En la imagen
Firma de los tratados Torrijos-Carter en la sede de la OEA, en Washington, en 1977
INFORME SRA 2025 / [ Versión en pdf y en inglés ]
√ Tras su primer viaje oficial, realizado a Panamá, Marco Rubio dijo haber pactado el tránsito sin peaje para la Navy, algo negado por el gobierno panameño.
√ La gratuidad para los barcos de guerra estadounidenses podría justificarse en el mandato que tienen EEUU y Panamá de garantizar la seguridad en la navegación.
√ Otras excepciones, como un precio más bajo para las mercancías vinculadas a EEUU, no cabrían en el actual Tratado, que solo prevé excepciones para Colombia y Costa Rica.
Desde su reelección, Donald Trump ha puesto sus ojos en el Canal de Panamá. En su toma de posesión, el 21 de enero de 2025, el presidente estadounidense fue explícito: “La promesa que nos hizo Panamá se ha roto. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado se han violado por completo. Los buques estadounidenses están pagando precios muy excesivos y no reciben un trato justo de ninguna manera. Y eso incluye a la Armada de Estados Unidos. Y, sobre todo, China opera el Canal de Panamá. Y no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo estamos recuperando”.
El hecho de que tras algunas concesiones realizadas después por el gobierno panameño (como propiciar un cambio de manos en la gestión de los dos principales puertos del canal, hasta ahora operados por una empresa china, y la salida del país centroamericano del acuerdo de la Ruta de la Seda que le vinculaba a Pekín), Trump siga persistiendo en su amenaza (como hizo ante la sesión conjunta del Congreso el 4 de marzo), hace dudar sobre si el maximalismo de recuperar el canal es meramente retórico o en verdad el presidente estadounidense piensa llegar hasta el final (un final que no sería pacífico). Ha transcendido que la Casa Blanca ha pedido al Pentágono que elabore planes para asegurar el ‘acceso’ de EEUU al Canal.
Es previsible que Panamá, así como ha buscado satisfacer a Estados Unidos en relación con la presencia china, dé también algunos pasos para otorgar un trato preferencial a los estadounidenses en su tránsito por el Canal. La cuestión es cómo llegar a eso a la luz de los tratados vigentes.
Los Tratados Torrijos-Carter, firmados entre el presidente panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter en 1977, consisten en dos documentos: el Tratado del Canal de Panamá y el Tratado de Neutralidad (‘Tratado concerniente a la neutralidad permanente del Canal y al funcionamiento del Canal de Panamá’). El primero fijó los términos y la fecha para la transferencia del control del Canal de Estados Unidos a Panamá, mientras que el segundo reforzó el concepto de neutralidad permanente del Canal, garantizando su acceso a todos los buques en condiciones justas y equitativas. Estos acuerdos, consumados del todo con el pase de la soberanía del canal a Panamá a finales de 1999, marcaron un hito en la historia, la política y las relaciones exteriores entre los dos países.
El Tratado de Neutralidad establece en su primer artículo que «el Canal, como vía de tránsito internacional, será permanentemente neutral de conformidad con el régimen establecido en este Tratado». Desde su ratificación, ambos países signatarios han respetado plenamente sus derechos y obligaciones en virtud del tratado. Washington nunca había acusado a Panamá de no respetar una neutralidad que ahora EEUU sugiere ver amenazada por la presencia de intereses chinos en ese país. Aunque en modo alguno había base legal para que la Casa Blanca denunciase el incumplimiento del acuerdo y reclamara la devolución del canal, el distanciamiento respecto a China que está llevando a cabo el gobierno panameño elimina cualquier pretexto en ese sentido.