Los cárteles mexicanos sacan beneficio del boom del aguacate, fruto estrella en EEUU

Los cárteles mexicanos sacan beneficio del boom del aguacate, fruto estrella en EEUU

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20 | 03 | 2025

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El sector mueve en México más de 3.000 millones de dólares anuales y supone una interesante diversificación para los grupos de narcotráfico

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Campaña publicitaria de la Asociación de productores y empacadores exportadores de aguacate de México con motivo de la Super Bowl de EEUU [APEAM]

INFORME SRA 2025 / [ Versión en pdf y en inglés]

√ Michoacán es el estado de mayor cultivo; en su producción operan ilícitamente Jalisco Nueva Generación, Familia Michoacana, Los Viagras y Caballeros Templarios.

√ Las organizaciones criminales cobran cuotas a los agricultores, controlan rutas de transporte y suministros y coaccionan a los gobiernos locales.

√ Los productores han organizado grupos de autodefensa para hacer frente a la situación, pero eso no ha impedido que individuos y familias marchen a otras tierras.

El consumo de aguacate ha crecido enormemente en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, que anualmente importa de México alrededor de un millón de toneladas. El guacamole, pasta aderezada hecha de ese producto, se ha convertido en acompañamiento culinario de la Super Bowl, la gran fiesta del fútbol americano, ocasión para la que en 2024 EEUU llegó a importar un récord de 137.000 toneladas (en 2025 descendió ligeramente, presuntamente por su mayor precio). Esto supone un impacto positivo en el sector agrícola de México y en la economía de todo el país.

Sin embargo, actualmente la industria enfrenta desafíos importantes, en particular la infiltración de las organizaciones de narcotraficantes. Al ser una industria que genera grandes ganancias —apodado el aguacate como “el oro verde”, su producción y comercialización tiene un valor anual de 3.000 millones de dólares—, el país ha presenciado un aumento determinante de la actividad de los cárteles que aprovechan la considerable demanda de aguacates por parte de EEUU. La sobreproducción de hoja de coca en Colombia, que ha distorsionado algo los precios, y la competencia del fentanilo han motivado en algunos cárteles de droga el deseo de diversificación del negocio. 

Los cárteles de narcotraficantes han puesto en peligro la estabilidad de la industria del aguacate controlando las cadenas de suministro, explotando a los agricultores y aprovechando el comercio de este producto para realizar sus negocios ilícitos que conducen a la corrupción y la violencia.

El atractivo económico

La demanda internacional de aguacate de México ha experimentado un aumento determinante, especialmente por parte de Estados Unidos, que importa alrededor del 80% de la producción mexicana. Precisamente desde que en 1997 EEUU autorizó la compra de aguacates mexicanos, en aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que entró en vigor tres años antes, el consumo de este producto en el mercado estadounidense no ha dejado de crecer, impulsando el sector en origen.

Así, como detalla un informe de Global Initiative Against Transnational Organized Crime, desde 1994 hasta 2022, la superficie cultivada en México ha aumentado un 173%, alcanzado las 252.133 hectáreas, y el valor de la producción se ha incrementado un 527%, situándose en 63.450 millones de pesos (3.105 millones de dólares). La industria del aguacate de México se ha transformado en una empresa lucrativa y ha atraído significativamente los intereses de las organizaciones criminales, que perciben la industria como más rentable en comparación con su negocio de narcotráfico.

Los cárteles han utilizado diversas formas de manipulación, coerción y extorsión para sacar provecho de la industria del aguacate, especialmente en la región de Michoacán, donde se cosecha la mayor parte de la producción. Solo Michoacán, de acuerdo con el Panorama Agroalimentario de la entidad gubernamental FIRA, produjo 2,25 millones de toneladas de aguacates en 2023 (el 75,8% del total de producción nacional, a distancia del 10,9% de Jalisco; el 4,5% del estado de México y el 2,6% de Nayarit).

Algunos de los cárteles atraídos por este negocio son el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Familia Michoacana, Los Viagras y Caballeros Templarios. Estos grupos que perciben la industria del aguacate como más estable en comparación con su negocio tradicional de tráfico de drogas. Por lo tanto, el atractivo económico del aguacate lo convierte en un negocio lucrativo para las organizaciones de narcotráfico.

