Con sociedades cada vez más globalizadas y niveles acelerados de migración y urbanización, parece que la interdependencia entre grupos sociales, culturales y religiosos divergentes, tanto en Europa como en otros lugares, se ha integrado ya en nuestras estructuras sociales. En consecuencia, grupos sociales, culturales y religiosos muy diferentes deben encontrar la manera de desarrollar un sistema compartido de reglas y expectativas a través del cual puedan interactuar de manera productiva y pacífica. 

Este proyecto pretende explorar qué tipo de principios podrían guiar un orden civil compartido, res publica, en una sociedad compleja y diferenciada que sea (a) suficientemente robusta, moral y culturalmente, como para permitir un umbral razonable de civilidad y orden público, pero (b) suficientemente flexible para adaptarse a una cantidad significativa de diversidad cultural, religiosa y moral.

El objetivo es articular y explorar la viabilidad de una república (res publica) que sea institucional y culturalmente lo suficientemente “sólida” o informada por una visión sustancial del bien común, para permitir que los ciudadanos interactúen de manera pacífica y productiva, pero lo suficientemente flexible y abierta en sus demandas para permitir que los ciudadanos cultiven diversas formas de identidad asociativa y de pertenencia. 

RESPUBLICA interroga críticamente y desarrolla dos hipótesis constructivas:

i. El proyecto de construcción de un orden civil compartido debe integrar con éxito una amplia gama de diversos proyectos sociales perseguidos por diversas asociaciones, algunas territoriales y otras no territoriales, al tiempo que otorga a esos diversos proyectos la autonomía suficiente para que puedan perseguir coherentemente sus propósitos y contribuir al bien del orden civil más amplio, cada uno a su manera distintiva. 

ii. El tipo de orden civil que puede tener una posibilidad razonable de respetar las exigencias de los órdenes normativos locales, mientras los reconcilia al mismo tiempo con un orden normativo general aceptable, sería aquel que estuviera compuesto por una pluralidad de públicos, tanto territoriales como no territoriales, entretejidos a través de una sociedad política federada, que otorgase una autonomía significativa a (a) asociaciones políticas locales (por ejemplo, cantones, municipios) y (b) asociaciones civiles locales de carácter no territorial (por ejemplo, asociaciones filantrópicas, universidades, asociaciones empresariales).