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Participación de la mujer en las fuerzas armadas españolas [Ministerio de Defensa]
El debate sobre la participación de las mujeres en las fuerzas armadas ha vuelto a surgir con el arranque de la nueva Administración Trump. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, fue crítico sobre esa presencia durante su confirmación en enero para acceder al cargo y a comienzos de abril determinó que las pruebas de aptitud física para puestos de combate sean ”neutrales en cuanto al sexo”. Esto ha generado preocupación entre las mujeres militares estadounidenses; en realidad, se trata una discusión que excede las fronteras.
La igualdad de género se ha convertido en un elemento esencial para las misiones de paz, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, no solo desde una perspectiva ética, sino también estratégica. En nuestro contexto global actual, las misiones de organismos internacionales desempeñan un papel esencial enla promoción de la paz y la seguridad mundial. Por eso promover la igualdad es clave para fortalecer sus capacidades operativas, su legitimidad como organizaciones democráticas y su impacto en la seguridad global.
Posturas enfrentadas: la implicación política de la cuestión
En noviembre de 2024, como invitado en el podcast ‘Shawn Ryan Show’, Hegseth hizo los siguientes comentarios: “No nos ha hecho más eficaces. No nos ha hecho más letales. Ha hecho la lucha más complicada”. Si bien existen opiniones como las de Pete Hegseth, que argumentan que la inclusión demujeres en las fuerzas armadas no ha mejorado la eficacia militar, estas posturas tienden a centrarse exclusivamente en la capacidad física y en la supuesta reducción de la ‘letalidad’ de las tropas. Sin embargo,estudios y datos empíricos contradicen esta idea.
SecurityWomen, organización creada para defender la inclusión de mujeres en instituciones del sector de la seguridad en países de todo el mundo, recalca que “Hegseth corre el riesgo de socavar el progreso y la eficacia de una fuerza militar modernizada y diversa” al solo centrarse en nociones del físico. Esta organización argumenta que las contribuciones de las mujeres en el área de seguridad y defensa,operaciones de contrainsurgencia y misiones de mantenimiento de la paz no deben ser desestimadas. Además, los conflictos bélicos han evolucionado y ahora no son puramente cuestión de combate en tierra cuerpo a cuerpo, sino que se necesita logística, apoyo a los soldados en el campo, ingeniería e inteligencia;cuestiones en las que las mujeres son también de gran ayuda.
El papel fundamental de Naciones Unidas
En las misiones internacionales, la inclusión de mujeres ha demostrado ser un recurso invaluable. Según Naciones Unidas, en este tipo de misiones, las mujeres que forman parte de las fuerzas para elmantenimiento de la paz pueden interactuar más fácilmente con mujeres y niños, construyendo confianza y mejorando la comunicación en las comunidades locales en las que se encuentran desplegadas. Por ejemplo, en Afganistán, los equipos de interacción con mujeres (FET) desempeñaron un papel fundamental al recopilar información de mujeres locales, ya que en sitios como este, la mujer no puede hablar con un hombre que no sea parte de su entorno familiar. Los FETs también fueron clave para proporcionar a las mujeres en el campo, especialmente en zonas rurales, información sobre sus derechos, proyectos de desarrollo y temas de salud, lo cual sirvió para establecer una relación de confianza que serviría como base para futuras operaciones en la zona.
La resolución 1325, aprobada el 31 de octubre de 2000 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, fue una pieza importante para el reconocimiento del papel esencial de las mujeres en la paz y la seguridad internacionales. Esta resolución pide que las mujeres participen en la consolidación de la paz, estén protegidas frente a las violaciones de los derechos humanos y tengan acceso a la justicia. Desde entonces, se han adoptado nuevas resoluciones que la complementan para reforzar su implementación y alcance. Un ejemplo de ello es la resolución 2538, aprobada el 28 de agosto de 2020 por el Consejo de Seguridad, que se enfoca exclusivamente en la participación de las mujeres en las operaciones de mantenimiento de la paz y subraya la importancia de aumentar la participación y representación de las mujeres en este ámbito, destacando que su presencia mejora la eficacia de las misiones.
Más allá de las dificultades y de los números
Las barreras culturales, los prejuicios históricos y las estructuras jerárquicas tradicionales en la sociedad a menudo dificultan la plena integración de las mujeres en roles militares y diplomáticos dentro de las fuerzas armadas y organismos internacionales. Asimismo, el no tener a suficientes mujeres en posiciones de liderazgo es un factor que dificulta la integración de personal femenino en organizaciones de este tipo. A esto se suman factores como la desigualdad en oportunidades de ascenso y la persistencia de ambientes detrabajo donde las actitudes sexistas o la discriminación pueden pasar desapercibidas o incluso normalizarse.
La escasez de mujeres en posiciones de liderazgo perpetúa un ciclo en el que la falta de referentesfemeninos desalienta a nuevas generaciones de mujeres a considerar carreras en defensa y seguridad. Según el último resumen de los informes nacionales de los países miembros y asociados de la OTAN, el porcentaje medio de mujeres en las fuerzas armadas de la Alianza fue solo del 12,73% en 2022. Si bien este porcentaje aumentó un 0,2% a comparación del año anterior, la cifra sigue siendo mínima. Añadiendo a esto, solo 7 de los 32 representantes permanentes en la OTAN son mujeres, lo que demuestra la necesidad de medidas más contundentes para garantizar la equidad de género en todos los niveles.
Sin embargo, la inclusión de mujeres en las fuerzas armadas no solo es una cuestión de números, sinotambién de garantizar un ambiente libre de discriminación y actitudes sexistas. Como señala SecurityWomen, “en un entorno en el que los hombres son mayoría, habrá menos incentivos para responsabilizarse mutuamente de los comportamientos sexistas”. Para lograr un cambio real, es absolutamente necesario implementar protocolos de denuncia efectivos y capacitar a los altos mandos sobre igualdad de género. Sin estas medidas, la presencia de mujeres en las fuerzas armadas se puede ver limitada por barreras estructurales y actitudes discriminatorias que impidan su pleno desarrollo profesional.
De igual forma, es importante tener en cuenta los beneficios que la capacitación con perspectiva de género en las instituciones militares puede llegar a brindar. Incorporar programas educativos que promuevan laigualdad y visibilicen los desafíos que enfrentan las mujeres en estos espacios puede contribuir a eliminarestereotipos y fomentar ambientes laborales más inclusivos en este y otros sectores. Además, la creación deredes de apoyo y mentoría para mujeres en las fuerzas armadas puede ser clave para fortalecer su participación y ascenso en la jerarquía militar.
Ser conscientes del trabajo pendiente
El debate sobre la inclusión de mujeres en las fuerzas armadas no sólo debe abordarse desde una perspectiva de equidad de género, sino como una necesidad estratégica. La evidencia muestra que su participación no solo enriquece las capacidades operativas de los ejércitos, sino que también mejora la eficacia de misiones de paz y seguridad. Sin embargo, lograr el objetivo de garantizar una igualdad de género en misiones de organismos internacionales requiere superar obstáculos significativos que deben de ser abordados cuanto antes. Es crucial implementar políticas más inclusivas, eliminar prejuicios y garantizar condiciones que permitan la plena integración de las mujeres en todos los niveles de la defensa y la seguridad. Solo así se podrá construir una fuerza más moderna, eficaz y representativa de las sociedades a las que protege, y asegurar que la paz, la estabilidad y la justicia sean una realidad para todos.