Tácticas de los cárteles

Si bien muchos productores y exportadores se rigen por prácticas limpias, los cárteles aprovechan técnicas coercitivas y violentas para dominar el sector del aguacate y este método se dirige a funcionarios gubernamentales, transportistas y agricultores. Una de las técnicas ampliamente empleadas implica las tarifas de protección o ‘cuotas’ que pagan los agricultores y transportistas en circunstancias coacción. La imposición de tarifas contribuye a encarecer producción y perjudica a los agricultores, propiciando que abandonen sus campos.

El control del suministro es otra forma de ejercer influencia sobre el negocio del aguacate. Los cárteles han dominado los métodos para detener los corredores relacionados con el transporte y las cuotas de los conductores, al tiempo que interceptan las entregas de los envíos para garantizar que conservan el control sobre los precios y/o la dirección de la cadena de suministro. Además, los cárteles utilizan su influencia dentro del gobierno municipal, sobornando a los funcionarios para que ignoren el negocio del cártel o emitiendo permisos que garantizan el control del cártel en las zonas que contienen aguacates.

Esto significa que los cárteles tienen poder libre para participar en actividades que desplazan a las comunidades indígenas y contribuyen a la inseguridad donde los funcionarios se sienten amenazados. Las familias de los agricultores también corren riesgo porque las personas que operan bajo los cárteles han causado muchos secuestros, asesinatos y destrucción de propiedades. Este entorno de miedo no solo afecta a la economía local, sino también a la salud y el bienestar de los miembros de la comunidad que se sienten amenazados por la violencia por estar involucrados en uno de los sectores más rentables de la agricultura del país.

Impacto y respuesta

Al ser un crimen organizado, la infiltración de los cárteles afecta a las comunidades locales en muchos frentes. En términos generales, la extorsión de tarifas hace que sea extremadamente difícil para los agricultores alcanzar el punto de equilibrio, lo que paraliza el negocio agrícola. Los pagos de protección junto con los costos generales de inseguridad hacen que los agricultores de aguacates opten en ocasiones por abandonar sus tierras. Esto ha llevado a la reducción de la población en las áreas que dependen del cultivo de aguacates, lo que erosiona gravemente el desarrollo comunitario y reduce el crecimiento regional.

El gobierno de México no ha podido frenar la entrada de cárteles en el sector del aguacate. Según los medios de comunicación locales, en las zonas donde se cosecha este cultivo, las fuerzas de seguridad han tratado de establecer ‘áreas sin cárteles’, pero el control de las instituciones locales por parte de las organizaciones delictivas sigue obstaculizando los esfuerzos. El mercado estadounidense tiene interés en confirmar que sus importaciones no están financiando a delincuentes, y algunos importadores han comenzado a trabajar con las fuerzas del orden mexicanas para crear cadenas de suministro seguras. Sin embargo, es difícil determinar el origen del flujo de productos agrícolas.

Resistencia local

Ante la amenaza de los cárteles en el nicho del aguacate en Michoacán, las comunidades locales y los agricultores han comenzado a buscar los medios para defenderse de los cárteles. Un ejemplo destacado de dicha participación es la aparición de grupos de autodefensa contra los cárteles en las comunidades más afectadas por la violencia. Dichos grupos están formados y encabezados por los residentes de la región en particular, que a menudo son agricultores que, para proteger sus tierras y negocios, no tienen que depender únicamente de los gobiernos federal o estatal.

Si bien a veces son anónimos o se aceptan como entidades oficiales, las autodefensas han brindado a las comunidades la oportunidad de luchar contra la extorsión y la violencia y han proporcionado a los agricultores herramientas para proteger sus ingresos. Además, están surgiendo otros modelos de agricultura cooperativa como un medio importante a través del cual otros agricultores de pequeña escala evitan la dominación de los cárteles. Al integrar recursos, ingresos y autoridad práctica para el control comunitario, a su vez reducen su susceptibilidad a tales demandas y fortalecen las economías locales.

El gobierno local también se ha convertido en un socio clave en estos esfuerzos impulsados ​​localmente. En los últimos años, muchos de los municipios de Michoacán se han afiliado tanto a ONG como a empresas para abordar mejor los problemas de seguridad y brindar ayuda para establecer otras fuentes de ingresos. Este enfoque buscará descentralizar las rutas comerciales que están dominadas principalmente por los cárteles, así como fortalecer las defensas de las comunidades contra la agresión de los cárteles.