España en América: Ideas y praxis de una conquista

España en América: Ideas y praxis de una conquista

RESEÑA

21 | 12 | 2023

Texto

Sintético análisis –y juicio– de las razones de los conquistadores y de los métodos de la evangelización

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Portada del libro de Mariano Fazio ‘En torno a América. Conquista y evangelización’ (Madrid: El buey mudo, 2023) 218 páginas

En la relación de la mayor parte de los países de América con España está presente la historia común que arrancó con la llegada de los conquistadores y que se prolongó de modo muy intenso durante trescientos años. La evolución de las ideas culturales y políticas en el último siglo ha producido vaivenes en la conceptualización de aquella antigua presencia española en América por parte de las clases dirigentes nacionales, afectando a su percepción de la antigua metrópoli, si bien en general ha predominado un sostenido acercamiento diplomático, mientras que los episodios de distanciamiento han sido contados.

Interesado en la historia de las ideas, el historiador y sacerdote argentino Mariano Fazio trata de interpretar en ‘En torno a América. Conquista y evangelización’ cuáles fueron los parámetros mentales que gestaron la colonización española, y lo hace analizando las ideas entonces vigentes. Como cuenta en su introducción, parte de lo que escribieron los cronistas e historiadores de Indias, así como de cartas y otros documentos personales de descubridores, conquistadores y evangelizadores de la época, sobre todo del siglo XVI, pero con alcance también hasta el siglo XVIII: se tienen en cuenta los autores de los hechos, pero también a sus más tempranos críticos (prescindiendo “a propósito” de estudios posteriores, porque el objetivo es ver y entender con los ojos y la mente del momento). El libro conoció una primera versión hace unos años; ahora vuelve a editarse actualizado y con nuevo título.

El ensayo se divide en dos partes. La primera se pregunta por las motivaciones que empujaron a los conquistadores para cruzar el Atlántico una vez “descubierta” América, y la segunda, por el proceso de evangelización e inculturación llevado a cabo. Como hombre de Iglesia, es normal que Fazio dé importancia a ese segundo aspecto, pero la conversión al cristianismo y la influencia de la antropología cristiana en el ordenamiento de la sociedad son aspectos clave en el desarrollo posterior que tuvieron esos pueblos.

Fazio destaca tres motivaciones en los conquistadores: la búsqueda de riquezas, la ética renacentista del honor –aumentar la honra y dejar fama detrás de sí– y la propagación de la fe. Generalmente se ha entendido que el objetivo del enriquecimiento –la obsesiva búsqueda de oro–, y también el de alcanzar fama, fueron los principales acicates que los conquistadores tuvieron para navegar hasta el Nuevo Mundo. Pero no hay que olvidar tampoco el sincero deseo de la conversión de los nativos. Este propósito, precisa Fazio, no fue el primero entre los hombres de armas –sí entre los religiosos, que llegaron expresamente para la evangelización–, pero jugó su papel. De hecho, se dieron esas motivaciones de modo simultáneo: el afán apostólico se encuentra entremezclado “con avaricias y soberbias de todo tipo”; en cualquier caso, cuando el afán de riquezas “fue moderado no hubo incompatibilidad entre tales fines”. “No se trata –sería ridículo–”, advierte el autor, “de canonizar a los hombres en armas. Nuestro intento es poner de manifiesto que realmente existió tal preocupación y que en muchos casos dio frutos”. Así, pues, “hubo una pluralidad de fines que no se excluyeron, sino más bien se complementaron mutuamente en el alma de los conquistadores”. “El provecho económico fue decisivo para impulsar las empresas de conquista. Pero no lo explica todo. Hubo sincero afán de difundir la fe, aunque es lógico pensar que este interés fue secundario en los hombres de armas”, concluye el autor.

Otra cosa es cómo esa conversión se llevó a cabo, lo que el libro aborda en su segunda parte. Fazio deja a salvo tanto la labor evangelizadora de la Iglesia (con posibles matices que el carácter sintético de la obra obliga a obviar) como el compromiso de la Corona con la concepción cristiana de la persona humana. “La Corona de Castilla sostuvo una política oficial de altos valores que no tiene parangón con ninguna otra en la historia de la expansión colonial europea”, escribe. No obstante, admite que “si la Iglesia jugó un papel fundamental en esta toma de conciencia de la dignidad de la persona humana, hemos de recordar que se trata de una Iglesia unida al Estado”, de forma que es en esa instrumentación del orden temporal donde se registraron la mayor parte de las injusticias. Las cometieron muchos conquistadores y gobernantes, amparándose inicialmente en la legitimidad de la conquista violenta, si los indios rechazaban una cuestionable fórmula de adhesión a la fe, y luego en instituciones como la encomienda. En esas acusaciones, Fazio da bastante razón a Fray Bartolomé de las Casas, aunque también desconsidera algunos de sus excesos.

En su conclusión, Fazio hace una valoración generalmente positiva de la civilización que se alumbró entonces. Sin negar que la presencia española fue al principio fruto de la violencia, subraya que no hubo ensañamiento y que muchos elementos culturales de las poblaciones preexistentes pudieron desarrollarse en el nuevo periodo, en un mestizaje que aún hoy asombra. “El mestizaje fue posible gracias a la antropología cristiana que subraya la igualdad radical de todas las personas. Esto no implica, evidentemente, la ausencia de prejuicios, discriminaciones e inequidades”, concluye Fazio, para quien los tres siglos del periodo hispánico, “con sus muchas luces y algunas sombras”, constituyen una herencia “transformada” por el mestizaje.

‘En torno a América’ supone un intento de superar prejuicios y acercarse a la época seminal de la relación de España con América con los ojos de sus protagonistas, aceptando que la mentalidad de la época es bastante distinta de la nuestra. “La certeza de poseer la verdad religiosa daba unos derechos que hoy se pondrían en entredicho gracias a una mayor percepción que reina de las prerrogativas de la conciencia”, apunta Fazio. El libro atiende a las convicciones del momento, y a las exigencias morales que estas suponían, y también a las críticas que ciertos comportamientos suscitaron ya entonces.