las protestas ante lo que constituye la peor crisis económica desde que Cuba abandonó soberanía española. Ya con bajas tasas de natalidad, la marcha de gente joven, con una ligera mayoría de mujeres, aboca a la nación caribeña a un envejecimiento pronunciado que afectará negativamente a cualquier futuro desarrollo.
La voz de alerta la ha dado el propio régimen castrista, nada proclive a ofrecer referencias demográficas. En julio de 2024 el vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), Juan Carlos Alfonso Fraga, expuso ante los diputados del Parlamento cubano la disminución de un 10,1% de la población efectiva de la isla con respecto a diciembre de 2020. Esto dejaba a Cuba por debajo de los 10 millones de personas, una cantidad “similar a la que Cuba registró en algún momento del año 1985” y que el país superó hasta alcanzar los 11,3 millones de habitantes a comienzos de la década de 2010. Desde entonces, la población total comenzó a descender debido a una tasa de fecundidad que llevaba tiempo por debajo del nivel de reemplazo.
A ese proceso de envejecimiento se ha añadido, a causa de la grave crisis económica y la represión política, una ola migratoria que supera a todas las demás vividas en los sesenta años de comunismo. Sin incluir aún del todo el efecto de este último despoblamiento, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU estima que para 2100 la población de Cuba puede llegar a ser de algo menos de 6 millones de personas en un escenario intermedio (en el peor escenario bajaría de los 4 millones).
El gobierno cubano se niega a dar cifras concretas acerca de la reciente salida masiva de ciudadanos, escudándose en que hasta que estos no pasan dos años fuera del país se les sigue considerando residentes. Esto obliga a los investigadores a recoger datos de los países de recepción y a trazar sus propios modelos. La conclusión del demógrafo y economista cubano Juan Carlos Albizu-Campos es que en realidad en la isla residen solamente 8,62 millones de personas, apuntando a una disminución de la población del 18 % entre 2022 y 2023. Así, más de un millón de personas habrían abandonado Cuba desde 2021, un volumen que concuerda con los ingresos de cubanos registrados en Estados Unidos y, en menor medida, en otros países.
En Cuba los censos se realizan cada diez años, pero desde la última encuesta han pasado 12 años, y un censo planeado para 2024 ha sido pospuesto. Según el vicejefe de la ONEI, el Gobierno está dispuesto a llevarlo a cabo en 2025, tras una demora que atribuye a “agresiones externas” y “problemas internos”. Cuba se vacía y el régimen se debilita.