Las multilatinas rompen el techo inversor en el exterior

Las multilatinas rompen el techo inversor en el exterior

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20 | 12 | 2023

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Las trasnacionales de origen latinoamericano salen con fuerza de la contención de la pandemia

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Evolución del logotipo de Bimbo, empresa multinacional de México

Las grandes empresas trasnacionales de Latinoamérica –conocidas como multilatinas– han salido con fuerza de la difícil situación atravesada durante la pandemia. Después de casi diez años de progresiva reducción del flujo inversor en el exterior, en 2022 la inversión extranjera directa desde países latinoamericano conoció un récord histórico, con un incremento del 80% respecto al año anterior. Los datos aún por conocer relativos a 2023 indicarán si se trata de un rebote por la contención durante la crisis pandémica o se consolida una tendencia al alza.

Latinoamérica y el Caribe sufrieron especialmente las consecuencias de la emergencia sanitaria por Covid-19. Fue la región mundial con mayor incidencia mortal de la pandemia en términos relativos y registró un retroceso en su PIB del 7%, apenas compensado con un crecimiento del 7,3% en 2021. En contraposición a lo que podía anticiparse en un contexto político y económico global complejo, 2022 fue un año positivo para la economía latinoamericana. La región experimentó un crecimiento de un 4,1%, ritmo más elevado que el promedio mundial. Además, la Inversión Extranjera Directa (IED) de entrada en Latinoamérica presentó un repunte significativo, alcanzando una cifra récord de 224.579 millones de dólares, siendo esta 55,2% más elevada que la documentada en 2021.

Sin embargo, si hay un indicador que merece especial atención en la región, este es el de la IED de salida. Las empresas latinoamericanas invirtieron en 2022 en el exterior más que nunca, alcanzando niveles sin precedentes: 74.677 millones de dólares. Este montante representó un aumento del 80% respecto a 2021, excediendo así en más de 30.000 millones de dólares la cantidad invertida ese año precedente. Estas operaciones se suman al stock de inversiones de empresas de América Latina y el Caribe, que en 2021 era de 741.000 millones de dólares, según datos de UNCTAD.

Esto se realizó en un contexto interno favorable, pues la región supo beneficiarse de las consecuencias colaterales del conflicto en Ucrania, principalmente del alza de los precios de las materias primas, generando ingresos adicionales en los países exportadores de energía, metales y alimentos. Por su parte, los bancos centrales supieron anticiparse en 2021 a la creciente inflación. La subida de los tipos de interés resultó en dos tendencias positivas: el refuerzo de las monedas regionales (imprescindible para la internacionalización de las empresas) y la credibilidad de las políticas monetarias.

Con todo y sin menospreciar los niveles alcanzados en IED de salida, conviene situar estas cifras dentro del contexto global, ya que constituyen menos del 3% de los flujos de IED mundial. Por lo demás, solo a la luz de la inversión que se haya realizado en 2023 podrá determinarse si estamos en un ciclo ascendente: las previsiones de un menor crecimiento económico latinoamericano para este año y para 2024 –en torno al 2,3% según el FMI– no vislumbran un especial impulso.

Multilatinas: país de origen y tipo de inversión

La región cuenta con empresas de gran dimensión con una extendida presencia internacional, a través de filiales y la tenencia de miles de millones en activos en el exterior. De esta manera, 11 de las 100 empresas mundiales (no financieras) con mayor presencia internacional tienen ADN latinoamericano: la minera Vale y la empresa de alimentación JBS, de Brasil; la cementera Cemex, la panificadora Bimbo y la operadora de telecomunicaciones América Móvil, de México; la tecnológica argentina Globant; la energética colombiana ISA; la vinícola chilena Viña Concha y Toro, de Chile, entre otras. Aunque las más destacadas cuentan presencia en muy diversos países, la mayoría concentra sus filiales dentro de la región (el 88% según una encuesta realizada por el BID).

Además, en un escalón inferior, hay una nutrida presencia de compañías con creciente presencia internacional. Así, en la actualidad existen 36 unicornios (empresas con un valor de 1.000 millones de dólares) y más de 1.000 startups tecnológicas.

