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Foto oficial de la III Cumbre UE-CELAC, celebrada en Bruselas en julio de 2023 [Comisión UE]
La Unión Europea ha comenzado a gestionar los acuerdos alcanzados con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la cumbre del pasado mes de julio. Largamente demorada, la cumbre sirvió para retomar el compromiso de cooperación entre las dos regiones: en un momento de altas exigencias tecnológicas, la UE puede compartir avances digitales, al tiempo que los países latinoamericanos pueden suministrar materiales cruciales para la nueva revolución industrial, como el hidrógeno verde o el litio, cuya producción requiere inversión extranjera. Que el deseo de colaboración no quede en meras declaraciones como en otras ocasiones depende de cómo se perciba la urgencia geopolítica ante el nuevo orden mundial.
La celebración de la III Cumbre UE-CELAC en julio de 2023 tuvo importancia en si misma, pues suponía un reencuentro que no se producía desde la cumbre de 2015 (la próxima deberá celebrarse dentro de dos años). La doble jornada convocada en Bruselas, durante la presidencia española, estuvo centrada en la oportunidad digital que ofrece la colaboración entre Europa y Latinoamérica. En la cumbre, se discutieron temas como la cooperación en el campo de las materias primas fundamentales, como es el caso de los metales de tierras raras, del acceso libre a los mercados y del desarrollo sostenible. También, fue debatido el refuerzo de la cooperación en los foros multilaterales y la paz y la seguridad mundial.
Antes de la cumbre, la Comisión Europea prometió una inversión de 45.000 millones de euros hasta 2027 en gran parte destinados a la transición energética y la conectividad en los países de la CELAC, gestionados a través de la principal iniciativa de la UE en acción exterior, el Global Gateway. Esto con el objetivo de mejorar las relaciones y así convertirse en el primer socio de la región. En las inversiones participan también los grandes bancos regionales, como la CAF y el BID.
Agenda de la inversión Global Gateway
La Agenda Global Gateway es una iniciativa para fortalecer la UE como actor global y promover los valores europeos. Es un proyecto geopolítico para competir con la Iniciativa de la Franja y Ruta de China. Como ejemplos de esas inversiones pueden mencionarse los siguientes proyectos:
Acuerdo de hidrógeno verde entre Chile y la UE.—Con la iniciativa ‘Team Europe’ la UE promueve el desarrollo de hidrógeno renovable en Chile. Debajo de esta iniciativa la UE invertirá 4 millones de euros en esta iniciativa y el Ministerio Federal Alemán de Asuntos Económicos y Protección del Clima (BMWK) otros 4 millones de euros. También se creó un Fondo de Hidrógeno Renovable con un presupuesto de 216 millones de euros. El Fondo de Inversión para América Latina y el Caribe de la UE (EU LACIF) aporta 16,5 millones de euros y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) junto con el Banco de Desarrollo Alemán (KfW) aportan 200 millones de euros. Los objetivos del programa son: la transformación de Chile en un líder regional en materia de hidrógeno verde, la producción del 150% del mercado mundial de H2 existente y el 15% de la demanda futura en 2050 y la reducción de las emisiones del sector minero de Chile. Un hecho importante es que Alemania, debido a su gran industria, tiene una necesidad de hidrógeno verde por lo que financia una parte significativa de las inversiones.
Inversiones en el transporte interno de El Salvador.—En El Salvador la Unión financiará principalmente dos proyectos para mejorar la movilidad dentro del país. El primer proyecto es el Tren del Pacífico, para transporte de carga y pasajeros, que recibirá un financiamiento de 150 millones de euros. El tren conectará San Salvador con Acajutla, localidad costera a 80 kilómetros de la capital, y sería posible extenderlo hasta la frontera con Guatemala. El segundo proyecto es una línea de metro de tipo monorriel en el Área Metropolitana de San Salvador con una inversión de 300 millones de euros. Estos dos proyectos serán beneficiario para el comercio en El Salvador y mejorarán el transporte interno del país.
La descarbonización del Canal de Panamá.—Asimismo, la UE invierte en el proceso de la descarbonización del Canal de Panamá. El Canal tiene el objetivo de convertirse en carbono neutral hacia 2030. La estrategia para cumplir este objetivo implica, por ejemplo, que los buques utilicen combustible sostenible como H2 o combustible sintético y que la producción de electricidad para el funcionamiento del Canal sea neutral en emisiones de carbono. Esta inversión es clave porque coincide perfectamente con la nueva agenda de inversiones en la transición energética de Latinoamérica.
Alianza Digital UE-CELAC
La apuesta por la colaboración digital también se inscribe en el marco de Global Gateway. La Alianza Digital, según la propia UE, es “un marco de cooperación informal basado en valores compartidos”. La iniciativa tiene tres pilares —las inversiones en conectividad, la ciberseguridad y los derechos digitales— y prevé financiarsecon destinar 3.400 millones de euros a Latinoamérica de lo presupuestado en el programa Global Gateway y 135.000 millones euros del Fondo Europeo para el Desarrollo Sostenible Plus. Los objetivos abstractos de la Alianza Digital son parecidos con los del Global Gateway, pero en concreto trata de la transición digital, de la creación de leyes de servicios y mercados digitales y de la regulación de inversiones digitales. Esta política es usada para aumentar la posición estratégica de la Unión en la región y porque ambas regiones tienen mismos intereses en esta.
Los datos muestran que hay una amplia brecha en el acceso a Internet entre la UE y la CELAC. En la UE, el 97% de los hogares tienen conexión a internet, pero en Latinoamérica y el Caribe la cifra es solo el 67%. Además, existe una gran diferencia entre los países de CELAC; por ejemplo, en Brasil el 77% de los hogares tienen una conexión a Internet mientras que en Haití son únicamente un 7%. Se puede concluir que inversiones en la conectividad son necesarios e importantes para disminuir la brecha entre las regiones, pero es necesario que las inversiones prioricen los países que más se beneficiarían de ellas.
Asimismo, la alianza incluye la cooperación para infraestructuras como el programa BELLA y los Centros Copernicus y establecerán diálogos sobre políticas digitales, la gobernanza de internet, la protección de datos, la inteligencia artificial y más tecnologías relevantes. Sin embargo, para la realización de los objetivos son necesarias enormes inversiones porque solo para ajustar la brecha en conectividad se requerirían inversiones de más de 50.000 millones dólares, de modo que puede afirmarse que, pese a los grandes objetivos del acuerdo, todavía no hay una clara ruta para alcanzarlos.