¡Hola!
Soy José Olmedilla, soy de Madrid y el próximo curso comenzaré quinto de Medicina + International Program.
Como estudiante de la Facultad de Medicina en la Universidad de Navarra me han propuesto contar cómo ha sido el día a día de los alumnos en este periodo de pandemia y confinamiento, desde la suspensión de las clases presenciales (¡qué lejos queda ya el 13 de marzo!) hasta el 18 de mayo, fecha del último examen de la convocatoria ordinaria.
En primer lugar, me gustaría empezar dando las gracias a la Facultad de Medicina en su conjunto, desde los alumnos hasta el Decano, el Dr. Secundino Fernández; pero, en especial, a los miembros de la Secretaría y al Dr. José Hermida, Vicedecano de Alumnos, quienes desde el primer momento pensaron en nosotros, los alumnos, para que no perdiéramos ningún día de clase y todo siguiese según lo previsto a pesar de las difíciles circunstancias.
El 12 de marzo recibimos un correo electrónico en el que se nos informaba de la suspensión de las clases presenciales y un día después se nos notificó que la docencia continuaría a través de la plataforma ZOOM. Además, nos confirmaron que se seguirían manteniendo los horarios de clase: si los martes a las 16 horas había Ginecología, los martes a las 16 horas continuaría habiendo clase de Ginecología, y así con el resto de asignaturas.
En estos primeros compases del confinamiento, los alumnos pedimos que las clases quedasen grabadas y que los vídeos fuesen subidos al Aula Virtual ADI para su posterior visualización en caso de no poder asistir a la clase en directo y así se hizo.
También me gustaría destacar la admirable disponibilidad de los profesores y su compromiso con nosotros. Digo esto porque la gran mayoría son médicos y no podemos ni imaginar el esfuerzo que ha supuesto para ellos tener que compaginar la atención clínica con preparar e impartir las clases.
A medida que se acercaban los exámenes –que los alumnos de Medicina vemos ya cercanos a finales de marzo– se nos pidió a algunos de nosotros que colaborásemos para elegir la plataforma idónea para realizarlos. Recuerdo que el 25 de marzo el Dr. Hermida nos envió un correo con esta petición, apenas 10 días después de la suspensión de las clases, y a más de un mes del comienzo de los exámenes. Me gustaría hacer hincapié en este hecho, porque fuimos los propios alumnos los que manifestamos nuestras necesidades y quienes elegimos el mejor método para ser evaluados por petición de la Facultad… Ni siquiera tuvimos que pedirlo. Este es el tipo de iniciativas que hacen de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra la mejor del mundo, y lo digo con total convicción y seguridad.
A 15 días del primer examen final ya teníamos una plataforma (Proctorio) que contase con todas las garantías para evitar el fraude y no supusiese una carrera de obstáculos en los alumnos a la hora de realizar sus exámenes. Además, todos pudimos realizar previamente una prueba para familiarizarnos con el nuevo sistema.
De este modo, cuando llegaron los exámenes, sabíamos perfectamente el modo de proceder; pocos problemas se dieron y, los que hubo, se resolvieron de manera rápida. Todos hemos sido testigos de cómo, 15 minutos antes de cada examen, había una sesión de ZOOM abierta con personal de Secretaría para solucionar cualquier problema al inicio y cómo, durante el propio examen, había hasta cuatro líneas de teléfono disponibles para poder comunicar rápidamente cualquier incidencia y solucionarla en el momento. Estos hechos son muestra de los niveles de entrega, compromiso y profesionalidad con los que contamos en MedUNAV.
Me dejaré muchas cosas en el “tintero digital” desde el que escribo, como casos individuales de los que no puedo dar fe, o hechos que simplemente olvido, pero creo que lo que he manifestado muestra fielmente lo que hemos vivido.
Quiero concluir como he comenzado, con mi agradecimiento a todos los miembros de la Facultad de Medicina, que han realizado un trabajo inmejorable, sin dar cabida a la incertidumbre o al caos y contando con los alumnos para todo.