Si algo evidencian los 74.677 millones de dólares invertidos en el exterior en 2022 por las multilatinas es que, pese a la incertidumbre en los mercados internacionales, el entramado empresarial latinoamericano es altamente competitivo, ambicioso y continúa ampliando su presencia global. Cabe destacar que más del 80% de esa inversión corresponde a empresas de Brasil, México y Chile. Brasil lideró la emisión inversora, con 30.694 millones de dólares y un incremento del 90% respecto al año anterior; las inversiones desde México alcanzaron 16.878 millones de dólares, y las realizadas desde Chile fueron de 13.918 millones de dólares, lo que constituyó una reducción del 4% (Chile es el país en la región con mayor inversión en el exterior con relación a su PIB).

Adicionalmente, debe mencionarse el esfuerzo inversor realizado por Uruguay, Argentina y Colombia, cuyos flujos fueron superiores a los 1.000 millones de dólares. No obstante, Uruguay opera ocasionalmente como país de tránsito, por lo que las cifras de IED emitidas por este país deben valorarse con cautela.

Respecto a los tipos de IED de salida debe subrayarse que gran parte de la inversión en el exterior proviene de la reinversión de dividendos, representando el 56% del montante total de IED emitida por la región. Este dato es aún más significativo en Brasil, México y Chile, suponiendo el 64% del IED

Sin embargo, esta modalidad de inversión no abre la exposición a nuevos mercados ni tecnologías. Por otro lado, debe enfatizarse el dinamismo de los proyectos ‘greenfield’ frente a la caída de las adquisiciones transfronterizas. Así, en 2022 la región experimentó un crecimiento del 46% respecto a 2021 en los montantes invertidos con los anuncios de nuevos proyectos. Al mismo tiempo, la región experimentó un remarcable descenso en el número de operaciones de fusiones y adquisiciones: se registraron 133 operaciones, un 18% menos respecto a 2021, representando la cifra más baja de la última década. Entre las

Destino: la región, EEUU y España

Por lo que se refiere al lugar de llegada de las inversiones, el 65% del total de la inversión tiene como destino la propia región. Las multilatinas buscan en una fase inicial de internacionalización a sus países limítrofes, con contextos empresariales y hábitos de consumo similares. Este dato evidencia el importante rol integrador que tiene la IED de salida en América Latina y el Caribe, llegando a superar los niveles de integración comercial. Así, en el periodo de 2018 a 2021, la IED constituyó el 67,9% del total de su IED intrarregional, siendo un porcentaje claramente superior al del comercio intrarregional, situándose en niveles inferiores al 15%. De esta manera, resulta un imperativo para la integración regional latinoamericana que estos datos de IED evolucionen positivamente en el futuro.

Dicho esto, el primer destino de IED no latinoamericano es Estados Unidos (principalmente de proveniente de México), seguido de la Unión Europea, encabezada por España. Las multilatinas apostaron en 2022 más que nunca por España (país que a su vez ha recuperado el tono inversor en Latinoamérica), con cifras de hasta 68.361 millones de euros, convirtiendo a la región en el cuarto inversor más relevante en este país.

Finalmente, en lo concerniente al destino sectorial de las inversiones, las industrias tradicionales (manufactura, comunicaciones, servicios financieros y productos de consumo) fueron los que más dinero atrajeron, no obstante, se evidencia un interés creciente hacia sectores que se encuentran en lo alto de la cadena de valor, las nuevas tecnologías principalmente (software y telecomunicaciones). Las previsiones para los años venideros apuntan a que es probable que las inversiones latinoamericanas en el exterior continúen creciendo . Así, las compañías están adquiriendo una mayor conciencia de los beneficios asociados con los procesos de internacionalización. Además, la prudencia empresarial llama a diversificación de los riegos por medio de la inversión en el exterior para mitigar ciclos económicos locales negativos.

En conclusión, en 2022 la IED de salida latinoamericana mostró un dinamismo sin precedentes a pesar de un complejo contexto global, evidenciando la capacidad de las multilatinas de competir en un entorno internacional. La inversión en el exterior fue liderada por Brasil, México y Chile y tuvo como destino principal la propia región, demostrando el importante rol integrador que constituye el IED de salida en Latinoamérica.